sexta-feira, 31 de dezembro de 2010

Integración

Con el pasar del tiempo, todo va teniendo un sabor de recuerdo, de evocación: miras las calles y las plantas, los edificios y la gente, las flores y las nubes en el cielo, y de tanto haber visto ya nubes en el cielo y plantas y calles y veredas y gente y tiempo, todo es ya como que una recordación y tú, sutilizado, cada vez más parte del paisaje.

terça-feira, 28 de dezembro de 2010

Resúmen

A veces quisieras escribir tu mejor escrito, como si hubiera un escrito final, uno que resumiera todos tus pasos, todo tu vivir, lo que fue cada momento, cada instante, cada segundo. Como si pudieras, en un único renglón o en una única hoja, resumir lo que fue y lo que está siendo, lo que ha sido y lo que será toda tu vida. Un escrito que dijera todo lo que fuiste y lo que eres, tus sueños y tus deseos, tus logros y tus errores, tus victorias y tus fracasos. Un escrito que alguien pudiera mirar y dijera, sí, son ellos, o fue él, o, sí, yo lo conocí, yo estuve con él en un café y conversamos, supe algunas cosas, oí alguna de sus canciones, ví unos cuadros suyos, fui su amigo, o al menos, conocí algo de ese ser que está aquí, ahora, que es estas líneas, estos trazos, este rostro, esta cara que me mira desde el fondo de un espejo.

Sueñas con ese escrito, ese texto que es una sola letra de muchas letras, que juegan entre sí, como un calidoscopio que refleja lo que sos, lo que fuiste, lo que podrías ser y no fuiste, tus viajes, tus recuerdos, tus trabajos, tus trajines, los caminos por donde anduviste, las mujeres que amaste o admiraste, las flores que viste en los jardines o en los campos, los lagos y los mares, las lluvias, las nubes en el cielo mientras el sol, mientras la luna. Tus juegos de niño, las noches oscuras, el miedo que empezó a iluminarse cuando la conociste a ella y empezaste a juntar tus pedazos, empezaste a ser uno solo otra vez, este que esta noche escribe estas cosas como un juego, como un niño que apenas trata de decir lo que siente, lo que la vida fue haciendo con él y él con la vida.

Sobre la crítica

“Siempre fue más fácil criticar”, leía, ayer, en Linhas Tortas, de Graciliano Ramos. De hecho, esto es verdad, y no me parece que haya que detenerse mucho en su contenido, para enfatizar la diferencia que existe entre una postura de crítica y otra u otras que no se detienen en lo que está mal, en lo que no nos gusta, en lo que no sirve, en lo que es malo. Esto, que puede parecer una perogrullada, no lo es. No lo es, y voy a decir por qué. La crítica esconde algún tipo de cobardía, un cierto tipo de desprecio por el otro o por los otros, por algo que no se coaduna con nuestra forma de pensar o de ver el mundo. No estamos de acuerdo y lo decimos, esto es la crítica. Yo sé que hay un enorme número de personas que irá a decir, pues lo dice todos los días, que hay que decir lo que está mal, que no hacerlo es conformismo. He oído decir esto desde que era joven, hace ya mucho tiempo. Sin embargo, ya en aquél tiempo, como también hoy, sigo creyendo que la crítica es un poco el lugar del cómodo, del que prefiere no hacer nada y creer que hace algo al decir lo que los demás no hacen o hacen mal. Si mirás los diarios o la televisión, verás un desfile de descripciones de lo que está mal en el mundo, en la ciudad, en la nación, en la vida de no sé quién. No es que esté mal en sí mismo decir lo que está mal, no me entiendas mal. Es que la mera actitud crítica, nunca hizo ni hará nada, nunca hace nada, y se cree lo más importante del mundo. Creerás rebatir este argumento diciendo que Marx, que Kant, que Paulo Freire, fueron críticos y construyeron, fundamentaron nuevas formas de ser, hacer, pensar y sentir a partir de la crítica. Yo te diré que en ellos la crítica fue necesaria pues estaban construyendo una nueva visión de mundo, y era necesario destruír lo viejo. Jesus hizo lo mismo. Pero en ninguno de estos casos, lo fundamental fue la crítica, sino el sentimiento de que había que construír algo nuevo. Esto es lo fundamental. La crítica puede haber sido, en estos casos, importante, pero como medio, nunca como fin. No es lo que se ve en el negativismo de cierto criticismo criticón muy de moda, tan estéril como cómodo, pasivo, meramente destructivo, que se complace en señalar lo que no está bien, lo que está mal, lo que hay que cambiar. ¡Pero no cambia nada!

segunda-feira, 27 de dezembro de 2010

Realidad

A veces los libros, piensa en los libros, en los libros que hay en varias partes de la casa. Pero no piensa pensando, como alguien podría estar acostumbrado a pensar. Piensa sintiendo. Siente los libros, los climas, las historias. Vagamente los autores y sus ambientes se le hacen presentes. Esta tarde, por ejemplo, se rodeó de un libro de Edgar Allan Poe, otro de Jorge Luis Borges, uno de Fernando Pessoa, otro de Graciliano Ramos y uno, por fin, de Carlos Fuentes. Leyó algunos poemas de Fernando Pessoa, lo suficiente como para recordar algunas de las cosas que Fernando Pessoa le recuerda. Leyó la "Composición escrita en un ejemplar de la gesta de Beowulf", de Jorge Luis Borges. El comienzo de "La muerte de Artemio Cruz," de Carlos Fuentes. Hojeó algunas líneas de Eleonora, de Edgar Allan Poe, en Historias Extraordinarias. Y se puso a ler el primer escrito de "Linhas tortas", de Graciliano Ramos. Se rió con Fernando Pessoa y con Graciliano Ramos. Disfrutó del alejarse de un presente demasiado presente, de un aquí y ahora demasiado aquí y ahora. De algún modo, había estado necesitando volver a tenerse sin rótulos, del modo simple como alguien puede ser simplemente la persona que es. Y se lo debe a estos y otros libros. A la convivencia con escritos y escritores. Al hecho de poder, gracias a los libros, olvidarse, pues es necesario olvidarse, de un tal aquí y ahora demasiado exigente.

Soy feliz

Hoy me levanté decidido a ser feliz. Soy feliz. No empezaré con disquisiciones sobre lo que es la felicidad. Soy feliz y eso es todo. Soy feliz y eso basta. Soy feliz porque quiero, porque me gusta, porque me hace bien y ya está. Ayer ví a Carlos Fuentes, el escritor mexicano, dando una entrevista en la televisión. Mucha información y poco significado, decía. Contaría tantas cosas, hay siempre tantas cosas para contar.

sábado, 25 de dezembro de 2010

Repercutiendo

Es un sábado a la noche, como tantos sábados. Anduviste por la beira mar mirando la gente y el paisaje. Las luces de las balsas sobre el mar, el barranco de Cabo Branco. El jardín regado. Las plantas mojadas. La tarde que se iba yendo mientras ibas viniendo. Miraste los libros en la biblioteca. Tantos libros. Hojeas uno de Khalil Gibran. Lo dejas. Tantos libros. ¿Cuántos habrías leído en tu vida? Niño. Tu conciencia de niño, o una de las conciencias que tuviste cuando niño. Pensabas esto mientras salías de casa. Volver a ser niño. Volver al niño que sos. Paz. Te da paz pensar en esto. No sabes si sabes en verdad, verdaderamente, cómo eras cuando niño. Lo sabes sin saber. Es de esas cosas que uno sabe sin saber que sabe. Recuerdas las flores del jardín esta tarde. Los colores violeta, rojo, amarillo, naranja. El pasto mojado. La gente pasando por la calle en dirección al mar o volviendo del mar, ese antiguo ser. Borges. “Dios, que salva el metal, salva la escoria, y cifra en Su profética memoria las lunas que serán y las que han sido”. “Hay en el sur más de un portón gastado, con sus jarrones de mampostería y tunas, que a mi paso está vedado como si fuera una litografía”. Límites. Everness. Puedes elegir lo que recuerdas, pero recuerdas todo. Hay cosas que te hace bien recordar, y otras no. No las has de olvidar, pero puedes elegir qué hacer cuando vienen esos recuerdos que no quieres, que te hacen mal, que entristecen tu alma. “No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten menos el del corazón”. Cortázar. Recuerdas la charla con ella anoche, y esta mañana, o esta tarde, no recuerdas. Estos días de fin de año, es como si el tiempo se hiciera un poco extraño, como si el tiempo se resumiera, como si esta Navidad fuera todas las navidades, pero sin un tono de tristeza. Como si la vida se hubiera resumido, como si todo fuera una alusión, un recuerdo, una reverberación. Todo es un eco. Todo repercute, y tú repercutes en el todo.

sexta-feira, 24 de dezembro de 2010

Conocimiento

Hay una cierta edad en la cual la brevedad ya no es una conjetura sino una certeza. El tiempo es muy precioso cuando es muy poco.

domingo, 19 de dezembro de 2010

Un solo país

Hay una Argentina de cuando estoy afuera y otra de cuando estoy allá. Pero ¿cuándo uno está fuera de su país, si el país es uno mismo? Esto es cierto, pero me refiero al país externo, ese que está fuera de uno, la ciudad de Buenos Aires o Mendoza, los aeropuertos de El Plumerillo o Ezeiza, el ómnibus de Tienda León, las veredas y los taxis, los bares y los kioskos, restaurantes, el país de afuera. Cuando estoy de afuera, el país de afuera está adentro, es un recuerdo. Cuando estoy adentro, no me acuerdo de que hay un país de afuera y el país me parece el mismo país que dejé hace ya tantos años. Un país de historias en los libros, de sueños de un día tornarse un país. Si hay dos Argentinas o talvez más, parece un juego, pero es verdad. Hay veces que sé bien clarito en la cabeza, que son dos países distintos, y me río de mí mismo por ser tan crítico de un país de tiros y balas, de policía y ejército en la vida de cada uno. De iglesia y balcón de la Casa Rosada, de la casa de Gobierno. Pero hay otro país que he recordado mucho en estos días pasados. Un país sin generales ni tortura ni desparecidos, ni crímenes contra la humanidad. Una Argentina, un país de chico, de acequias y barquitos. De parras y montaña. Últimamente, te cuento que este país está más que el otro. Es un país de niño, de patio con malvones y juegos en el piso. Los juegos en la vereda, los vecinos, el verdulero italiano y el gallego del almacén. Cada vez más este país, menos el otro. Cada vez más una Argentina, una Mendoza, muy chiquitos. Me veo en ellos o soy ellos. Un solo país.

¿Qué hacer?

¿Qué hacer un día como este, en que ya anduviste por la playa, nadaste, hiciste gimnasia al borde del mar, seguiste a una bella mujer, volviste a tu casa a nadar, a ver la flores, a ver qué harías un día como éste, en que los pajaritos cantan, en que el pasado viene en olas y miras esta bella mujer que está aquí contigo, dentro tuyo, todo el tiempo?

sábado, 18 de dezembro de 2010

Buen día

Esa mañana se había levantado renovado. Recordaba la noche anterior. Aquellas mujeres bellísimas. Pero no es eso lo que deseas relatar ahora. Ahora los pájaros cantan en el día que comienza. El aire de lluvia, mojado, aquel olor característico. Un sueño muy antiguo está más cerca. Te sientes libre. Te sientes bien. Sales a caminar. Tanta vida, tanta paz.

quinta-feira, 16 de dezembro de 2010

Naturaleza

Esa tarde, finalmente se dio cuenta de que aquella extrañeza era su propia naturaleza, no porque la buscara, pero porque era su propia manera de ser. Entonces sintió un alivio profundo. La perplejidad que durante tantos años lo acompañara, a respecto de sí mismo, daba lugar a una sensación de comprensión, de integración, de paz.

domingo, 5 de dezembro de 2010

Autonomía

Ese día te habías levantado con la firme determinación de ser tú mismo, de no importarte con el qué dirán. Quieres ser tu propio universo, tu propio país, alegría, paz, amor. Ser vos mismo, el que siempre habías sido. Te levantaste temprano y ahora anotas estas cosas que te guiarán durante el día. Alegría. Autonomía, independencia, paz.

sexta-feira, 3 de dezembro de 2010

El hombre eterno

El hombre eterno andaba por las calles. Era todos los seres humanos del mundo. Iba hacia todas las direcciones y venía desde los confines del universo. Era todo lo que es, lo que fue, lo que será. Lo veías andar por las calles y no podías olvidar su rostro. Reunía en sí todo lo que es el ser humano. El hombre eterno.

segunda-feira, 29 de novembro de 2010

Claridad

Esa mañana, estaba como lejos. Me vino una oración de las que debo haber aprendido de chico, con mamá. Oré a Dios de una manera simple, como hacía mucho no lo hacía. De pronto, todo comenzó a aclararse.

