segunda-feira, 22 de fevereiro de 2010

Yo ya sé

--Yo ya sé
--Como así, no entendí, ¿qué es lo que sabés?
--No sé. ¿No te ocurre e veces de querer decir algo y decirlo nomás porque te gusta?
--Más vale, ¿pero por qué lo decís?
--¿Por qué digo qué?
--No sé, yo ya sé, ¿no dijiste eso al comienzo de este diálogo?
--Seguro
--¿Y entonces?
--¿Entonces qué?
--No sé, se me ocurrió decirlo nomás, no le busques razón a todo, no la tiene.
--Yo ya sé
--Ah, no, ¿vas a empezar de nuevo?
--¿Cómo así? No entendí
--No hay nada que entender. Son juegos de palabras.

domingo, 21 de fevereiro de 2010

Días sin gracia

Hay días en que nada te contenta ni te entusiasma, no te motivás a hacer nada, a no ser lo elemental, como regar las plantas, hacer tus oraciones, mirar el correo, ver televisión, pensar en la vida, pero sin ninguna finalidad, hacerlo por hacerlo nomás. Días así parecen sin gracia, pero talvez la gracia sea que los vivís así nomás como vienen, sin ponerles expectativas.

sábado, 20 de fevereiro de 2010

Cuando voy a Mendoza

Cuando voy a Mendoza
No voy a Mendoza. Voy a un lugar
Que existe solo en mis sueños. Un lugar
Que solamente mi memoria mantiene como fue,
Como es aún para un niño que nunca va a crecer. Un niño
Que nunca dejó su casa ni perdió cosas que el tiempo devolvió multiplicadas. Cuando voy a Mendoza vengo de un lugar que existe solo en mi memoria.

quinta-feira, 18 de fevereiro de 2010

Un día más

A veces te preguntas qué sentido tiene vivir así,
sin hacer nada, sin propósito aparente,
sin otra meta que la de llegar al día siguiente.

La noche está lluviosa y estás sólo, como tantas noches. No sólo sin nadie, sino sólo en casa, después de un día de andar por ahí, haciendo cosas, viendo gente, viéndote en medio de la gente, en ese rebobinar permanente que es la vida.

Tienes tiempo libre, talvez demasiado, no lo sabes. El día termina en medio de la lluvia y te preguntas tantas cosas, si estás usando bien el tiempo libre, qué seria eso, usar bien el tiempo libre. Parece suponer uso debido e indebido del tiempo libre.

La reunión por la mañana, los amigos, el escribir, el tener un lugar en la página, en una página infinita que es el tiempo. La visita a tu amada, sus labios, su mirada, su cuerpo visto por tus ojos como tantas veces, en este día que llega a su fin.

Crees no ser poco haber andado por ahí en este día lluvioso que termina. Sentir que las cosas, tu vida, la vida, lo que existe, una carta que va, una carta que llega, todo tiene su lugar. La lluvia y el frío, lo que pareció tan atroz que nunca debió existir.

Existió, tuvo un sentido, como estas palabras que llegan al renglón y a tus ojos en el final de este día y es el fin de lo que escribiste en esta jornada lluviosa y te preguntas si el día valió la pena. Siempre valdrá la pena un día más.

El lugar

Ese sería su escrito definitivo. Su mejor escrito, talvez. O, si prefieren, el escrito al cual estaba destinado. Las palabras ocupaban sus lugares, y en él algo se ubicaba, también, simultáneamente. La relación era directa, sin intermediación. Talvez todo escritor o artista, la persona común un día, todos y todas alguna vez, en una oportunidad inolvidable, sintieran esa sensación de que todo está en su lugar, que todo, aún aquello que te incomoda o te molesta un poco (no hablo de grandes dramas o tribulaciones) está donde debe estar. Pero ya me estoy alejando del foco. Decía que era su escrito definitivo. Su escrito final. El escrito al que estaba destinado. Como si el universo entero fuera una tipografía y tú, que me lees, la letra exacta para el lugar exacto. ¿Ya tuviste esa sensación? Si fuiste niño o niña, lo sabes. Sabes qué es esa sensación que tuviste, que tienes ahora, cuando tu vida no eran expectativas ni miedos, era sólo levantarse a la mañana y vivir, solamente vivir, como ahora, tantos años después, ya viejo, lo mismo, otra vez. Esa sensación de encaje, como digo. Repito. Los viejos repiten, repetimos, y repito. Todo está donde debería estar. Todo tiene su lugar. Un poema nunca es un poema, es una intersección, una integración de poemas y poetas, de frases poéticas y de la poesía. Es una costura continua en que a veces percibes y otras no, pero existe, la unión total de todo y de todas las cosas. Es eso que sientes esta mañana y tantas otras veces, y con certeza otros y otras sienten también en sus vidas, en algún momento, o siempre, no lo sabes. El lugar.

terça-feira, 16 de fevereiro de 2010

Hacer poesía de las piedras

Hay días en que te levantas como hoy, sin ningún propósito o intención determinados. ¿Por qué habrías que tenerlos? ¿No basta estar vivo? ¿No es bastante haberla visto a ella a tu lado y haber respirado juntos? Haber comenzado el día en ese espiarse el uno al otro al borde del sueño, al borde de la vida que comienza, que continúa, que sigue como si nunca fuera a interrumpirse, como si no hubiera nada que la pudiera entrecortar. Toman el café, vas al jardín con ella y esperas que se quede. Talvez siempre soñarías con un día en que ella no se fuera, un día en que ella se quedara en casa. Hablan en la mesa, desayunando. Recordarías para siempre este día. Hacer poesía de las piedras. Eso fue, eso es tu vida. Hacer poesía de las piedras. Vuelves a casa y escribes estas cosas mientras los autos pasan, incesantes. Un poema de Borges, Límites, te recuerda lo humano. Saber lo que se quiere, aunque sea un arduo camino. ¿Lo sabrías un día? Hacer poemas de las piedras. Poemas de las piedras. Hacer poemas de las piedras. Eso fue, eso es, eso será para siempre tu vida. Hacer poema de las piedras. Recordaron los días en que se encontraron. Los días en que se esperaban, distantes, soñándose. Recordabas, recuerdas ahora una canción que cantabas en Ipiranga. Que é que há, ¿te acuerdas? Sabías ya de ella sin saber. De algún modo sabías. Dios, que todo lo sabe y dispone o permite, hizo el camino hasta unirlos, hasta este día de febrero en que estas líneas se escriben y las lees.

sexta-feira, 12 de fevereiro de 2010

Um dia

Esse dia, acordara sem nenhuma finalidade ou propósito determinado. Apenas essa velha sensação de surpresa: estou vivo. Respiro. O corpo pulsa, respira. Um vento entra pela janela e ouço o som das folhas dos coqueiros. Os pensamentos velhos repetidos, o sonho que volta. Tu indo atrás de portas que eu ia abrindo e sempre estavas mais além. Quando te encontrava, aparecia teu rosto como o de Amanda. Tirava as plantas do jardim e uma sensação de alívio vinha. Bebia água. Mais um dia..

terça-feira, 9 de fevereiro de 2010

Vacaciones

Decidió tomarse unas vacaciones en serio. Dejar de obligarse a esto o aquello, lo de más allá. Simplemente permitirse estar sin hacer nada, sin culparse ni exigirse nada. De pronto, se dio cuenta de que la vida era muy linda, sin peso, algo que iba por sí mismo.