sexta-feira, 29 de abril de 2011

La persona

Esta mañana leía un cordel que un compañero hizo, sobre “La terapia comunitaria en la recuperación de la persona humana”, un artículo mío que en este mismo año de 2011, un amigo, en Mendoza, publicó en la revista La Nave. Me emociona porque son cosas profundas y verdaderas, reverberando en gente sensible. Son cosas que le hacen bien a quien, como yo y como tantos, en el pasado y en el presente, y con certeza también en el futuro, soñamos con una humanidad más humana, con una persona autónoma, dueña de su propia vida, aquella con que el Zarathustra nietzscheano soñaba, capaz de hacer girar las estrellas alrededor de sí. La persona que es un comienzo. Esa persona soy yo, eres tú, somos todos cuando nos damos cuenta de que todo lo que necesitamos está en nosotros mismos, sólo necesitamos saberlo, recordarlo, traerlo de nuevo al corazón.

terça-feira, 26 de abril de 2011

Tempo de desconto

Em muitos sentidos, considero a minha vida atual como um "tempo de desconto", como se diz quando a partida já terminou e o jogo é prorrogado por mais alguns minutos. Neste caso, são anos. Nem sempre tenho esta noção clara, mas quando, como hoje, contacto alguns velhos amigos/as dos meus anos moços, isto torna-se me claro. É um tempo de brinde, um tempo dado, um tempo de graça.

quinta-feira, 21 de abril de 2011

Jueves Santo

De pronto se acumuló tanta vida en tu vida, tantos hechos, lugares, personas, situaciones, pensamientos, sentimientos, que de pronto quisieras con todo eso hacer alguna cosa, como darle forma y ponerlo en las páginas de un libro, contar la vida que es la vida, la vida que viviste desde el comienzo, desde tus primeros días en ese cajoncito de madera que mamá había lijado por dentro y en el que te sentías como un rey, allá en la casa de los cosmos, en el carril Sarmiento, hasta esta mañana de jueves santo en que la lluvia, en que María, en que papá, en que Leo, Arturo, los chicos, la gente de la Terapia Comunitaria, los amigos de la Teología de la Liberación, Los Beatles, John Lennon, Van Gogh, Adalberto Barreto, toda tu vida, todas tus vidas. Aquella jornada en la Policía Federal en Buenos Aires en 1977, el miedo de la muerte, la decisión de subir la escalera que te llevaba a los pasaportes observados. Observar lo que vino después, las flores de este lado, liberarte de la lagartija, saber que vos podés, que sos bueno, que la gente te quiere porque sos bueno. Y esta mañana en João Pessoa en que la lluvia, en que Cortázar, Borges, Bécquer, Fernando Pessoa, la poesía, os prosemas, Comblin, Jesus, ah, no, ya no pongas más nombres fuertes que la lluvia, que el jueves santo, que Los Beatles. Pero por qué no, si quiero decirlo lo digo y se acabó. Se acaban los nombres. ¿Qué digo? La lista de nombres es infinita y me acuerdo de todos y de cada uno, de cada cara, de cada ser que vi desde el momento en que abrí los ojos y empecé a ver que en el mundo había gente y que los malvones, las macetas, las baldosas, el ti-co-ti, Tica, la empleada que nos servía en café con leche hirviendo, Mamina, Chogo, el tren, el mercado central, el Liceo Agrícola, el Universitario Central. Los asados, las caminatas, las guitarreadas, la bicicleta en la montaña con el Daniel. Nada de nombres, che. Por qué no nombrarlos, Tric y Trake, el Doctor Merengue, te acordás del Doctor Merengue y su otro yo? Pues yo me acuerdo, si no no te lo estaba contando ahora. Y la lluvia se va parando, o va dejando de llover, o disminuye la lluvia, no sé cuál sería la expresión correcta. Lo cierto es que el sonido va siendo cada vez más tenue, como las teclas de este teclado en que escribes estas cosas y ya vas dejando que los sonidos de las teclas y las gotas, de a poco vayan cesando hasta oír los pasos de ella llegando a la salita y diciéndote alguna cosa y la mano en el pelo, buen día, amor.

terça-feira, 12 de abril de 2011

Prosa e poesia

Deixara-se ir pela ladeira da memória. A cidade perdida de Marte, de Bradbury. A cidade e as estrelas, de Arthur Clarke. Nas montanhas da loucura, de Lovecraft. Esse mundo sem fronteiras e sem ideologias, essa terra que se estendia em todas as direções, acolhendo-o, acolhendo o mundo, a vida, tudo que existe. O mundo da literatura, dos contos, dos romances. Outro, é o mundo da poesia. Um mundo também sem proprietários. Um poeta prossegue as rimas dos outros, a construção é anônima e sem outro alvo que ela mesma, esse algo que não pode ser alcançado de outra forma. Borges o disse na Arte poética. A alusão. É um mundo de alusões. O poeta busca o que está ali, dentro dele e ao seu redor, e o traz para o lado de cá, o lado do efêmero, e nesse efêmero enxerta a eternidade.