domingo, 28 de novembro de 2010

Redenção

Voltando do encontro nas Ocas do Indio, tentaria dizer o que vivera nesses dias sem igual. Unidade, identidade, integração. Fora a primeira vez que, de fato, estivera inteiro na reunião dos TCs. Tanto afeto. Valia a pena, sim, valia a pena fazer parte, ser parte dessa rede. Redenção. Obrigado. Vamos em frente!

quarta-feira, 24 de novembro de 2010

Método

Hay días en que andas en busca de tí mismo. Has ido a la playa, has visto el mar y la gente andando por la arena, has vuelto a casa y ahora escribes estas cosas, pero una sensación de tristeza, de abandono, no te deja. Es algo muy antiguo, y te preguntas por qué. Rasguñas las piedras y tratas de saber, tratas de encontrar la razón por la cual, en un día como hoy, todo bien en tu vida, estás como triste, abandonado, como sin ti. Te lo has preguntado muchas veces a lo largo de tu vida. ¿Te faltan tareas? ¿Te falta un método? ¿Autoaceptación? Por ahí va la cosa. ¿Sensación de realización, de deber cumplido? No te exijas tanto. Hay días de sol brillante y días opacos, aunque el sol brille. Has buscado toda tu vida cuál sería tu método, tu forma de ser, de vivir, de actuar. A veces la has encontrado, pero se te escapa otra vez. Tratas de tener una rutina fija y uniforme, pero no va contigo. Escuchas los consejos y te preguntas, en este día en que navegas por las horas como un náufrago, si tu balsita irá a llegar a la orilla, cuál será esa orilla, y te dejas llevar, el mar de la vida te va llevando, y llegarás. A tu modo, a tu tiempo.

terça-feira, 23 de novembro de 2010

Revolución

Hay días en que te levantas y enseguida, después de ver la claridad en el cielo, después de tus primeras elevaciones de pensamiento, de haberte preguntado ya tantas veces qué sería empezar el día espiritualmente, centrado en Dios, simplemente acatas el hecho de que haber empezado el día, estar aquí respirando y sintiendo, pensando y escribiendo, es, en sí, una oportunidad para que vivas Dios, de las formas como se te vaya presentando durante el día, sin olvidar que esta revolución de estar presente, de ser tú mismo todo el tiempo, de ser pleno y feliz en la circunstancia que te toca vivir, es la única revolución que vale la pena, la única posible, la única totalmente, enteramente en tus manos. Sé feliz, eso es todo. Ve en paz.

domingo, 21 de novembro de 2010

Vida

Hay días en que quisieras decirle muchas cosas a la gente, a la hoja que te recibe al final del día. Quisieras escribir de modo de dejarte en el papel, de modo de dejar en el papel todo el sentimiento que la vida te despertó, todo lo que la vida despertó en vos dejarías en el papel. Una noche así, cuando el día llega a su final, solo quieres decir: gracias, vida.

sábado, 20 de novembro de 2010

Testimonio

Algunas veces te pones a escribir, no por tener algo especial para decir, sino talvez para no sentirte tan solo. Quien sabe no sea un destino humano el de tener que buscar, constantemente, espacios de interacción con algo, con alguien, de modo a disminuir la sensación de soledad.

Esto no es un lamento, no me entiendas mal. No estoy tratando de disculparme, y menos aún, pensando que podría hacerlo en nombre de la especie. La humanidad es algo tan vasto, tan imposible de abarcar, y aún de entender por una persona individual, que trato de evitar posturas tan amplias que puedan resbalar hasta una pretensión tan inalcanzable.

Podrás estar preguntándote, querida lectora o lector, adónde quiero llegar con estas líneas. Me gustaría saberlo. Talvez sea, como dije al comienzo, solamente una tentativa de disminuir la sensación de soledad. Talvez algo más, talvez un intento más ambicioso, esta noche de sábado.

No nos toca, como seres humanos, otra cosa que intentar descifrar el enigma de nuestra propia existencia, intentar convivir con el asombro de estar vivos, de estar respirando, de ser una persona con una historia personal, con una familia en la que naciste, que se expandió, creció, se hizo más amplia, y fuiste creciendo con los libros que leíste, con las cosas que viviste, con lo que elegiste vivir y lo que no, lo que te fue impuesto, no sabes si por destino o por imposición nomás de circunstancias que te forzaron a dar a luz lo mejor de ti mismo, en medio a personas que estaban a tu lado y que también eran presionadas a dar a luz lo mejor de sí mismas.

La vida fue pasando, ya no eres joven, no de cuerpo al menos, no lo sabes cuanto al alma o al espíritu, y el hecho de estar esta noche de sábado escribiendo estas cosas, hermanándote, por este simple hecho, a tanta gente que en el mundo, hoy como ayer, y con seguridad mañana, estarán como vos, tratando de dar testimonio –llegó la palabra, al fin— de este misterio que es estar vivo, este misterio que es ser un ser humano individual, en el cual se reúnen tantas personas, tantos hechos, tantos acontecimientos, libros, tardes, noches.

Seguirías escribiendo pues escribir es como un unirte a una tela infinita, a un tejido sin fin que se extiende en todas las direcciones, como la tela de una araña, uniendo todo con todo. Pero de pronto en algún instante has de dejar de teclear en este teclado que ya tiene algunas letras borradas de tanto escribir, deberás asumir el mero hecho de existir del otro lado de la hoja donde estos ojos te leen, y deberás, como todo ser humano, mortal como tú, heredero de tantas tradiciones, ir simplemente a dar un paseo por la playa o, como dice mi prima, por la peatonal al borde del mar.

Permanencia

Hay días en que quisieras irte muy lejos, remontar el río hacia la naciente, bien arriba, y quedarte en la distancia, donde nada pudiera alcanzarte. Recostarte en el origen y allí quedarte, permanecer, ser. Días así como hoy, que comienzan y demoran en llegar, demoras en llegar pues te has ido a algún lugar muy lejano, tan lejos y sin embargo aquí, en esto, en medio de las actividades del día. Te preguntas por el Atman, el yo verdadero, el que no muere, el alma. Hojeas algún libro antiguo y te vas hacia esos lugares supremos, más allá del tiempo y de los cambios, pero sigues aquí, en el tiempo y en los cambios, en la vida cotidiana. Alguna flor te alegra, miras sus colores. Ves un árbol. El agua. El sol, el calor, el día que va pasando, las cosas que oíste. Las plantas.

domingo, 14 de novembro de 2010

Traerse

Esa tarde, no tenías nada en especial para escribir. Ninguna historia o pensamiento en particular para compartir. Talvez solamente algunas impresiones, muy internas, pero no tanto que no puedan ser socializadas. No que lo fueran por primera vez, no, no es la primera vez que dices que el amor es un lugar, que libros son lugares, que escribir es uno de tus modos predilectos, sino el preferido, de traerte de vuelta, de darle una mano a quienes como tú, pelo mundo afora, tratan de traerse de vuelta también, en ese mutirão gigantesco que es la vida, que es el existir. Muchas veces lees mensajes de algunos amigos o amigas, algún pariente muy cercano, donde percibes unos ecos muy fuertes, un sentir profundo. Entonces sabes, tus palabras son como el tocar de una guitarra, el son de un poema, el canto de un pájaro que canta en el centro de tu pecho, en el interior de quien te lee. Esta tarde en que el sol calienta, algunas voces se oyen a lo lejos, es lo que tienes para compartir. Dejas que las palabras que te trajeron te lleven, y te vas a seguir el día, tarde abajo, pero no cuesta abajo, sino hacia arriba, siempre más arriba, hacia la eterna Altura.

domingo, 31 de outubro de 2010

Cumpleaños

Hoy pasé mi cumpleaños en familia, desde temprano. Una sensación antigua y nueva, perenne, de pertenencia. Alegría, agradecimiento. La familia consanguínea y la otra, la espiritual o afectiva. Una pequeñita, la otra extensa, interminable.

sábado, 9 de outubro de 2010

Minha fé

Nestes já quase dez anos de escrever e publicar na chamada imprensa alternativa ou de esquerda, tenho tido dois ou três episódios desagradáveis, de editores que por algum motivo, decidiam, de uma hora para outra, que os meus escritos não eram mais desejáveis. Não vou citar aqui os nomes, mas os atos. Os nomes não são ditos, mas aludidos, já que o que importa aqui não é assinalar vilões, mas condutas erradas do meu ponto de vista, uma vez desdizerem os pressupostos libertários que me animam. Nunca fui um esquerdista, se por isto se tem os adeptos desta ou daquela corrente seguidora do pensamento de Karl Marx, a quem considero, no entanto, um dos grandes benfeitores da humanidade, que nada tem a ver com as ditaduras erigidas no seu nome, e menos ainda com o controle da opinião e censura que vigoram em sites e publicações ditas “de esquerda” e aqui as aspas são imprescindíveis, já verão os leitores por que. Quando digo que não sou de esquerda, isto significa que eu não me alinho com nenhuma das correntes chamadas socialistas nem comunistas ou anarquistas, embora seja um simpatizante do socialismo, entendido como uma forma de vida em que as pessoas se tratam umas às outras como tais, como pessoas, como gente, e não como coisa ou mercadoria. Ao longo da minha vida, e isto já é dizer várias décadas de história da humanidade e da Argentina, Brasil, América Latina, mundo, estive sempre do lado esquerdo dos acontecimentos, do lado dos oprimidos, e seguirei estando, não como um “libertador”, mas como alguém que com eles se liberta. Discordei na minha já distante juventude, do esquerdismo por ser ateu, por materialista, e, muito mais ainda, por ser torpe e míope em relação à humanidade, ao subjetivo, ao lado interior da pessoa humana. Sou espiritualista, e isto está evidente nos meus livros e, mais, na minha vida diária, desde o começo da minha existência social. Isto não me faz propagandista de alguma doutrina ou crença, mas um praticante ou aprendiz, constante, do mistério do viver. Nunca pensei que a mudança de partidos no poder, de ideologias dominantes, pudesse fazer nada a não ser piorar as coisas, enganar mais ardilosamente os oprimidos para se deixarem submeter sem resistências. Tudo isto é para dizer, em tom de desabafo, que se publiquei ou ainda publico em algum site ou lugar virtual ou real, é somente enquanto posso dizer o que penso. A partir do momento em que começa a haver sugestões, advertências, coações, para me alinhar com esta ou aquela postura, caio fora. Não necessito de nenhuma publicação, e a qualquer momento estou disposto a ficar com meu meio direto de comuncação e ação, sem necessidade de espaços que depois de algum tempo, parecem querer se tornar donos da verdade. Não abro mão das causas que dão sentido à minha existência. São elas, em ordem de importância: o amor, a vida, a paz. Tive o destino de sobreviver a um extermínio executado na Argentina pelo nazismo local, financiado e apoiado por Estados Unidos, a pela Igreja católica, e a intelectualidade venal, isto sem contar, obviamente, os empresários e banqueiros, jornalistas, e outros. A vida torna-se muito preciosa para um sobrevivente. Sou um deles. Nada devo a alguma organização ou partido, embora serei sempre grato às pessoas e entidades que apoiaram a minha sobrevivência a partir de 1977. Tudo isto para dizer que estou a postos na minha trincheira de paz, de construção de um mundo melhor, sem subserviência a nada nem a ninguém. Acreditando que a liberdade de imprensa, sempre mais proclamada do que praticada, não é patrimônio de nenhuma ideologia ou seita, por mais de “esquerda” que se queira. E aqui se faz necessário dizer algo sobre estas aspas. Não vou entrar nesta distinção, apenas quero dizer que existe fascismo de esquerda, contrário à livre expressão das idéias, embora camouflado de estridências verbais, “anticapitalista”, o que é algo como não dizer nada. Quando a última publicação ou site dito progressista, de esquerda ou coisa que o valha tiver fechado as portas aos meus escritos, continuarei escrevendo como sempre fiz, com a minha vida, com meu modo de ser.

