domingo, 28 de agosto de 2011

Mosaico cósmico

Todas las palabras fracasan al intentar expresar sentimientos, dijo alguna vez Fernando Pessoa. Sin embargo, el poeta es quien más consigue acercar la palabra al sentimiento. Hoy pensaba en cómo hay algo dentro de uno mismo que se ha preservado a lo largo del tiempo. Una parte nuestra se mantiene intacta a pesar del paso de los años. Algo que de jóvenes o de niños vivíamos, sin darle nombre, solamente vivencia. Era algo nuestro, algo que pertenecía a ese momento, y aunque no le diéramos nombres, era nuestro, pertenecía a ese momento.

El tiempo pasó, y muchas cosas fueron cayendo sobre nosotros mismos, muchas adaptaciones, uno se empezó a separar de lo que era, para intentar ser aceptado, para coexistir. Un día, sin embargo, uno descubre que no necesita de ninguna adaptación, que puede ser como es, y está todo bien. El mundo sigue andando y tú eres parte de eso, de esa diversidad que se compone y se dispersa, como un rompecabezas infinito que comienza en ti y en los confines del universo, y diverge desde ti mismo hasta cada rincón de todo lo que existe.

quarta-feira, 24 de agosto de 2011

Quantas consciências?

Um tema que me apaixona, é o da multiplicidade de consciências. Não sei se todas as pessoas tem conhecimento disto, talvez sim, talvez não. Mas não é esta a questão: a questão é a de que a gente pode perceber que tem mais de uma consciência. É necessário estarmos atentos, para nos darmos conta disso. Não é algo que se mostre a simples vista, mas que aparece quando temos a suficiente acuidade de atenção como para podermos perceber que somos uma multiplicidade de seres, uma multiplicidade de percepções, de formas de atenção, de formas de nos apropriarmos do mundo, e de sermos muitas coisas ao mesmo tempo. Somos cristais com muitas facetas. O mapeamento destes diversos mundos que coexistem em nós mesmos, em cada um de nós, nos devolve uma noção total de s mesmos, sempre a ser alcançada, por vezes parece que somos tudo isto, ou seja, o infinito, tudo que é e existe. Outras vezes, o obscurecimento da consciência motivado pela objetividade criada pelo intelectualismo, o materialismo e o costume, podem nos fazer crer que somos nada, que somos apenas poeira, coisa passageira, perecíveis, quando na verdade somos eternidade. Por isso o autoconhecimento e a recuperação do próprio sentido de ser, são a tarefa da vida, a única que não pode ser delegada em ninguém, apenas a cada um de nós cabe a tentativa, sempre em andamento, de virmos a alcançar a totalidade do que somos. Por exemplo, há uma consciência infantil que reside em nós, uma consciência da imortalidade, de sermos um ser sem começo nem fim, infinito. Essa consciência pode vir a emergir, e é muito bom que o faça, pois nela reside a possibilidade de você vir a ser feliz plenamente. Só nessa consciência infantil somos plenamente felizes. Cómo aceder a esta consciência, que aqui chamo de infantil, de criança interior? Não há receitas, mas é como se fossemos uma cebola, e depis de muitas tentativas, camada após camada, podemos ir deixando que venha a tona uma parte nossa que brinca, que não tem medo de nada, nem de morrer nem de ser punida, nem de ser abandonada ou fracassar. Basta deixar atrás a falsa consciência criada pela sociedade capitalista. Basta que a gente se deixe fluir, se deixe ser. Então ode vir, e vem, um novo amanhecer. Você pode, eu posso, todos podemos. Vale a pena. Aliás, é o único que vale a pena, ser o que se é, o que cada um de nos é.

sábado, 20 de agosto de 2011

Escrever sem palavras

Tem dias em que escreverias sem palavras. Escreverias com o dedo, com água, como quando criança. Desenhavas na folha caminhos com a água, que depois a cor ia colorindo e criando formas que vias. Desenharias sem palavras. Pintarias sem palavras. Serias um escritor de silêncios.

