terça-feira, 26 de julho de 2016

Compaginarse

No tengo nada que hacer, y me pongo a escribir. Esto me trae de inmediato, una sensación de unidad y paz. Pertenecimiento. Hace un ratito, hice un dibujo de un crucigrama en el que se puede leer, en el centro, en vertical, la palabra YOS. Son unas líneas celestes sobre fondo blanco. Esto también me trajo mucha paz. Ahora escucho los ruidos de las obras en construcción de los alrededores. Esta mañana anduve haciendo algunas compras por el barrio. Panadería, verdulería, farmacia. Encontré, en el veredón al borde del mar, un viejo y muy querido amigo. Conversamos un rato sobre varios asuntos, entre ellos las acciones de resistencia al golpe de Estado. La salud, etc. El mar, como siempre, trayendo aquella tranquilidad tan suya. El sol, el calor en este mes de julio. Y ahora al escribir, esa sensación de compaginación. Es tan bueno esto. Me voy uniendo, reuniendo. Ya la tarde debe estar bajando hacia la noche. Y el sol, la luna y las estrellas. Toda esta vida que se distribuye sobre la tierra. Y esas ganas de seguir escribiendo, no importa qué, para no dejar este lugar tan querido.  

domingo, 24 de julho de 2016

Nada a temer

Domingo sem temer. 

Voltar de Praia Bela. 

O mar turquesa. 

Os bambuzais na beira do caminho. 

As ondas espumosas. Deixar com que a água do rio te leve. Leve, leve. 

E o sol. Os barrancos multicoloridos. Nada a temer. O céu e as nuvens no céu. Tambaba. Os recifes. Ondas batendo nas rochas. Verde. Areia. Tranquilidade. Paz.  

sexta-feira, 15 de julho de 2016

También está esto

También está esto. Sobre todo ésto. Esto de estar aquí. 

Tengo cuadros aún no pintados. Telas en blanco y hojas en blanco. Espacios de posibilidades. Puedo pintarlos si quiero, o no. compañías. 

Soy parte de historias ocurridas y vividas en Argentina y Brasil. Chile y Uruguay. Bolivia y Venezuela. Ando por ahí con la vida puesta. No me van a robar la alegría que anida en mi interior. Es todo lo que tengo.  

terça-feira, 5 de julho de 2016

El conocimiento experiencial

Un título como éste es el del próximo capítulo que estoy digitando, de mi libro Libertatura, en español. Por algún motivo, me he detenido en la tarea de digitar. El saber de la experiencia. Lo que aprendemos con nuestra experiencia de vida. Ahora estaba reflexionando sobre esto. Lo que sabemos porque lo hemos experimentado. Lo sabemos de primera mano. No porque alguien nos dijo o porque lo leímos en algún libro o porque creemos que es así. Adalberto Barreto y José Comblin ponen este tipo de saber, en el centro de la liberación. El centro de la libertad, el foco de la libertad, es ese saber de primera mano, el saber experiencial. Caundo escribo estas cosas, respiro aliviado. La experiencia me lleva a mi infancia. Revivo ese estar en el mundo de la manera como lo viví cuando niño. Respiro aliviado y siento que es posible volver a esa libertad, ese estar feliz y despreocupado, confiado. Vivir para jugar, para disfrutar. Jugar y disfrutar. Todo es tan intenso cuando somos niños. Puede serlo de nuevo, si volvemos a ponernos en el centro de nuestra propia vida.