sexta-feira, 8 de outubro de 2010

Ser humano

Muchas veces he pensado que el ser humano es algo extremamente intrincado, minucioso, un entrelazamiento de muchas dimensiones, a comenzar por la estructura física, biológica, siguiendo con la mental, social, espiritual. Y si seguimos poniéndole dimensiones, nos vamos a lo político, literario, filosófico, artístico, religioso, económico, es de nunca acabar. Por eso me parece absurdo cuando veo que hay quienes nos quieren reducir a una única dimensión, como decía Marcuse, el hombre unidimensional. Pero no es para hablar de Marcuse, ni para embreñarme en discusiones sobre la unidimensionalidad, pero sí para tomar conciencia, en la medida de lo posible, aunque sea de manera aproximada, de la infinita variedad de mundos que existen, la indecible multiplicidad de realidades de que cada ser humano es titular, por así decirlo: o que se encuentra en cada uno de nosotros. Cuando te levantas a la mañana, como dice Borges, viene al presente todo el pasado. Sales a la calle, como dice Cortázar, donde la realidad se te viene encima como una magnolia, pero no la calle imaginada, el mundo mental, sino la realidad, las cosas que están allí, la gente de verdad, todo lo que existe. Vas a tomar el desayuno, y en la cucharita, en el azúcar, en el pan, en la leche y en el queso, en el dulce y las frutas, la realidad viene hacia ti de distintas formas, el trabajo humano, la industria, el comercio, la naturaleza trabajada. Lees el diario o un libro, ves televisión, vas al cine o al supermercado o a la feria, a la playa, y el día va desdoblándose de manera infinita dentro y fuera de ti, como en mandalas convergentes, una hacia adentro, otra hacia fuera, y tú, el punto de unión. El día va pasando, encuentras gente por aquí, por allá, por todas partes, ves flores, oyes el mar arrullando, los pájaros cantando, el ruido de los autos, música, la vida en su multiplicidad. Llega la noche, vuelve el nacer del sol, y te maravillas con esa bola de luz que sube por el cielo, como cuando eras chico, antes de que las clases de geografía te enseñaran que no es el sol que sube por el cielo, sino que es la tierra --que es una bola giratoria como todo lo que existe en el universo-- la que gira alrededor del sol. Pero dejemos la astronomía, que es también humana, o hecha por seres humanos, y volvamos a ti, transeúnte, pasajero de los ómnibus urbanos. Tú, ese entrecruzamiento de infinitas dimensiones.

quarta-feira, 6 de outubro de 2010

Ubicación

La vida es un juego sin reglas, o si las tiene, las vas descubriendo al tratar de jugar. Uno puede perderse, estar perdido durante muchos años o creerse perdido. Nunca sabes. A veces crees estar tu eje, y estás totalmente fuera de ti mismo, o muy fuera de ti mismo. De pronto todo se acomoda, vuelves a tu lugar. Todo está como debería ser, y tú, en tu lugar, donde debes estar, haciendo lo que debes hacer, todo en su lugar.

terça-feira, 5 de outubro de 2010

Presencia

Varios años atrás, mi madre Gita me hizo llegar por correo un poema llamado “No hay más patria que el sabio para el sabio”, que comenzaba así: “No se te ocurra, Fabio, el desconsuelo de pensar que en el orbe peregrinas, que quien nace con prendas tan divinas, nace a tener por patria todo el suelo. Que regiones distantes o vecinas, el ánimo no cambian sino el cielo. ¿Cómo te juzga ausente tu desvelo, pues te llevas a ti cuando caminas? No hay más patria que el sabio para el sabio.”

Desde entonces, y hoy muy especialmente, estas palabras han quedado presentes. “Vive presente a ti como has vivido, que en tu mano estará no hacer ausencia,” dice el poema antes de terminar con la frase del parágrafo anterior (No hay más patria que el sabio para el sabio)

Migrantes se hacen casa en sí mismos.

La culpa

En el camino de regreso a tí mismo, encontrarás diversos obstáculos. Uno de los más difíciles, la culpa. Tanto difícil de reconocer, como de remover. Puede estar tan escondida y camouflada (y generalmente lo está), que un sinnúmero de aspectos de tu comportamiento en relación a los demás pero fundamentalmente en relación a ti mismo, está condicionada fuertemente por ella, y no te das cuenta. Te invito a mirar tu conducta y a ver si encontrás en ella aspectos que te parecen demasiado obligatorios, como que no podés substraerte a ellos. Probablemente por detrás de los mismos, pueda estar la culpa. Si no podés decir que no, si decís no y te sentís culpable, si tenés una necesidad invencible por agradar y ser aceptado, talvez te estés culpando tanto que ni te des cuenta. Hay hechos de los cuales uno se avergüenza, y cree que todo el mundo los conoce. No nos perdonamos por haber hecho aquello que nuestra conciencia y nuestra moral, nuestro sentido ético, condenan. Pero no iremos lejos culpándonos. Es necesario comprender. Comprender que en aquella situación, fuimos forzados a hacer lo que hicimos. No lo hicimos por maldad o por perversidad, aunque hayan tratado de convencernos de esto. Y siempre hay quien lucre al culpabilizar a otros. Es impresionante la cantidad de conductas que dependen de la culpa. La ansiedad, la formalidad excesiva, el servilismo, la omisión, una necesidad excesiva de servir a los demás, de ser útil, pueden estar escondiendo algún comportamiento culposo. No hay recetas, ni estoy haciendo otra cosa que compartir pistas, que cada uno podrá examinar por sí mismo, y tratar de descubrir qué hay por detrás de ellas. Lo que puedo decir sin dudas, es que la libertad que se adquiere al perdonarse uno a uno mismo, abre un espacio de aceptación y auto-respeto, imprescindibles para que la persona se sienta digna y merecedora de la vida en sociedad.

sexta-feira, 1 de outubro de 2010

Volver

Estarías siempre volviendo. Ser humano es estar constantemente volviendo.
Volver a ser. Volver al lugar donde comenzó tu existencia, como dice el Martín Fierro.
Volver, ser humano es estar volviendo, siempre.

sexta-feira, 24 de setembro de 2010

Vida interior

Muchas veces has reflexionado sobre el sentido de esta expresión. Hay en ti varios sentidos, que guardas en tu corazón, porque han ganado significación a lo largo de los años. El principal: vivir en el corazón, en el centro interior, ese que se forma cuando te mueves, cuando tratas de indagar lo que es correcto hacer en tu pensar, en tu sentir, en tu acción.

sábado, 18 de setembro de 2010

Desideratum

Quisiera dejarte alguna palabra que te trajera de vuelta si un día te perdieras. Una palabra que te dijera que nada está perdido. Te diría algo para que supieras que no estás sólo, que estás contigo todo el tiempo. Esto lo sabes, aunque algunas veces lo puedas haber olvidado.

Ti co ti.

Buscabas un comienzo. Está en ti mismo. Veías los caminos de tu vida convergiendo. Esto ya lo habías dicho. ¿Cuántas veces lo dirías aún?

quinta-feira, 16 de setembro de 2010

Una mujer

Vengo de la playa. Ví una mujer hermosa, andando por la arena. Parecía una diosa, una pantera. Acompañé su pasar hasta verla desaparecer en la distancia, mezclada en la vaga multitud de los bañistas. Pensaba cómo ellas nos fascinan. Qué hay en la anatomía femenina que nos encanta. Ya he vuelto, pero no dejo de verla pasar en mi memoria.

quarta-feira, 15 de setembro de 2010

Mosaicos

A veces una persona se extraña tanto de sí misma, se pierde tanto para sí misma, que no solamente ya no sabe más quién es, sino que se cree ser algo muy malo que alguien le hizo creer. Algo tan ajeno a ella, tan opuesto a lo que ella es, y sin embargo se lo creyó porque se lo empujaron cuando era niño, cuando no podía defenderse, cuando no sabía lo que le estaba ocurriendo. Pero si te dieron vuelta, si te diste vuelta y sin saberlo te tornaste alguien extraño a vos mismo, un día podés darte cuenta y podés empezar a volver. No te digo que sea fácil, pero es posible, y está lleno de gente que vuelve. Muchas veces la enajenación fue tan grande, tan total, que creíste de verdad ser lo contrario que sos. Pero una parte tuya siempre supo, siempre sabe quién sos de verdad. Y en algún momento, en una circunstancia propicia, como que no sabiendo, empiezas a volver. Vas juntando tus pedazos, como un mosaico. Pedazos de vidrio, de azulejos, de ladrillos, y te vas juntando, te vas formando otra vez. De pronto la vida se me figura ser mosaico. Un día, un mosaico. Te levantas de mañana y vas a caminar por la playa. Ves el sol saliendo entre las nubes. Llegando silencioso entre las nubes grises sobre el mar. Y vas andando para un lado, siguiendo el ritmo del día que comienza. Los peregrinos de la aurora, como decía Ramón. Nunca lo olvidaste, lo traes por dentro. Ahora es de noche y oyes los perros ladrando, un auto a lo lejos. Mañana el grupo formativo.

A opção da falta de opções

A opção da falta de opções. Tenho assim batizado o aparelho propagador de imagens e sons que lá embaixo, na sala da televisão, e atendendo a esse mesmo nome, insiste em ser a opção na hora da falta de opções. Se mais jovem fosse, muito, mas muito mais jovem mesmo, iria à rua brincar com os amigos de figurinha, de amarelinha, ou iria andar de bicicleta ou à praça do bairro. Mas já não sou tão jovem, e as tais opções da mocidade não mais me são oferecidas. De modos que, querendo ou não querendo, numa hora como estas, num domingo como hoje, aparentemente não teria outra possibilidade de matar o tempo que a de sentar na frente da televisão. Para ver algumas jovens cantando, ou outros jovens pregando, ou então notícias do mundo ou da cidade, ou vistas de outras cidades ou povos, montanhas, lagos, animais, etcetera e tal. Nada demais, como programa de domingo. Os tais programas de domingo propriamente ditos, pouco me interessam. Visto um todos vistos. E quem já tem, como eu, e talvez alguns dos que isto lerem, muitos anos, já viu todos. As películas raramente merecem alguma atenção. Imagens correndo mais do que os carros na rua, em ritmo de telegrama, sem tempo para que você as veja. Enredos enredados demais para um homem simples como eu, que prefere ouvir as vozes que falam quando o mundo cala. Entrevistas memoráveis, de escritores ou escritoras descrevendo seu ofício, salvam a pátria. A opção da falta de opção é, de fato, uma falta de opção, a televisão.

domingo, 12 de setembro de 2010

Identidad

Alguna vez Fernando Pessoa, célebre por sus heterónimos, dijera: ¿Me habré transformado en nación? Alguien que creo que era León Rozitchner, escribió en La Nación, que Fernando Pessoa tiró abajo el mito de la identidad.

Saber esto hace bien, pues no es necesario creerse esquizofrénico para saber que uno es muchos. Y vos, ¿cuántos sos?

Cuando era, chico, me gustaban los chistes de Carlitos, que aparecían entre una historieta y la otra, en una revista de cuyo nombre prefiero no acordarme. Carlitos se disfrazaba, o mejor dicho, era distintos personajes. Ya andaba de avión con una caja en la cabeza, ya andaba en un auto que él mismo fabricaba, con una caja o con lo que tuviera a mano.

Este saberte muchos, lejos de ser una enfermedad, es un principio de salud y de sabiduría. Los que hacen teatro lo deben experimentar. De alguna manera, se disocian de un ser muy pegado a su esencia por lo cotidiano, por la fuerza de la rutina. Liberan su ser en el reconocimiento de la diversidad que anida en el interior de cada uno de nosotros.

Leo en Leonardo Boff sobre esta misma diversidad que existe en cada persona, cosa que los antiguos chinos ya conocían, los alquimistas y esotéricos también. Los 12 signos del zodíaco, sea occidental o chino, con sus subtipos, crean una fantástica diversidad hacia afuera y hacia adentro de cada ser humano.

Hoy se habla mucho de diversidad, mientras mucha gente insiste en aprisionarse en rótulos de los cuales un día deberá intentar zafase, si quiere conocerse de verdad, en el constante cambio de identidades que se procesa en cada persona.

Mundo literario

Andaba por entre los libros como quien anda por un universo propio. No porque pensara en ellos, o en sus historias o en los autores de sus páginas, sino porque entre él y los libros había una continuidad. Eran una sola cosa. Andaba por entre los libros como quien anda por los pasillos de sí mismo. Talvez fuese una de sus ciudades predilectas.

Allí no había conflictos que no pudieran resolverse con dar vuelta la página. Este expediente tan sencillo ponía fin a cualquier drama, a cualquier sufrimiento o desentendimiento. Era una ciudad de libros. Él andaba por las páginas etéreas de ese mundo, como una letra que recorres con tus ojos, un renglón en que te descubres. Abres una de esas puertas por donde andas, y vas a lugares dentro de tí mismo y del mundo exterior.

Todo está allí. Tú eres eso.

Mundo literario

Andaba por entre los libros como quien anda por un universo propio. No porque pensara en ellos, o en sus historias o en los autores de sus páginas, sino porque entre él y los libros había una continuidad. Eran una sola cosa. Andaba por entre los libros como quien anda por los pasillos de sí mismo. Talvez fuese una de sus ciudades predilectas.

Allí no había conflictos que no pudieran resolverse con dar vuelta la página. Este expediente tan sencillo ponía fin a cualquier drama, a cualquier sufrimiento o desentendimiento. Era una ciudad de libros. Él andaba por las páginas etéreas de ese mundo, como una letra que recorres con tus ojos, un renglón en que te descubres. Abres una de esas puertas por donde andas, y vas a lugares dentro de ti y del mundo exterior.