domingo, 14 de agosto de 2011

Lugares

Llueve. Hay una cosa mágica en el olor de la pintura al óleo. Como hace tiempo, como tantas otras veces en el pasado, hoy, en esta sala, mientras escribo estas cosas, siento el olor de la pintura. La pintura ya fue mi casa, como el dibujo, como la canción, como la literatura, la oración, la fraternidad, tantas cosas. El ser humano es como una abeja, como uma hormiga, anida en cualquier parte, de cualquier cosa hace su nido. Hoy pensaba que lo del ser humano es habitar, hacerse un lugar, hacer de si mismo, de la circunstancia que le toca vivir, su lugar. Los Beatles una vez más, como desde el orígen casi, vienen en mi auxilio. There are places I´ll remember all my life, though some have changed. Hay lugares que recordaré para siempre, o por siempre. Esos lugares son reuniones de vida, de acontecimientos, de sucesos. La vida es una reunión de acontecimientos, la vida de cada uno, de todas las personas, y aún la vida de las plantas, del cielo, del mar, de las nubes, de todo lo que nos rodea y de lo que estamos hechos. Sin Los Beatles yo no estaría, no sería. Tampoco yo no sería sin otros muchos seres cuyo amor está en mí, o soy yo. Infinita cadena de seres, la mayor parte desconocidos por mí, otros conocidos y evocados, agradecidos. La vida toda se da cita en cada persona que está viva. Todo ló que es, está en todas partes, todo es como una tela contínua que se extiende desde todos los lugares hacia aquí y desde aquí hacia todas partes. Ahora llueve, y el olor a pintura ya se ha desvanecido. La tarde se va haciendo noche, y estas reflexiones sobre el lugar de lo humano, sobre lo humano como un construir lugares, van llegando a su fin también, por ahora.

sábado, 13 de agosto de 2011

Amarillo

Esa tarde, sintiera la necesidad del amarillo. Salió buscando por la casa, el tubo de amarillo. Lo encontró finalmente en el rincón donde estaban algunos viejos cuadros. Las sensaciones que tuvo al pintar outra vez, al ver outra vez esse amarillo delante de sus ojos, no pueden ser del todo descriptas aqui. Y no por uma deficiencia de las palabras, pero si talvez por una limitación del lenguaje. Amarillo es amarillo. La palabra amarillo puede no ser amarillo. Puede ser que el sol que saliste a buscar esta tarde, el sol que encontraste esta noche, el amarillo que viste y que ves en los cuadros que pintaste después de tanto tiempo, el amarillo en que te envuelves, sean tales que no puedan ser transcriptos del mundo del color al de la palabra. Sin ambargo, puedes contar, y cuentas, lo que encontraste al encontrar el amarillo, al buscarlo por la casa. Eras otra vez aquél niño, aquél adolescente, ese hombre maduro que por tantos años hizo un lugar para sí en el mundo del color. Al buscar y encontrar el amarillo, al volver a encontrarte en ese color, te encontraste en todos los cuadros que pintaste. Pero no en una evocación sumaria, exhaustiva, de todos los cuadros que pintaste, y sí en la esencia, en el estar allí, del otro lado, en ese lugar que nace de tus manos, que está dentro tuyo y se hace tuyo al pintar, al dejar que el color venga como vino esta noche.

quinta-feira, 4 de agosto de 2011

Vivía en una hoja

Vivía en una hoja, y esto desde hace ya muchísmo tiempo, talvez desde los primeros años de su vida. Hojas de libros, hojas de cuadernos, hojas. Talvez también hojas de tiempo, hojas del viento. Vivir en una hoja puede ser lo justo, lo necesario, lo posible, cuando el mundo alrededor se te figura fatuo, fatigante.

Bajabas a las hojas como quien vuelve a su lugar.

No sólo son las hojas de los cuadernos o de los libros. Las veredas, los caminos, los pisos, las escaleras, las montañas, los ríos. El aire son las hojas.

La vida es el horizonte

La perspectiva es esto que está aqui, la realidad de la cual cada uno de nosotros forma parte. No hay muerte, podemos pensar, y es saludable que lo hagamos. No hay muerte. Hay esto que está aqui. Hay la vida, las cosas que forman tu mundo cotidiano, tu familia, tus amigos, la gente que encuentras en la calle y que, como tú, también camina hacia esse horizonte vital para el que ha sido proyectada.