Hoy me levanté pensando en los diversos temas que he
trabajado en mis escritos. Mi esposa María me ha hecho este listado. ¡Cómo me
encuentro en este oficio de escribir! Voy pasando la vida en limpio. Cosiendo pasado
y presente. Esto tiene una significación extraordinaria. Voy recuperando mi propia
identidad. Me uno con el todo. Me acuerdo de una vez en Coxipó do Ouro, en Mato
Grosso. Una cursista se admiró de que uno pudiera tener sus propios pensamientos.
Estábamos dando un curso de formación en Terapia Comunitaria Integrativa. Y era
la primera vez que yo participaba como docente formador, en mi condición de
escritor. Es decir, yo estaba siendo yo mismo, en vez de repetir un no sé qué
papel supuestamente esperado que yo debería estar ejerciendo. Habíamos estado
trabajando con el grupo, la pedagogía emancipadora de Paulo Freire. Escuchar
las voces plurales. El saber horizontal y circular. Me dí cuenta del efecto
multiplicador que tiene el ser auténtico. Mueve montañas. La desalienación no
es para ser predicada, sino practicada. Yo puedo ser yo mismo, si es que de
hecho quiero vivir mi vida. Lo puedo hacer, y lo hago, si tengo la paciencia y
la dedicación necesarias para prestar atención a la persona que soy. En vez de
repetir lo que los demás dicen o hacen o creen que yo debería hacer, trato más
bien de saber quién soy, qué es lo que hago, y por qué, y que es lo que yo
mismo quiero hacer. Esto es lo que el escribir viene haciendo por mí.
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