Todo está allí. Tú eres eso.

sábado, 11 de setembro de 2010

La canción de mi vida

Escribiría una canción que fuera la canción de mi vida. Una que dijera en pocas palabras y con todo sentimiento, lo que fue mi vida, lo que sentí a lo largo y a lo ancho de mis días. Una que te contara cantando las cosas que ví y que viví mientras rodaba por la vida como una piedra en el río. Miraba una película y recordaba mis años mozos, las canciones de rock y semejantes, los movimientos por la paz y el amor. La canción diría lo que fue esta vida que gira y da más vueltas, una vida que fue y es melodía y lo será mientras haya vida en el planeta. Una canción de amor a lo que existe, las flores, ruiseñores, cielos y mares y cuanto de bello hay en la tierra. Cantaría aún a lo que nos hiere, a lo que nos duele, pues de allí nacen flores. Sería la canción más bella que pudieras escuchar, y sería también la canción de lo que anida en tus entrañas queriendo nacer. Una canción que te hace vivir, pues es la canción de la vida, de mi vida, de tu vida, de todo lo que tiene ritmo y amor.

sexta-feira, 10 de setembro de 2010

El hombre mandálico

El hombre mandálico, el hombre calidoscópico, el hombre mosaico, tenía varios nombres, pero era uno sólo y el mismo. Ciertamente te has encontrado con él andando por ahí. Con certeza, en algo te le pareces. En alguna medida, todos somos él.

Pero déjame decirte algunas cosas, no porque no las sepas, sino solamente porque en esta mañana nublada, siento necesidad de decirlas. Una de sus características más notables es que en él todo se reúne. Él es una síntesis de todo lo que es, fue, y será.

En cada instante de su vida confluyen pasado, presente y futuro. Todas las galaxias, los lugares, las personas, los libros, los ríos, los hechos, se dan cita en el hombre mandálico, calidoscópico, mosaico, sintético.

No creas que le es fácil ser como es, muchas veces es de enloquecer, pues nunca sabe exactamente qué está pasando, qué elegir, qué decir o no decir. No porque no sepa qué decir, no me entiendas mal, pero es que tantaas cosas pasan por él en un instante, que a veces lo ves con la mirada distante, en otro lugar.

No está ajeno, está viajando quién sabe por dónde, pero está allí, en ese mismo lugar donde lo encuentras. Se divierte con su naturaleza especial, extraña, sin igual. Libros antiguos dicen que alguien así nace uno en un millón de años. Hoy, por ejemplo, se divertía dándose cuenta de lo que se gana cuando se pierde.

Nadie gana siempre, esto es algo que todos debiéramos saber. Pero si alguien nos roba, lamentamos. De pronto, agradecemos, pues recibimos más de lo que nos robaron. El universo es curioso. Procede de maneras contradictorias. Muchas veces no sabes qué hacer, por qué hacer o no hacer, si vas a salir a la calle o quedarte en casa a dormir o a leer un libro para la reunión del jueves.

Talvez esta indecisión sea la mejor manera de vivir en un mundo cambiante, en un universo en que a todo momento las cosas cambian de lugar. Eres una antena, una reunión de líneas de todo tipo que en ti convergen y de ti divergen. No sufras por lo que es un don singular.

Muchos querrían ser como tú, y talvez un día lo sean, si se dejan llevar como tú, por las olas de la vida, por el movimiento de lo que existe. Sabes que un día haz de llegar a la puerta final, nadie escapa de este destino. En verdad, la hermana muerte corporal es apenas el comienzo de otra vida.

Ella anda por todas partes, como tú, que sales de mañana a la calle y ves la gente, las flores, las casas, el cielo, oyes los pájaros y el sonido del tránsito. Muerte y vida juegan en ti, muerte y resurrección, la fuerza de la vida. Eres el hombre mandálico, disfrútalo.

quarta-feira, 8 de setembro de 2010

Tanta vida en un día

Esa tarde no tenías nada que hacer, así, te pones a escribir o, mejor dicho, dejas que las palabras vengan, como siempre vienen, como no dejarían nunca de venir. La casa está sola, pero tú no. Nunca estarías solo delante de una hoja de papel, aún de estas hojas de hoy, de vidrio, de cristal, bits, no sabes. Oyes los sonidos de la cocina que vienen, el carro de sonido acercándose con su música alta, y empiezas a bajar a la hoja, a aterrizar aquí y ahora, en este instante fugaz que te remite al infinito de donde vienes y adonde volverás un día. Recuerdas el almuerzo en la casa de tu suegra, donde aún la presencia de Seu Chico se deja sentir. Dormiste. Los fideos, el arroz, el pescado, la carne. La siesta después de la comida, el cafecito, la risa de Gilda, la universidad a la mañana y a la tarde. La ida a la casa antigua, el portón con cierre electrónico, las mujeres de la calle, el corretor de imóveis. Tanta vida en un día. Y aquél libro de Paulo Freire, la charla con tu amigo del grupo formativo, el hermano Damián. Tanta vida. Paulo Freire. Meditación. Quincas Borba. La charla con tu padre, ese sol, ese titán. Algo en ti re recoge en estas líneas, a esta hora, ahora. Dejas que el día conlfuya hasta este instante. Las chicas en la universidad, en la sala, en el piso, sentadas. La chica que te miró sonriente esta mañana cuando caminabas por la playa, o mejor dicho, por el calçadão, esquivando la lluvia, como todo el mundo. Tanta vida en un día. Tanto es la vida. No tienes palabras para decirlo. Va bajando la tarde. Pensabas en ella, haberla conocido, estar a su lado, ser su compañero. Tampoco sabes qué decir del amor. Paulo Freire te invita a un mundo de quietud, de recogimiento, de esperanza. No sabes. Dejas la vida venir.

segunda-feira, 6 de setembro de 2010

Libros son puertas

Libros son puertas, son casas, son lugares. Pero no como las casas donde entras y hay cuartos y techo y paredes. Lugares, pero no sólo como los lugares que conoces, y sí también lugares de sueño. Recuerdas las puertas de las casas de cartón de cuando eras chico. Las puertas de las casas y lugares donde viviste.

Pasaste la vida pasando puertas, yendo a lugares diferentes, para volver al lugar de donde nunca te habías ido. Vas abriendo las tapas de los libros y de los cuadernos, los cuadernos con puertas a lugares que creas, que vas conociendo a medida que vas escribiendo o leyendo. Escribiendo y leyendo.

Recuerdas los primeros cuadernos y los primeros libros por donde fuiste a lugares. Las casas que conociste en esos viajes. Los lugares por donde anduviste en tu vida. Las flores, los cielos, los olores, los cantos, al gente, los mares, los ríos, lo que viviste en toda tu vida lo lees como si lo estuvieras viviendo en este mismo instante.

Toda tu vida en esta hoja, en esta puerta, en este lugar, en esta casa donde estás ahora escribiendo estas cosas, esta noche, en este país, esta ciudad, esta silla, este computador, a esta precisa hora de la noche en que intentas poner fin a estos escritos que vienen porque quieren, porque no tienes nada mejor que hacer a no ser dejarlos venir y los ves viniendo y van bajando de los renglones de la memoria y de la vivencia y todo es un hilo que te vuelve al comienzo del ovillo.

Alegría de vivir

Esa mañana se había levantado con una alegría extraordinaria. El sur, pensaba, el sur de Cortázar, esto que está aquí, el reino de Dios de Dom Fragoso, esto que está aquí.

Estas recurrencias le acompañaban mientras bajaba las escaleras hacia la planta baja donde estas palabras vienen a tus ojos.

Era como tener de vuelta esa alegría de niño esa alegría que se tiene sin saber que se tiene, pero se tiene, esa alegría que es tuya sólo por estar vivo, sólo por ser quien eres, sólo por estar aquí, en este mundo, en este tiempo, en esta casa, en este lugar, allí donde estés o donde estás, leyendo esto o haciendo cualquier otra cosa.

Bajas la escalera y sabes que ella duerme allá arriba. En algún otro lugar, tanta gente querida, algunos ya del otro lado de esa línea de llegada adonde llegas cuando te vas, adonde llegamos cuando nos vamos, eso que le llaman muerte, que sabes no le puedes escapar, no la puedes gambetear.

Pero puedes gambetear, has gambeteado toda tu vida y la seguirás gambeteando, como tanta gente, la otra muerte, la muerte en vida, la muerte previa, esa muerte en cuentagotas que acecha por todas partes como una invitación al aburrimiento, al cansancio vital, mejor dicho, a ese cansancio mortal que podría sorprenderte en la misma hora en que estar vivo, escribiendo o leyendo estas líneas o haciendo cualquier otra cosa, comenzando un día como éste, no te dijera más nada, no fuera para ti nada más.

Pero si el sur es esto y el reino de Dios está aquí, si eres ese rey del momento, ese señor del instante, ese guerrero del tiempo y la memoria, cada cosa que haces o dejas de hacer, este mismo instante que ya parece estar yéndose hacia algún lugar no sabes cuál ni dónde ni porqué, pero se ha estado yendo siempre y seguirá yéndose, es como correr atrás del viento, es otra vez, como siempre, como tantas veces, simplemente estar aquí y esto ser todo para ti, esto ser para ti lo mejor, lo único posible, la única aventura capaz de darte todo lo que necesitas, todo cuanto quieres y siempre seguirás queriendo, el único tesoro que te ha sido dado desde el origen de los tiempos, el mero hecho de ser feliz por estar vivo, por ser quien eres, la persona única en este planeta que ha tenido los padres que tuviste o que tienes, los hijos e hijas, la esposa, los hermanos y hermanas, los compañeros y compañeras de trabajo y los vecinos, la gente toda alrededor en esa tela increíble que es la existencia.

sábado, 4 de setembro de 2010

Eran tantos

Eran tantos, tantas memorias, los veías a todos juntos pasar, o de a uno, como en malón.

Te despedirías, pero sin tristeza, y sí con agradecimiento. Había sido bueno ser todos ellos, no siempre, pero siempre aprendiendo en ese giro interminable que llegaba a su fin.

Los veías a todos, en fila o girando, dando vueltas por el universo, formando caminos, corrientes, ríos de vida. Eran los días de tu vida, los que ya has sido, los que eres, los que serás o serías.

Hoy una extraña alegría, tan tuya, tan familiar, al ver la película otra vez, como si fuera la primera vez, o mejor aún, como si nunca antes la hubieras visto, con esa alegría tan tuya.

Quisieras ahora, a la noche, traer al papel lo que eso fuera, la clave de esa alegría que hoy volviera. Y no sabes cómo evocarla, no te preocupas, eres tú mismo, ella está en ti, nunca se fue, nunca se iría.

Hoy todos los caminos de tu vida convergían en ti, eran tú mismo, eras tú el centro de esa rueda infinita girando y girando, dando vueltas sin parar. Tú, el universo. Pensabas en escribir el libro de tu vida, ya escrito tantas veces.

Estar

Depois de uma certa idade, apenas estar, já é muito. Talvez algumas pessoas não entendam isto, não saibam o que possa querer dizer. Hoje, rios de vivências, inúmeras lembranças de distintos tempos da tua vida, vinham a ti. Voltavam. Parecia toda tua vida confluindo no agora. Agora, estar te parece tudo, e é. Pensas em quanta coisa já passaste, gente que viste, lugares onde estiveste, coisas que sentiste. Fatos, imagens, sentires. A vida voltando ao começo.

quinta-feira, 2 de setembro de 2010

Sube y baja

Hoy ví una chica de espaldas, bien femenina, vestido pegado al cuerpo. La vi caminando desde atrás, pues pasó a mi lado, y me encantó alegrarme con su pasar. La belleza femenina nos anima. Andaba medio tristón, y me animé al acompañar su pasar, rápida, yendo a algún lugar. La tarde va bajando hacia la noche. Hay días que son así, um sube y baja. Menos mal que uno se alegra, así como se entristece, y en este sube y baja la vida se teje. Recordaba como de pasada toda mi vida, tristezas y alegrías, como un rio que pasa. Y en ese pasar de las aguas, de la película, del río de la vida, ora rio, ora lloro, ora oro, un sol en el cielo como un oro antiguo. Los años oscuros me trajeron a la luz, el desamor al amor. La luz del sol entra por la puerta.

domingo, 29 de agosto de 2010

El hombre calidoscópicio

Sabía ser tantos y uno sólo. Una parte de ese infinito cristal de esa memoria, el Universo, como dice el poema de Borges. Te levantas a estas horas de la madrugada, y empiezas a dejar que la palabra venga, que el río infinito empiece a definirte, hasta donde esto es posible. Lo necesitas. Dejas que desde los confines del universo las telas que te constituyen se vayan tejiendo, hilo a hilo. Conoces el comienzo, allá en la lejana noche de los tiempos. Todos y todas duermen.

Recuerdas a tu madre, tú ya eres. No te puedes definir a no ser como el hombre calidoscópico, alguien que gira con el universo, uno que es un primer motor, alguien que hace girar las estrellas a su alrededor. Recuerdas los primeros tiempos, tus tiempos de niño y de joven, las jornadas que te llevaron a las profundidades insondables de tu propio ser y a la esencia íntima de las flores, de la gente, del cielo, el agua, el fuego, la tierra, todo lo que existe.