domingo, 10 de abril de 2011

El camino, ensayos sobre el seguimiento de Jesus, por José Comblin (conclusión)

"Jesús no vino a destruir a la religión, sino a llevarla a su perfección. Esta perfección está más allá de la religión. Ésta necesita ser reorientada constantemente para transformarse en preparación para la vida cristiana y no ser un fin en sí misma –lo que es una tentación permanente, aún que inconsciente. La vida que Jesús vino a enseñar es muy simple. Pero esa simplicidad es, para nosotros, la ciudad puesta en la cumbre de la montaña, de la cual nos acercamos sin nunca poder alcanzarla, pero con la esperanza de que finalmente un día la alcancemos, después del actual caminar. Aquí en la tierra la vida es un permanente combate entre el amor y la resistencia al amor –que es el pecado. Esto nos muestra la necesidad de que la religión esté en permanente cambio, para que se transforme en ayuda y no en obstáculo para el crecimiento de la vida. El mensaje de Jesús es siempre el mismo, pero la religión varía de acuerdo con la variación de las culturas.

La salvación es el amor. Quien ama está a salvo y ya pasó de la muerte a la vida. La muerte física no lo cambiará. Lo que era en su vida terrestre amor, permanece para siempre. La única realidad de este mundo que permanece para la eternidad es el amor."

José Comblin, El camino: ensayos sobre el seguimiento de Jesús. Traducción de Rolando Lazarte. (São Paulo: Editora Paulus, 2004), p. 227

sábado, 9 de abril de 2011

Comblin

En estos días que han pasado desde la partida de nuestro querido amigo y maestro José Comblin, muchas veces he pensado en qué es lo que ha hecho de él alguien tan singular. Y la respuesta es siempre la misma: él no buscó ser seguido, no trató de crear adeptos, no quiso que se lo tomara como ejemplo. En todo lo que recuerdo de él, especialmente en una frase que fue el tema en un retiro (Beber del propio pozo), se resume lo que para mí hace de Comblin un verdadero guía: él llama al ser humano de vuelta a sí mismo. No hay en sus libros afán doctrinario o proselitista, no trata de convencer al lector de la veracidad de sus opiniones o argumentos. Por eso muy adecuadamente se lo llama a Comblin de una persona libertaria. Conocí Comblin a fines de 2008, es decir, a partir de esa fecha empecé a verlo con cierta frecuencia en las reuniones que se organizaban alrededor de su persona, en el Sitio São José, en Bayeux, un barrio pobre de João Pessoa. Ya lo había visto una vez en la casa de Dom Fragoso, en el barrio José Américo, otra área pobre de la capital paraibana. Supe que era especialista en el Espíritu Santo. Después empecé a leer sus obras, y fui encontrando en este sociólogo lúcido y claro, a veces cortante en sus expresiones, un amparo para mi propia caminata como sociólogo en acción en la Terapia Comunitaria, obra del antropólogo y teólogo Adalberto Barreto. El mosaico continuaba formándose, más claramente. Ahora que ya han pasado casi dos semanas desde tu partida, tengo certeza de que hay personas que dejan un trazo luminoso en nuestras vidas, y no es porque hayan querido ser imitadas o copiadas ni seguidas, sino porque al ser ellas mismas como vos fuiste, nos enseñan a ser nosotros mismos a cada instante, como respuesta radical a un sistema alienante y despersonalizante.

quinta-feira, 7 de abril de 2011

Beatlemania

A veces me enfermo muchísimo de la cabeza por cosas que no tienen nada que ver. Como ser la normosis, o sea la patología de la normalidad, o ver el mundo sin alternativa y uno como un conejito de indias caminando al matadero sin chistar. Pero estas son cosas que a uno se le pasan si acude, como acudí esta mañana, a un viejo e infalibe expediente, de escuchar una vieja y buena música de Los Beatles. Son cosas simples. Recordar buena gente que conociste en tu vida, o lugares donde la pasaste rebien, o personas a quienes amas, no importa dónde estén. De pronto oír estas canciones, o canciones que llevo dentro de mí, o pensar en la arena esta mañana en la playa, todas esas formas dibujadas en el piso, y yo buscando el control remoto del portón que se me había caído. In my life, está tocando ahora. La reunión con los amigos esta mañana, ese ceremonial de esperarse, de escucharnos unos a los otros, de recopilar tantas charlas, tantos encuentros. O simplemente escuchar esa voz con que la canción concluye y otra vez eres ese joven de otrora, un joven sorprendido de estar aquí, ahora escuchando Norwegian Wood, y no sabes si estás allá y entonces, o aquí y ahora, o si aquél allá y este aquí y este ahora, son un solo y único tiempo. Oyes la canción que habla de una chica que se fue, y los sones vienen a ti y oyes otra vez la misma canción, pero no eres y eres el mismo. Es la magia del tiempo, la magia de esta cosa tan simple que es volver a ti mismo y ver que nada cambió, eres el mismo, no pasó nada, todo está como era entonces.

