sábado, 5 de janeiro de 2013

¿Dónde está Dios?

Yo creo que no hay nadie que no se haya hecho, o que no siga haciéndose esta pregunta. Últimamente, estoy cada vez más tendiendo a encontrar a Dios dentro de mí mismo, o mejor dicho, a tratarme como una manifestación de Dios. Tratando de amarme, de conocerme, de percibir la grandiosidad del hecho de estar vivo. Yo creo que esta exploración del universo interior, estos intentos de auto-aceptación, tienen algo de sagrado. Talvez sean de las más sagradas de todas las cosas. Porque el amor a uno mismo (o a una misma, si sos mujer), es el comienzo de todo otro amor. No puedo amar a nadie si no me amo. Y si no amo a este Dios que soy yo, ¿a quién podría amar, de verdad? Estas preguntas las hago a partir de mi propia experiencia, y a partir de lo que vengo aprendiendo en varios ámbitos de la religiosidad y de la espiritualidad, bien como en la acción comunitaria, en la experiencia de actuar en el interior de la Terapia Comunitaria Integrativa, bien como en el espacio literario. En todos estos espacios, que tienden a ser un único espacio, todo converge hacia mí mismo, hacia mi propio ser. El amor de mis amigos, el amor de mi mujer, el amor de mis hijos e hijas, de toda mi familia, de las personas con quienes participo en todos estos ámbitos de crecimiento, tiene un comienzo y un final, que está en mi propia persona. Me voy dando cuenta de que mi vida surgió por un acto de amor de mis padres, y que en los diversos espacios donde me fui y me sigo construyendo como persona, fui teniendo oportunidades de ir conformando mi propia personalidad, mis modos de ser. Hoy me toca mirar toda esa caminata, toda esa construcción minuciosa que es la textura de mi propia vida, y no puedo dejar de notar que hay algo mucho más sutil cosiéndolo todo. Hay un clima de confianza, hoy puedo confiar. Hay una paz, una amorosidad, algo más grande, que guia mis pasos, así como los pasos de todas las personas alrededor. Y en esa confianza creciente, que viene como una especie de regalo a esta altura de mi vida, no puedo dejar de sentir la manifestación de Dios. Dios adentro, Dios afuera, Dios por todas partes.

Nenhum comentário:

Postar um comentário