Hay cosas de ti que no comprendes ni aceptas, quisieras cambiar, ser diferente. Te apoyas en la sabiduría milenaria de la humanidad y de la creación. Eres parte de ese todo que se crea y se recrea a todo instante, pulsas con el cosmos. Te dejas llevar por la plenitud de esta hora, de cada hora, de todas las horas.

Recuerdas al hermano Damián, al padre Fragoso, tanta gente en tu vida. Todo está contenido en todo, recuerdas. No hay una receta, y las hay todas, a cada instante, eliges caminos nuevos y viejos. Tratas de no repetir errores, te sabes santo y pecador, como todos y todas.

No apuestas en el error ni en la culpa. Buscas la verdad, cambiante, el amor, omnipresente, en ti y en todo lo que existe. El hombre calidoscópico.

sexta-feira, 27 de agosto de 2010

Eva Perón

Quisiera compartir algunas cosas que la figura de Eva Perón me suscita. No conozco mucho de su vida ni de su obra, pero me permito, y creo que lo debo hacer, decir algo a partir de los sentimientos que Eva Perón despierta en mí, esta mañana de agosto en que recuerdo la primera vez que sentí lo que siento al evocar tu presencia, Eva Perón.

Era en los años 1970, la película La Hora de los Hornos. Esa fue la primera vez que vi tu rostro, el rostro de Eva Perón en el balcón de la Casa Rosada, en Buenos Aires. El bombardeo a la multitud en la Plaza de Mayo. Otras mujeres, Eva Perón, reconozco en tu sentir, las mujeres del pueblo, las que vienen de abajo y tienen esa extraña manía de tener fe en la vida. Las que se juegan por su sentir, las que no tienen miedo.

Las madres de Plaza de Mayo. Las madres y mujeres de las clases pobres, que no se doblan, que no se venden. Que no desisten, resisten. Yo no sé dónde estás, Evita, Eva Perón. Pero sé que en la condición femenina, de mujer de lucha, guerrera, noble, entera, que tu figura evoca, muchos vemos lo que es la mujer en la vida del hombre, lo que es la mujer. Creo que el peronismo fue algo para la Argentina, mientras vos vivías. Eras el alma de una justicia que fue verdad, por poco tiempo, y que despertó el rencor y el odio de las clases dominantes.

Tu opción por los pobres no era ideológica ni oportunista. Era tu lealtad a tí misma. Era esa nobleza de quien llegando al poder, no olvida quién es, de dónde viene, su historia, su identidad, su memoria de clase. En esa lealtad, es esa lealtad, la que nos mueve, hoy y siempre, a buscar ser lo que somos, a no vendernos, a no perdernos. La opción por los pobres no significa romantizar ni endiosar a los pobres, pero sí buscar la justicia.

Es reconocer que todos somos pobres en algo, y ricos en algo, como enseña Adalberto Barreto, el creador de la Terapia Comunitaria. Es saber que todos somos aprendices, como enseña Paulo Freire. Es saber que el mundo será mundo, humano, hermano, cuando seamos capaces de cumplir en nuestra vida, la voluntad de Dios, como San Francisco de Asís, como Gandhi, como John Lennon, como cada persona en este mundo que se siente parte de lo creado.

Presente!

Ya ha empezado el día. Ela duerme. Oyes las gotas de lluvia cayendo y haciendo distintos ruidos, como lo has estado haciendo en este invierno. El ruido de un auto a lo lejos. ¡Cuánta vida ha pasado! ¡Cuánta pasará aún! Más temprano, sentías tu respiración. Anoche, el libro de meditación. Estar presente en el presente. ¡Presente! Si quisieras jugar –y jugarías, nunca dejarías de jugar—dirías a ti mismo que este es el presente que te ha sido dado, o que tú mismo te das, constantemente. Estar presente a ti, como dijera aquél poema que tu madre te diera. ¿Qué es estar presente sino estar atento? No quieres dejar este juego de poner letras delante de tus ojos, dejar que ellas vengan desde algún lugar a decirte cosas, a decirle cosas a quienes esto lean. Ser niño, piensas. Ser niño es vivir en ese eterno tiempo feliz que no se sabe tiempo ni eterno ni feliz, pero es eterno y es feliz. Un niño no piensa e la muerte, no se preocupa con la gente que no le gusta ni con nada. Vive, es feliz sin saberlo. Un pájaro canta. Estás aquí. Eres feliz, niño.

domingo, 22 de agosto de 2010

Otro tiempo

Te levantas a estas horas de la madrugada. Todos duermen. Llueve. Las últimas gotas de la lluvia hacen clic. La casa está en silencio, y cuando el mundo calla, escuchas. Bajas la escalera hasta la máquina de escribir de estos tiempos. Una hoja en blanco se dibuja delante de ti. Escribes, o mejor, dejas la palabra venir. Vas viendo lo que viene y te sorprende, pues eres tú. Eres la vida silenciosa que retorna. Tantos recuerdos. El 22 de agosto. La masacre de Trelew. Eras chico, pero no olvidas. Nadie olvida. Otras masacres antes y después. La historia argentina. La impunidad. Los secuestros, desapariciones. El golpe de 1976. Los campos de concentración. El exilio. Recuerdas cada instante. El viaje a la frontera. El miedo. Los amigos en los tiempos de la obscuridad. La protección. La solidaridad. El amor. Una cadena de solidaridad. Los primeros tiempos en São Paulo. La mujer de tu vida. Los primeros trabajos. Los chistes. Las chicas. Ahora la lluvia ha parado y oyes el sonido del vigía en la noche. La vida pasa rápido, piensas. 1972. 1977. 2010. ¿Qué horas son? La hora eterna. El tiempo que no pasa. Vives en familia hoy. Otra familia. Tantas familias. Una sola familia. El tiempo se detiene y lees estas cosas. Dejas que el tiempo se pare. Ya no anda. Eres esa eternidad. Algo en ti lo sabe. Enseguida el domingo comenzará y otra vez la vida empezará a rodar en la bicicleta de tus anteojos, como decía Cortázar en alguno de sus cuentos. Cortázar. Borges. Fernando Pessoa. Jesús. Qué importa a qué edad Jesús se ilumnió. Vives la religión de la vida, una religión que no tiene dogmas, ni sabe ser una religión. No te crees mejor ni peor que nadie. El enigma te desafía. Sabes que debes conocerte, esa es la llave. El reino es esto, como decía Dom Fragoso. Ella duerme. Recuerdas los días pasados. ¡Cuánto tiempo había pasado! La nieve en Mendoza, como en 1977. Parecía que aún estabas en la montaña, en la compañía de esquiadores de alta montaña 8, teniente primero Ibáñez. La jura de la bandera en el Cerro de la Gloria. Un sol radiante ese 8 de octubre. Mirabas la bandera ondeando. Soldado, ¿juras a la patria seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la vida? Jurabas a Dios, a la Divina Madre, a Aquello que no muere. ¡Sí, Juro! 22 de agosto. La masacre de Trelew. Videla, los perros, la antipatria, la tortura, los campos de concentración, las Madres de Plaza de Mayo. ¡Sí, juro! Otra Argentina vino desde abajo. Los movimientos de barrios de pie. Las mujeres luchadoras. ¡Sí, juro! Se te asoma un lagrimón. Tu madre se fuera, como lo hicieran Dom Fragoso y Ramón. Es otro tiempo. ¡Sí, juro! 22 de agosto de 1972, 2010. Los rostros de las guerrilleras y guerrilleros en las calles de Mendoza. Los habían matado a todos, cobardemente. Nosotros no olvidamos. ¡Sí, juro! Algo en tí sigue expectante. Sabes que la vida es más, pero con justicia, paz. Enseguida empezará el domingo de día, y esn este borde de vida de la hoja en blanco donde ves las letras apareciendo, un sol empieza a brillar, como en aquél 8 de octubre en el cerro de la gloria. Un auto a lo lejos. Se acerca la estación Terminal. El viaje ha de terminar, como todos los viajes, y otro empieza. Hay un lugar, lo sabes, todos sabemos. Vas hacia allá, todos vamos hacia allá. Ya no hay tiempo para otras cosas. La vida es tan intensa. Recuerdas desde el comienzo hasta esta hora. La casa del carril Sarmiento. Leonidas Aguirre. Y hoy ella, por quien estás vivo después del largo exilio. Por quien empezaste a vivir, cuando viste su asombro delante de los recuerdos del horror. Un pájaro atravesó el cielo cuando se conocieron. Amor imposible, parecía. No hay amor imposibe. El amor es lo que hace posible la vida, al resurrección, esto que está aquí, y lo que más allá nos aguarda, aquí mismo, en el Reino de Dios, como decía Dom Fragoso. Bienaventurados los vientos que aquí te trajeron. Amiras la vida humana, las flores, la gente, el respirar, el estar vivo. Tanto amor, recuerdas. Siempre el amor. Solamente el amor. Los Beatles, Love, love, love. Love is all you need. ¡Sí, juro! No olvidarías, nadie olvida. Todo es una parte del infinito cristal de esa memoria, como dice Borges. Everness. 22 de agosto de 1972. La masacre de Trelew.

sábado, 14 de agosto de 2010

De día

Cuando empieza el día y no tienes nada que hacer, escribes. Escribes para que la vida no se te escape, para que puedas hacer tuyo desde el primer respirar hasta el primer rayito de luz que llega a tus ojos. Todo te pertenece, tuyas son las riquezas que nadie puede robar. El día empieza y tú con él, ¡oh, viviente! ¡Cuánto irás atesorando hasta la hora en que la luz se haya ido!

sexta-feira, 13 de agosto de 2010

De noche

Cae la tarde, va bajando el sol y de a poco las cosas van escondiéndose en la sombra. Enseguida, será de noche, y verás otras luces ocupar el lugar de la del sol en la función de mostrarte los caminos por donde has de andar. No son lo mismo, pues las estrellas y las luminarias iluminan bien menos que la luz del sol. Pero de todos modos siempre podrás ver algo, si la luna te ayuda con su luz de plata.

quinta-feira, 12 de agosto de 2010

Tiempo

El tiempo se arrastraba lento. Miras el reloj y las horas no pasan. No sabes ya cuánto hace que ella ha salido. La tarde gris. Un pájaro canta. Un perro ladra más allá, por el fin de la casa. Escuchas el eco de los ladridos. Recuerdas lo que hablaron. Muchas memorias en la tarde gris. Los días con tu padre y con tus hijos. Aeropuertos. Amigos, gente nueva en tu tierra natal. Y ahora en casa otra vez. Otra casa. Eres la casa. El tiempo se arrastra lento. Han pasado algunos minutos desde que comenzaste estas líneas. Pero parece una eternidad. Las horas no pasan. Oyes aún el ladrido del perro a lo lejos, retumbando. Una motoneta en la calle cercana. Ya llegan a su fin estas líneas. Y el tiempo está como parado. Te admira esto. Es como si se hubiera detenido todo.

Expansión

Cuando el día viene del sueño y el sueño no te deja, dejas que esa somnolencia te diga cosas. Como hoy, en que el día nublado y el frío desde temprano, como que te despiertan y vienes a asomarte a este lado de la vida que llamas vigilia, realidad, mundo real, o cosas así, sabiendo que las cosas no son así. Juegas con esos dos lados de la vida como un niño que va y viene por los portales de la vida. Andas por aquí y de pronto algo te recuerda lo que soñaras anoche. Un número, una persona, alguna presencia, lugares, paisajes, sensaciones. Recuerdas los libros de Lovecraft y los de Cronin, los de Hermann Hesse y los de Cortázar y Borges. Anoche y esta mañana leías O farol do Norte, de Cronin, y la lectura te llevaba a otros libros suyos. Admirabas la forma como el autor te lleva a la intimidad de los personajes, a escenas domésticas o profesionales. Y aún más te maravillaba la manera como los escenarios y los personajes de todos sus libros están concatenados. Otros no, son totalmente diferentes, como Uma extraña mulher y Encontro de Amor. Leías una frase de Simone de Beauvoir en el almanaque de la sala: El ser humano sólo se supera totalmente en el arte. Estaba en portugués: O ser humano apenas se ultrapassa totalmente na arte. Ou pela arte. No se bien cuál es la expresión, pero sé lo que dice. Sabes que es así. Sólo el arte nos lleva más allá de lo efímero, más aún que la religión o la religiosidad. La belleza de un paisaje o de una mujer hermosa o de un niño o de una flor, nos transportan. Y aún más nos transportan cuando esa misma belleza viene de una canción como la que anoche escuchabas en medio de la obscuridad, cuando faltó luz. Los sonidos te expandían, y te preguntabas cuántos has sido, cuántos sos. Ahora ella corrige trabajos a tu lado y vas dejando estas reflexiones. Chau, bom dia.