quarta-feira, 6 de abril de 2011

Lembrança de Comblin

É grande a tentação de vir a público dizer algumas coisas sobre a partida do nosso querido e inesquecível Padre José Comblin. Talvez seja necessário e oportuno, talvez não. Talvez seja mais o silêncio e o recolhimento, que nos permitam guardar com mais fruto os ensinamentos de alguém que, com tanta sabedoria, soube ser simples ao ponto de ter conseguido ser, e continuar sendo, apenas aquele que é. Esta é a qualidade que mais admiro em alguma pessoa: ela ser quem ela é. Quando é um escritor quem consegue isto, ser os seus escritos, a obra está completa, ele conseguiu. Sou um escritor, e isto é o que mais admiro em quem escreve. O escritor, o poeta, são os seus escritos. Eles não usam os escritos para se comunicar apenas, não usam a palavra como meio, mas são a palavra, são os escritos. Depois da sua partida, a sua presença começa a vir com mais completude, é como se ele, que estivera disperso em tantas recordações, em tantas leituras e reflexões, nesses poucos e inesquecíveis momentos em que tive a oportunidade de estar com ele, seja em grupo, seja em algumas das nossas caminhadas pela beira mar em Cabo Branco, é como se todo esse ser, com quem conversei poucas mas substanciais coisas a respeito das dores que a ditadura nos legara, sobre o ser poeta, esse ser que fazia o sinal da cruz repetidas vezes sobre o seu corpo, esse ser cuja memória fora tão apropriadamente evocada na missa de sétimo dia na Igreja de Nossa Senhora de Guadalupe pelos vários padres ali presentes, pelo público em silêncio significativo, é como se todo esse ser, esse único ser, esse ser de luz que vai ganhando mais e mais espaço na minha alma e, acredito, na alma de tanta gente por esse Brasil afora, por essa América Latina afora, esse Comblin que é os seus escritos, é o seu sorriso, é a sua presença de braços cruzados nas reuniões na sua casa do Sítio São José em Bayeux, a nos olhar e a brincar com esse seu tão próprio senso do humor, é como se esse Comblin que ontem reencontro em “O Caminho, ensaios sobre o seguimento de Jesus”, a dizer da vida como peregrinação, o ser e o ter, o amor como a centralidade da vida, é como se esse Comblin que vem cada vez mais a mim, a este presente, a esta hora, fosse já não Comblin mas a própria vida, a lembrança da luz que somos, como tão adequadamente o Padre Josenildo (se este é de verdade o seu nome, nunca sei sei ao certo isto), ou então o outro padre, o primeiro a falar, o padre negro cujo nome não sei, que começou evocando Comblin. Já não é mais um ser que se foi, alguém que morreu, embora seja. É esse que se foi, mas é um que está cada vez mais aqui. E é por estares cada vez mais aqui, que te agradeço, que agradeço à vida a graça de ter podido te conhecer, embora muito brevemente. Porque é um ser tão presente e tão simples e profundo como tu, que me lembra da simplicidade e da profundidade da vida. O amor é o começo, o meio, o fim. É algo a ser conquistado, ou talvez esteja tão aqui, que com a tua presença nos queres recordar constantemente isto. Ontem lia “O Caminho, ensaios sobre o seguimento de Jesus”, e agradecia, como agradeço nesta manhã, a clareza do ali dito, e agradeço a quem me emprestou o livro e a quem, na missa da segunda-feira passada, enfatizou este livro com tanta contundência, que aqui estou, tentando, mais uma vez e sempre, ir para lá, para essa Jerusalém que está aqui agora, no meio dos afazeres cotidianos. Quem ama não morre. Não morres, vives.

domingo, 3 de abril de 2011

Sociologia itinerante

Disponibiliza-se aqui o conteúdo de um livro até agora inédito: http://www.4shared.com/document/OeGcTXlt/sociologia_itinerante__vers1_p.html Nele podem ser encontrados eficazes antídotos contra males dos tempos atuais, tais como o tédio. A sociologia é uma interessante forma de libertação da consciência, quando recuperada pelo senso comum que todo ser humano possui, desde que ponhamos em ação a nossa capacidade de brincar, de sonhar, de criar, de acreditar que as mudanças podem e devem ser realizadas a partir de seres humanos novos, renovados.