El principal de todos, sino el único
Es, fue y seguirá siendo el de tenerme de vuelta
Cada vez más yo, cada vez más aquí.
Por eso mis textos no traen novedades
Traen sin embargo, algo más valioso
La certeza de que lo nuevo es lo mismo de antes
Es lo eterno, lo que permanece
Lo que no envejece aún envejeciendo
Y que el envejecer
Es ser cada vez más uno con el todo.
Así aunque todo cambie o parezca cambiar alrededor
Es sin embargo lo mismo de ayer aunque tan distinto
Tan más nuevo que cualquier ahora
Tan indescifrable como aquellos manuscritos
Escritos, descriptos
Inscriptos en cada instante de tiempo
Desde el comienzo hasta aqui este escalón de lo
eterno.
El Reino de Dios, leemos en el evangelio, no está allá
o más allá
Está en nosotros y en medio de nosotros
Es lo mínimo que contiene al todo.
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