quarta-feira, 11 de agosto de 2010

Integridade

Cuando nada tienes para hacer, tejes en el telar que tus ojos ven ahora, o dejas que las palabras te tejan. Una tarde como hoy, dejas que esos hilos infinitos te lleven y te traigan desde los confines del universo a esta hoja que ves. El frio del cielo gris y el ladrido lejano del perro, un auto que pasa, los sonidos de ella que baja la escalera. El tictac de las teclas que tus oídos registran. Todo es parte de la misma sinfonía, la sinfonía de la vida de que formas parte, de que todo forma parte. Esta tarde y todas las tardes, este dia y todos los días, los que fueron y los que serán. Los que fueron desde el comienzo de los tiempos y los que anidan en la matriz de la vida. Todo es una continuidad, una diástole y una sístole, y tú con ello, pulsas. Dejas que el frío y los sonidos, la eternidad te envuelve. Te dejas llevar por el sonido de las letras que tejen y destejen caminos. Eres una letra de ese camino. Tratas de descifrar el enigma que eres, el enigma de estar vivo o viva. Es más de lo que puedes comprender. Apenas te admiras. Sabes que no hay explicaciones para el misterio de la vida. Apenas vives, con la noción de estar a un paso de lo eterno. Las civilizaciones pasadas, lo que aún está por venir. Lo que los antiguos pueblos hicieron y lo que se extiende mucho más allá de cada vida humana, de toda vida, animal, vegetal, mineral. La insondabilidad del cosmos. Todo anida en ti. Tú eres Aquello, como dicen los hindúes. Y por más que se te anude la garganta al tratar de expresar lo que sientes, sabes que lo intentas y el intento te remonta a ese origen y final de donde viene todo y adonde todo va. Te dejas llevar por el ritmo de la tarde, de las teclas que resuenan en tus oídos, por el viento y por el canto del pájaro. Tú eres Aquello. Oyes los sonidos de ella por la casa. Es un nido. Ella y la casa. Tú eres el nido. Eres el origen, el medio y el fin. El comienzo y la continuidad y el concluir.

domingo, 8 de agosto de 2010

El lugar del libro

Un libro puede ser un lugar para vivir. Pero si has adquirido el hábito de creer en el mundo exterior, talvez pienses que te estoy hablando de lugares imaginarios, que juzgas irreales. Te estoy hablando de lugares imaginarios, si, pero son más reales que cualquier cosa que tengas por real. No hay nada que sea real sin ser imaginario, y solo es real si es imaginario.

Puede ser que pienses que estos son juegos de palabras,y lo son, pero no hay nada más cierto que los juegos. Te molestan las incertezas, pero en verdad te digo que son lo único cierto. Hoy me desperté con saudades de mi libro Caetés, de Graciliano Ramos. Su tapa rústica, sus hojas amarillas, los lugares adonde voy cuando me tiro en el sofá a leer o simplemente a dejarme llevar por la narrativa, por el clima, por el tono.

Como no tengo Caetés a mano, fui a la biblioteca y hallé Historias Extraordinarias, de Edgar Allan Poe. Sentí algo parecido, no lo mismo, pues los libros son lugares específicos y no genéricos. Sin embargo, algo em mí lo reconoce como semejante. Son lugares atemporales, como A mão e a luva, de Machado de Assis, o Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury.

Hay veces em que necesitas refugiarte en esos lugares de fantasía y hacia allí refluyes para rehacerte, para volver a ti mismo o a ti misma cada vez que la vida te dice que no.

Pueda ser que alguien te diga que eres escapista, que la realidad, que los hechos, pero tu sabes muy bien que eres la persona más realista del planeta cuando vas al lugar que el libro te ofrece.

sexta-feira, 30 de julho de 2010

Bonjour, tristesse

Habían pasado 21 días. Los ladrones amenazándolos a él y a su esposa en el piso, atados. Un revólver y una cuchilla apuntándoles. Si era de verdad el revólver, nunca lo sabrían. El miedo, la sensación de no poder hacer nada, la impotencia. Y ahora, la sensación de fragilidad. Sabes que le pasa a mucha gente en el mundo. Hay muchos lugares donde se vive a la defensiva. Tendrás que aprender a convivir con estas sensaciones nuevas. Nuevas es un modo de decir. Esperaste durante años que entraran a tu casa y los mataran a todos. Eran otras circunstancias. Otros los bandidos. Aquellos, bandidos en el poder. Éstos, meros asaltantes. No los mataron. No te mataron. Pero algo cambió desde ese día. Sabes que algo está ordenándose en tí, algo busca su lugar, algo está acomodándose y tendrás que esperar.

segunda-feira, 26 de julho de 2010

El mundo interior

Difícilmente el mundo interior se deja traducir en palabras. Sus certezas, frecuentemente, nos llegan de modos inequívocos, de los modos como el silencio habla. Distinguir la palabra interna o externa, eterna, de las nociones aproximadas que a veces las desdibujan, es tarea de artista, de poeta, de quien anda en esa línea difusa que separa lo que es de lo que parece ser.

sexta-feira, 23 de julho de 2010

Como piedras en el río

La vida actúa de varias formas en la vida de cada uno.
A veces de modos directos y contudentes, otras, de maneras sutiles y variadas.
Sea de unas o de otras maneras, como piedras en el lecho del río, vamos girando y puliéndonos, andando en el río de la vida.

segunda-feira, 19 de julho de 2010

Recuerdos

Aún recordarías, no sabes por cuánto tiempo, la imagen del bandido apuntándoles las armas a tí y a tu mujer. Ella gritando y tú bajando, en la mañana, para ver el rostro encapuchado del intruso en la sala exigiéndoles silencio. Los minutos interminables amarrados en el suelo, esperando lo peor. Sabes que un día ha de pasar, no sabes cuándo, pero pasará. Ahora el frío de la mañana te trae a un día ya tan lejano, se te figura. En un lugar tan lejano, tu nativa Mendoza, y no João Pessoa, adonde en breve volverás. Oyes los pasos de tu padre andando por la casa. Recuerdas los días nevados de hace poco tiempo atrás. Todo va corriendo. En breve correrás también atrás de ella, de tu amada, como el tiempo corre hacia el origen. Y no habrá otro recuerdo que el del sol brillando en sus ojos, en su sonrisa. Y volverás a disfrutar del simple hecho de estar vivo, como siempre lo hiciste. Volverás a la beira mar a encantarte con el mar y con el sol que nace, como siempre lo hicieras, con la gente que pasa, como tú, bajo el sol, en medio de la brisa, con el cielo arriba a cubrirlos y el canto de los pájaros.

domingo, 18 de julho de 2010

O lugar

O ser humano é algo muito sutil, muito delicado, tênue, minucioso. Uma pequena mudança nesta realidade complexa, acarreta inúmeras outras mudanças na constelação toda. Nem sempre somos conscientes deste intrincado mosaico que cada um de nós é, mas a alma que segue atrás da conquista de si mesma, não cede aos superficialismos. Ela segue, incansável, ä procura do seu ser mais íntimo, essa inexpugnável cidadela onde reside seu Deus interior. O acesso a esse reduto onde habita o Altíssimo, a Divina Mãe, Jesus, a Luz Interior, está rodeado de labirintos que sem cessar segues desvendando, como uma criança a decodificar constantemente o caminho para habitar naquele lugar do qual nunca poderás ser despejado. É o lugar onde és tu mesmo, Oh Ser.

quinta-feira, 15 de julho de 2010

Neva em Mendoza

Hoje a cidade amanheceu coberta de neve, como fazia anos que não acontecia. As ärvores com os galhos cobertos de neve, algum pássaro lá encima a desafiar o frio intenso, e tu, como uma criança surpreendida, a descobrir cristais de neve no chão.

segunda-feira, 12 de julho de 2010

Voltar, vencer

Na sexta-feira passada, passei por uma experiência que sinto necessidade de partilhar. Não desde o ponto de vista de uma vítima, embora eu e a minha esposa tenhamos ficado sob ameaça de arma de fogo e de faca, amarados, reféns na nossa própria casa, mas desde o ponto de vista humano, ou, melhor, desde um ponto de vista humano. Tenho pensado muitas vezes, desde então, o que é que os ladrões levaram de mais valioso desta vez.

Tenho voltado a ter as sensações que me acompanharam durante anos, de medo, paranoia, desconfiança, insegurança. Depois de muitos anos de árduo trabalho, tinha começado a viver em paz, a confiar outra vez nas pessoas, a acordar de manhã e passar o dia numa calma benfazeja que me fazia apreciar a vida no que tem de mais belo. Isto virava poemas que partilhava com amigos e amigas, com colegas da terapia comunitária e do grupo de Igreja de que participo.

Sei que isto voltará, não sei quando, mas posso dizer, a todos e a todas que me lêem, que sei que hei de voltar novamente, como voltei da primeira vez, como continuarei voltando, porque é destino humano se ter de volta cada vez que nos perdemos. Ninguém volta sozinho, isto sabemos, e sinto ao meu lado a presença de tantos seres amados, de luta e de força, incansáveis parteiros e parteiras da esperança e do amor. Sei que hei de vencer, porque o amor vence sempre e nada há superior ou maior do que o Amor.

quarta-feira, 7 de julho de 2010

El amor

El amor es la dirección del sentimiento. El amor es un lugar. El apóstol Pablo dijo en su epístola a los Coríntios, “Aún que hablara las lenguas de los hombres y también la lengua de los ángeles, si no tuviera amor, nada sería. Si yo tuviera fe, aún aquella que mueve montañas, pero no tuviera amor, nada sería”. No dice qué es el amor, pero todos saben, al leer y evocar estas palabras, que el amor es todo lo que el ser humano necesita para vivir, para ser feliz y pleno, para poder existir sobre la tierra sin arrepentirse de haber nacido. Los Beatles, en “All you need is love”, nos recuerdan: Todo lo que necesitas es amor. Pensamos en estas cosas hoy, y nos damos cuenta de que esto es de verdad lo único que se necesita para vivir. San Francisco decía, en su oración simple: Señor, que nunca busque yo tanto ser amado como amar, ser comprendido como comprender, porque es dando como se recibe, es perdonando como somos perdonados, y es muriendo como se nace para la vida eterna. Jesús dijo, en cierta oportunidad, que amar a Dios y al prójimo, eran toda la ley y los profetas, eso era todo lo que era necesario. Hoy nos preguntamos si de hecho estamos yendo en esa dirección, si el amor es, de verdad, la dirección de nuestro sentimiento. Muchas veces es necesario limpiarse de cosas inútiles que fueron cayendo en nuestro interior, en la morada del amor, para poder otra vez nacer a la vida plena. Gandhi decía, en uno de los himnos que recitaba constantemente: Guíame, amable luz a través de la obscuridad circundante, guíame adelante. Un paso para mí es bastante. Muchas veces he pensado que esta es para mí la oración que más me conviene. En vez de pensar en muchas cosas o en muchas posibilidades: ¿cuál es el próximo paso? ¿adónde debo ir ahora? ¿qué es lo que tengo que hacer en este momento? Mi madre decía que la felicidad es obedecer a la ley que está escrita en el cielo y en el corazón del ser humano. ¿Cómo descubrirla? ¿Cómo saber a cada momento, cuál es la dirección del sentimiento, la dirección del amor? Max Weber exhortaba a escuchar y obedecer la voz del espíritu de cada uno, que teje los hilos de nuestra vida. No es mucho lo que se puede decir sobre el amor, no, al menos, que pretenda traer alguna novedad. No creo que necesitemos de nuevas definiciones, nuevos conceptos o explicaciones, sino una nueva experiencia, un modo más pleno de ser y de vivir, más generoso, más atenido a lo que es nuestra esencia más íntima, aquella que nos hace ser lo que somos en realidad y en verdad.

quinta-feira, 1 de julho de 2010

Mi religión

Cuando pienso cuál es mi religión, me confundo, no porque no tenga una, sino porque el amor, que no es una religión determinada, es lo único que liga, lo único que conecta un ser humano con todo lo demás, de modo que ya no hay nada demás, todo es uno solo. Esa es mi religión.

quarta-feira, 30 de junho de 2010

Vivo en una casa abandonada

--Vivo en una casa abandonada.
--¿Cómo así?
--Así como te digo.
--¿En serio?
--Seguro
--¿Y no te miedo?
--A mí no, ¿y a vos?
--A mí tampoco, yo no vivo en una casa abandonada. Pero contame, cómo es eso. ¿Y no tenés miedo de que venga la policía o entre alguien?
--Tengo os miedos normales, ¿te das cuenta?
--Más vale, me imagino. Yo no tendría coraje de vivir en una casa abandonada.
--Pero yo sí. En realidad, no está abandonada, vivo yo, ¿te das cuenta?
--Yo sí, ¿y vos?
--Yo no, quiero decir, sí, o no, no sé, ya no sé lo que digo.
--Decías que vivías en una casa abandonada, después te corregiste, dijiste que no, que no está abandonada, que vivís solo. ¿Por qué no empezaste por ahí?
--Quería crear suspenso, si lo decía de una vez, perdía la gracia, ¿no te parece?
--Y alo creo, de todos modos, no le veo la gracia a vivir solo en una casa.
--¿Y en cuántas casas querrías vivir? ¿No te parece bien vivir en una sola casa?
--Ya venís vos de nuevo. No me parece mal que vivas solo en una casa, pero eso no quiere decir que debas vivir en muchas casa, no sé, ya me confundiste, no sé más lo ue digo.
--Estas igual que yo, entonces. ¿No?
--Yo creo que sí, ¿no?
--Sí, ¿no?
--No sé si sí o si no, no sé si me explico, no sé si me entendés, no sé si soy claro, ya no sé más nada.
--Ni yo. Los lectores y lectoras van a pedir que les devuelvan la plata, que este artículo no lleva a nada.
--¿Y a dónde querrías o querrían que llevase?
--Qué se yo, a algún lugar, alguna conclusión, no sé.
--Ni yo. La única conclusión que se me ocurre, es terminar de una vez de escribir estas cosas e irme a dar una vuelta por ahí, que el sol está lindo. ¿No te parece?
--A mí, sí, ¿y a vos?
--Ah, no, ¿vas a empezar de nuevo? Me voy
--Yo también, chau
--Chau, no sé si me explico. Nos vemos, que te vaya bien, que te pise un tren y que te deje chato como a una sartén, ¿te das cuenta?
--Seguro, más vale, y esas cosas que se dicen cuando no hay nada que decir. Chau.

