sexta-feira, 28 de maio de 2010

Escritura

Escribiría, de pronto, cuanto quisiera. Sería el libro más largo del mundo, y el más divertido también. En él encontrarías cuantas cosas quisieras, y muchas que irían a sorprenderte. Verías en sus páginas la historia del mundo y la tuya también, o las tuyas, pues cada uno o cada una tienen muchas historias para contar. Lo empiezas a leer y sus páginas te llevan a lugares de belleza sin igual, que ni soñaste que podrían existir. Vas leyendo y a medida que lees el escrito se va diseñando, en lenguas que aprendes mientras las palabras y los signos aparecen delante de ti. Miras y miras y el libro no tiene fin. Ves alrededor tuyo y entonces sabes: es el libro de la vida, donde está escrito todo lo que es, lo que ha sido y lo que será. Miras una y otra vez en todas las direcciones, y entonces descubres tus caminos y tantos caminos de tanta gente desde tiempos inmemoriales, tejidos con la tela del cosmos. En todas las direcciones la escritura te incluye e incluye cuanto existe: animales, plantas, montañas, ríos, mares. Todo lo que hay y lo que habrá, está en la escritura que lees y de la que formas parte.

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