Aprender a descansar e a trabalhar

--Aprender a trabajar no me dio tanto trabajo como estoy teniendo para aprender a descansar.
--¿Cómo así? No entendí.
--¿Qué es lo que no entendiste? No entiendo cómo podés no entender que me de trabajo aprender a descansar. ¿Es eso?
--Es eso mismo.
--Então vamos lá.
--¿Por qué cambiaste de idioma?
--Porque me gusta, porque quiero, porque se me da la gana, porque me gusta el portugués. ¿Qué tenés contra el portugués o contra los brasileños? ¿Eh?
--Dejemos el asunto del idioma y vamos a lo de que aprender a trabajar te dio menos trabajo que ahora aprender a descansar.
--El asunto es muy fácil, es lo siguiente, como decía mi profesor de Enología. Cuando era adolescente, escuché, y por la vida afora, como decimos aquí en Brasil, que el ocio es malo, que hay que levantarse y trabajar, que el sudor de la frente, todas esas cosas, capisce?
--Capisco, e daí?
--Ahora sos vos el que cambió de idioma, pero vamos lá.
--Lá aonde?
--Al tema del artículo o como esto se pueda llamar, divagación, crónica, o yo qué sé, como dicen los uruguayos.
--La cosa es así, empieza uno a laburar desde chiquito, que ayudale a tu mamá a poner la mesa, no ves que tus hermanos trabajan y vos no, que sos un vago, que hacés la revolución en la casa de los demás y aquí no hacés nada, levantate, dormilón, sinverguenza, chantajista, egocéntrico.
--Soy poeta, papá, soy artista, contemplativo
--Yo te voy a dar contemplativo, mirá cómo les va a los contemplativos. Mirá al Alberto Martín que trabaja como loco.

--Me puse a vender diarios, entregar pan, hacer cuadros, ganarme la guita como podía, y no me fue mal. Llegué a profesor, pinté algunos cuadros, escribo, publico libros y artículos, ando con la terapia comunitaria para aquí y para allá, fui a Uruguay con María y Adalberto, no sé si me explico. El asunto, pibe, es que ahora me toca aprender a no hacer nada, te das cuenta, a no hacer nada, así como suena, ¿me explico? Hoy, por ejemplo, el mayor trabajo que tuve, fue el de darme cuenta de que no necesito hacer nada, me pasé el día durmiendo y leyendo, escribiendo, viendo televisión, no haciendo nada, ¿te das cuenta?
--Es muy lindo
--Claro que es, es necesario, ¿te fijás?
--Yo creo que sí
--Me estás tomando el pelo
--Para nada, nervioso. Es que es muy lindo, de verdad, dejar de forzarse, de violentarse, darse cuenta de que podés hacer o no hacer, ir o venir, salir o quedarte en casa, y que el mundo no cambia para peor si no tradujiste el resúmen de Fabia o el texto de María para Misiones.
--Yo creo que sí. Es una actitud interior, no sé si me explico, de permitirte ser, apenas, como decía tu mamá, déjalo ser, let it be, es eso.
--É isso.
--Pois é. Apois. Pois não. (¡Ah, no! Ya vas a empezar de nuevo, y ahora que estábamos terminando. Terminala, che.)

Fora do jogo

Fora do jogo. Quando uma pessoa se aposenta, fica fora do jogo. Isto é um modo de dizer, uma vez que o jogo em si mesmo, é incessante, nunca para, a não ser para os jogadores individuais, no instante final. O jogo em si, não se sabe ao certo quando começou. Cada pessoa é a crista de uma onda infinita, feita de milhares de esforços e ações, intenções. Quando uma pessoa se aposenta, continua a caminhar, comer, correr, ler, estudar, pensar, sentir, tudo que é humano. Tem mais tempo para meditar, refletir o que foi a sua vida passada, e esse futuro que vislumbra tão perto. O jogo é esse.

Escucho A Hard Day´s Night

Ouço A hard day´s night.
I should have known better.
había visto el niño de Djair
¿Qué más podría querer?

Un viejo parando el auto en la faja peatonal. La ciudad vacía. Las calles vacías.
La bomba de nafta. Aditivo. Mosaicos. Dom Fragoso. El reino de Dios es esto, es el presente, es lo que está aquí. Dom Fragoso no discursaba. And I love her. Mara llega al portón. Ella en Sousa. ¿Y tú? ¿Dónde estás, tú que me lees?

Tu que lees estas cosas escritas una mañana de julio de 2009, mientras el mundo. Mientras la paz. Mientras la muerte. Mientras el niño de Djair. Mientras ella.
En algún lugar de la ciudad, el mundo se levanta, la gente empieza a hacer el desayuno y a barrer la casa, escuchar radio, leer el diario, orar, meditar, regar el jardín, tomar el desayuno, esas cosas que la gente hace de mañana, hablar por teléfono o atender a alguien que llama a la puerta, leer la Biblia, hacer gimnasia, pensar en la vida, descansar un poco más, tirar uma pestana, si estás de férias ou em toque de recolher pela gripe suína, pelas leis disto ou daquilo, não sabes mais.

El dinero no puede comprarme, amor, cantan Los Beatles. I should have known better. ¿Cuántas veces habrías oído esa canción? Una persona asesinada en área de barragens. Movimento dos Atingidos pelas Barragens. Grito dos Excluídos. ¿Por qué regalar el libro y no venderlo? ¿Tendrías que vender siempre tus libros? ¿No podrías regalarlos?

Tai Chi

Cuando viene el dia y las estrellas titilan en el cielo que va clareando, el sol te anima y te tranquiliza, te da confianza, y las cosas de la noche van quedando para atrás. Entonces sabes adónde vas, dónde estás pisando, quién eres. La dialéctica de la luz y la obscuridad, es real. Hay en ti una parte oscura que empieza a desvanecerse cuando comprendes y amas, cuando eres capaz de verte como sos, con luces y sombras. No sólo luz, ni sólo sombras. Como en el Tai Chi, eres así como el Universo, un círculo de partes opuestas complementarias, que se mueven y te mueven en un juego de oposiciones que se necesitan una a la otra.

Así, los miedos de anoche y la confianza de ahora, la plenitud del día que comienza y la paz de la certeza de que la vida vence, de que la vida es una victoria constante sobre el miedo y la culpa, la depresión y la preocupación, están mutuamente entrelazados, uno depende del otro, como el estiércol y la planta que nace, no existen uno sin otro, se equilibran y dan fuerza recíprocamente. Si pudieras ver, y ya estás viendo, tu pasado obscuro como condición necesaria para la luz que hoy hay en ti, tendrías paz. Y la paz es el camino como decía Gandhi. No hay camino hacia la paz. La paz es el camino.

Vida poética

Às vezes coisas simples dizem por nós e para os que nos lêm, para o mundo à nossa volta, para a vida de que somos parte, mais do que todos os raciocínios do mundo. Hoje de manhã, ao acordar, pensei no amor, no que da sentido à existência. Uma sensação de paz veio a mim e ainda estou nela.

Enseguida, pensei nos mundos em que deverão ter vivido Fernando Pessoa, Gustavo Adolfo Bécquer, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, aqueles que deixaram para nós mundos sem tempo, lugares de paz, de amor, de luz, nos quais podemos nos refugiar e de fato o fazemos. Os poetas, essa criaturas capazes de registrar, como nesta hora em que escrevo o que estás lendo, o canto rítmico de um grilo.

Muitas vezes, nem leio, e leio, as Rimas de Bécquer, Arte Poética de Borges, "O guardador de Rebanhos", poemas de Alberto Caiero, Ficções do interlúdio, de Fernando Pessoa. O que sinto quando leio esses poemas ou estou nessas páginas, indo para esses lugares sem tempo, sem morte, de vida sempiterna e de harmonia e infinitude, está além da minha capacidade expressiva.

Julio Cortázar escreveu em 1977, "Después hay que llegar", seu mais longo poema em prosa. Nunca li coisa tão bela escrita a respeito de algo tão atroz, os desaparecidos, a morte, a ditadura militar argentina.

Cortázar já não está entre nós, não ao menos do modo como costumava estar antes de partir, antes de voltar a esses mundos de Cronopios e de Famas que ainda nos encantam e que, com certeza, continuarão a encantar durante anos e anos, esses seres tenros e sensíveis criados pela imaginação do escritor que viveu em Paris e andou pelo mundo durante a sua vida.

Penso em Jorge Luis Borges, Arte Poética, as conferências que ministrou nos Estados Unidos durante seis meses, segundo ele mesmo declara em Credo de Poeta, um dos capítulos, portanto conferências, do livro.

Mergulhar em "Credo de Poeta", mergulhar na Arte Poética de Borges, é entrar num mundo irreal, se pensarmos no lado de cá: mortes, tiros, gripe suína, escândalos no senado, guerra na Colômbia ou bases militares estadounidenses a ameaçar a Venezuela de Hugo Chávez, ou ainda a Argentina que sobreviveu ao genocídio que Cortázar tão belamente retrata no seu longo poema em prosa, "Después hay que llegar".

Talvez sim, Julio, como gostavas de ser chamado. Talvez sim, continuemos a seguir esses caminhos que trilhaste em vida, caminhos de sonho, de beleza, de amor, se solidariedade, de fraternidade latinoamericana, de imaginação e de criatividade por onde andaste, e possamos partilhar de um café contigo num café da Paris celestial, a terra onde o sol nunca se põe, uma Buenos Aires, uma Lisboa, uma Mendoza, uma João Pessoa, uma cidade eterna.

segunda-feira, 28 de junho de 2010

Kairós

Cuando se pasa la línea del tiempo, sigues viviendo, ya sin afanes. La vida como gracia.

domingo, 27 de junho de 2010

Texto

Escribiría un texto
Que no tuviera contexto,
Que fuera apenas pretexto para decirte esto.

sábado, 26 de junho de 2010

Poesía de mañana

Alguien quisiera escribir esta mañana, cosas inolvidables, que despertaran ecos imborrables en los corazones humanos. Te sorprendes de saber cuánto llegan a quienes quieres, estas cosas que dejas venir a las líneas en la madrugada, mientras ella duerme y la noche se va, y los grillos continúan su eterno canto de mañana.

domingo, 20 de junho de 2010

Naciendo

Esa tarde, se sintió súbitamente inspirado. Se puso a escribir, aún sin saber lo que iría a poner en la hoja. Lo hacía por el mero placer de ver lo que iba viniendo. Esto le ocurría muchas veces. Esta mañana, por ejemplo, era el nacer del sol, mejor dicho, el comienzo del día. La descripción del proceso de surgimiento de la luz en la noche, la transformación de la noche, progresivamente, en día. Una obra de arte. Pura observación nomás. El azul ultramar que a las 4:20 se empieza a hacer translúcido. Los primeros pájaros que escuchas. La luz creciente que a las cinco ya es casi totalmente claro. El sol que va apareciendo por entre las nubes grises sobre el mar. El rayo que te hiere, luminoso y amarillo, por entre las nubes grises. La gente caminando por la playa, el mar arrullando, la luz haciéndose más plena. Lo que sientes a esa hora en que el día comienza. Ahora es de tarde, y se escuchan los autos pasando con el sonido alto. El viento que va hacia el mar o de él viene. Las campanillas tocando. En algún lugar de la ciudad, ella. Como hoy de mañana, cuando volvía de caminar, y sabía que ella dormía y yo volvía a casa.

sexta-feira, 18 de junho de 2010

Soy

Soy tantos,
Soy yo.
Soy uno solo.
Soy el dueño de mí mismo.
Soy el eje de mi vida.
Soy mi propio centro.
Soy mi propia casa.
Soy el universo.

quinta-feira, 17 de junho de 2010

Volviendo

La sociedad te va extrañando, te va alejando de vos mismo. De pronto no sabés más quién sos, empezás a odiarte y a odiar a todo el mundo. No querés vivir más. Pero un día un espejo, una cara, una mujer, el amor, y empiezas a volver. De a poco, vas volviendo. Vas siendo vos mismo otra vez.

domingo, 13 de junho de 2010

Escrita silenciosa

Há dias em que escrevemos sem escrever. Contamos o ocorrido sem dizer nada, sem que palavra alguma desça até a folha. Hoje é um desses dias. Tudo que quero contar do vivido neste dia, estará no silêncio desta folha.

sábado, 12 de junho de 2010

A vida não pode ser substiuída por nenhuma tecnologia

A vida não pode ser substituída por nenhuma tecnologia, da natureza que for: empresarial, comercial, financeira, nem tampouco psicológica, teológica, sociológica ou ideológica.

A vida é mais, é sempre mais, é outra coisa. É algo que se nos escapa de contínuo, quanto mais a tentamos aprisionar, controlar, direcionar.

Dir-se ia que seria mais sábio, como diz a canção, nos deixarmos levar por ela: vida, leva eu.

Não há dia em que não venha alguma lembrança de um passado obscuro, tenebroso, aterrorizante, assustador, a ser visto como o adubo do qual nasce este presente, esta flor de lótus que é a hora atual, este instante fecundo do qual brotam todas as possibilidades.

Não há pessoa que não conviva com alguma sombra, com conflitos interiores que por vezes a levam a pensar que deveria se trair, que não haveria para ela esperança nem horizonte mais à frente.

No entanto, no meio da escuridão, ou às vezes depois da tormenta, aparece a luz. Ela brilha na escuridão de dentro de ti, de mim, de cada pessoa humana, porque isto não é para alguns e não para outros: ocorre com todo existente.

Não há luz sem sombra, diz o Tao. Não há movimento sem quietude, nem dia sem noite ou vida sem morte, a vida é o giro eterno do eterno círculo dos pólos contrários que se complementam na sua oposição.

Ao dizermos que a vida não pode ser substituída por nenhuma tecnologia, queremos dizer que a vida é mais, e sempre mais do que as nossas tentativas de compreendê-la e explicá-la, controlá-la ou direcioná-la.

Isto não significa que não se possa ou não se deva planejar, mas é necessário saber que estamos sempre a fazer esboços, e que o traço final será sempre imprevisível, sempre será algo que não estava nos nossos planos, pois a vida é o que nos surpreende, sempre.

domingo, 6 de junho de 2010

Caminos de unidad

Existe una profunda convergencia entre la meditación, la desalienación, el placer, el arte, y otras prácticas sociales en que la persona vuelve a ser ella misma.

Entre estas últimas, la terapia comunitaria, que es un espacio de escucha activa de si mismo, en que uno se descubre en el otro, en los otros. Hay un reconocimiento mutuo, se pierde la sensación de separatividad y aislamiento, y se recupera la sensación y la experiencia de unidad. Por un lado, Jung con su abordaje del inconsciente colectivo, por otro lado, las experiencias de meditación como vivenciadas por Jesús, Gandhi, Ramakrishna, San Francisco de Asís.

Uno y otro camino llevan a lo mismo, a la vivencia de la unidad, a una experiencia de que todo está unido, de que formamos parte de la totalidad. Entonces el concepto de Dios no es una entelequia abstacta.

Cuando la persona se descubre parte del todo, o mejor dicho, cuando ella recuerda, vivencialmente, experimentalmente, que ella es parte de la totalidad, toda su vida cambia, para mejor. Deja de sufrir por cosas que antes la afligían, como las sensaciones de pérdida de sentido y vacío existencial, que empujan millares de personas por todo el mundo, a cosas como el consumismo, la drogadicción, la depresión, el suicidio, la anomia, la alienación.

Días atrás, leyendo un libro de Hermann Hesse, reflexionaba sobre lo que el escritor decía sobre su experiencia espiritual. Dice el autor que él podía vivir sin instituciones religiosas, pero no podía vivir sin fe. Rastreando las fuentes cristianas e hinduistas de su experiencia, Hermann Hesse menciona la preocupación insistente, casi obsesiva, del hinduismo con la unidad.

De hecho, el hinduismo, al igual que el mensaje de Jesús (Yo y el padre somos uno), rompe con la disociación, afirmando la unidad. Tú eres Aquello (Tat Tvam Asi). La persona no tiene que transformarse en Dios, ella es Dios. Esta afirmación de radical unidad es revolucionaria, si se piensa que vivimos en un sistema que vive de la separatividad, de la disociación, de la exclusión, del no-reconocimiento de sí, de la anomia y la alienación.

En efecto, el sistema capitalista es eso: la afirmación de la divergencia, mientras que la vida, al contrario, llama a la convergencia. Por eso se dice que el capitalismo es un sistema intrínsecamente perverso. Invierte la realidad, muestra la apariencia y esconde la esencia. Rompe la unidad, crea pedazos, fragmentos de personas, fragmentos de vida. El arte y el placer, por otro lado, son también caminos hacia la unidad. Estas breves anotaciones no pretenden ser más que eso, esbozos de lo que se siente y se vive en busca de la unidad.

Cada uno es un camino hacia sí mismo, y todos, en conjunto, somos caminos de retorno de una humanidad que se pierde en la mercantilización y el utilitarismo, en el objetivismo y la cosificación, y se reencuentra en la solidaridad y en las prácticas de fraternidad. No se necesitan nuevos discursos, nuevas teorías o interpretaciones, sino nuevas experiencias, para ser feliz.

La felicidad está al alcance de la mano, en realidad, en las manos de cada persona, y de la humanidad como conjunto. Consiste en ser uno quien es, y esto se aplica a cada individuo, y a la sociedad, o a las comunidades como la familia, los grupos religiosos o de otra índole. La identidad refleja lo que uno es, y eso se aplica a lo personal y a lo colectivo. La identidad se pierde cuando lo esencial se confunde con lo aparente, y toda disociación es oriunda de la pérdida del sentido original de pertenencia.

El individuo cuando se redescubre vinculado al todo, parte de la comunidad y de la historia, del tiempo y de la vida, se recupera de todos sus males.

Vuelve a ser feliz, con esa felicidad original que se tiene de niño, antes de que los traumas empiecen a hacer llorar a ese niño o niña que, en al vida adulta, somos obligados a traer de vuelta, pues es nuestro primer maestro. Es quien conoce el camino de regreso: el placer, la alegría, la simplicidad, la confianza, la despreocupación. Todos los caminos conducen a Roma, podríamos decir, a título de conclusión provisoria de estas reflexiones. Y los caminos son muchos, tantos cuantas personas hay o hubo en el mundo, pues la continuidad de la vida muestra la conexión indestructible de todo lo que es, lo que fue, y lo que será.

sexta-feira, 4 de junho de 2010

Reconstrucción

No hay ningún mérito especial en que una persona haya sobrevivido a una catástrofe, aún que esta catástrofe no haya sido natural sino planeada cuidadosamente, como la operación masacre ejecutada en Argentina por el llamado ejército nacional, entre 1976 y 1982, completada, en sus aspectos económicos y sociales, por el gobierno de Menem.

Unos destruyeron la gente, las instituciones, la confianza, los valores humanos como un todo. Este último, continuó la obra destructiva entregando lo que restaba de la riqueza nacional al extranjero. Se perdieran así, los teléfonos, el petróleo, sectores claves de la economía y de la subsistencia del país, dejándolos en manos del interés privado.

Quien tuvo la suerte o el destino de sobrevivir al genocidio que el nazismo asestó a nuestro pueblo y a nuestra patria, pudo, de a poco, con el auxilio solidario de mucha gente, irse rehaciendo, y lo seguirá haciendo, pues la tarea es constante, cotidiana.

Lo que la antipatria destruyó de un golpe, lo viene uno recomponiendo en minúsculos y repetidos actos diarios, año tras año, minuto a minuto, día tras día.

Si la Argentina se recompondrá de las sucesivas destrucciones a que la sometieron los gobiernos antinacionales y antipopulares desde mediados de la década de 1950 hasta hoy, es algo que está por verse. La resiliencia no se aplica sólo a personas, sino a países, me parece. Quiero creerlo.

Si es así, cabe esperar que con la misma fuerza que nos azotaron como personas y como pueblo, como país, como Argentina, podremos levantarnos con tanta o más fuerza que la que usaron para intentar aniquilarnos.

quinta-feira, 3 de junho de 2010

La terapia comunitaria como modo de vida

Muchas veces he reflexionado acerca de cómo la vida de uno cambia a partir del momento en que uno se forma en terapia comunitaria. No es solamente que uno aprende alguna cosa nueva, que de hecho se aprende. Es que uno vuelve a ser uno mismo, lo cual es un hecho transcendental. Uno vuelve a ser uno mismo, y esto es un proceso objetivo tanto cuanto subjetivo.

De a poco, tu ser, que se había enajenado en papeles sociales que te alienaban, que hacían de vos una cosa, una máquina de cumplir obligaciones, vuelve a ser el mismo ser que siempre habías sido, pero que estaba tapado, oprimido, negado, por la capa externa que te iba asfixiando poco a poco.

Este regreso de uno a uno mismo, este retorno de la persona a lo que ella es, tiene el valor de un nuevo nacimiento, y esto es lo que yo vengo experimentando, tanto en mí mismo como en los demás, con quienes vengo participando de ruedas de terapia comunitaria, encuentros de formadores, cursos de formación, intermisiones.

Cuando se evalúa, como ya ha sido evaluado, el impacto de la terapia comunitaria en la vida de las personas, el ítem número uno es el empoderamiento personal. Otra vez la persona siente que puede, se da cuenta de que ella es capaz. Se descubre parte activa en una red de relaciones, en el proceso histórico de su vida, y de la vida de su familia, de su país, de su región, del mundo en que vivimos.

Varias investigaciones han confirmado este hecho de capital importancia, de redescubrimiento del propio ser, del ser auténtico, a través de la terapia comunitaria como modo de vida, como forma de verse a uno mismo y a los demás, como manera de encarar la vida todos los días, con una nueva relación de afecto por uno mismo y por los demás, con una nueva esperanza y una nueva forma de pensar y de sentir.

quarta-feira, 2 de junho de 2010

Un mundo sin estado

Las recientes agresiones de Israel a un grupo de personas que llevaba ayuda humanitaria a los palestinos de los campos de exterminio de Gaza, me han hecho pensar, como deben haber hecho pensar a mucha gente en el mundo, en lo que es el estado, el estado fascista, nazi, sionista, y los mecanismos estatales de dominación, de explotación y de muerte.

Más allá o más acá de los hechos que Israel protagoniza, cercando y matando de hambre a los palestinos sitiados en los campos de exterminio, queda el hecho de que la vida de las personas sigue en manos de quienes dicen que deberían protegerla. El estado es y será, no hay como deje de ser, un mecanismo de robo, de explotación, de engaño y de muerte.

Pienso en Imagine, de John Lennon, y no puedo dejar de soñar, como mucha gente deberá estar soñando a lo largo y a lo ancho del mundo, con un mundo sin fronteras, sin militares, sin bombas ni fusiles, sin violencia ni muerte.

Yo sé que esto puede parecer imposible, pero algo me dice que un día podremos vivir sin cadenas, sin mentiras, sin engaños, sin corrupción, sin ejércitos ni torturas, sin campos de concentración o de exterminio, sin fuerza bruta, sin estado.
Un mundo sin explotadores ni explotados, donde la existencia de cada uno sea una posibilidad de crecimiento para los demás, y no una condición o posibilidad de explotación, como en el sistema actual. Y cuando digo sistema, me refiero a un modo de relacionarse las personas entre sí, con el tiempo, con las cosas, con la vida, con la naturaleza.

El modo capitalista instaura la relación única de la dominación, de la apropiación privada, del tener en vez del ser. Es un sistema o un modo de relacionarse, que vive de la exclusión, de la separatividad, del yo tengo y vos no, yo soy y vos no.

En el sistema o modo capitalista, el otro o es un obstáculo a eliminar, y ahí viene la lógica bélica, la de la guerra, la del matar para vencer, o bien el otro es alguien a quien dominar, a quien explotar, de quien sacar energías para mi beneficio propio y personal, con exclusión del colectivo o social.

En el mundo sin estado que muchos soñamos, no habrá necesidad de mediadores, de alguien que lucre con la vida ajena, nadie que viva para que otros vivan mejor mientras él o ella se hunde y se degrada, se transforma en cosa. Ese otro mundo es posible, depende de otros estados de conciencia que no son el de la propiedad privada ni el de la exclusión. Supone otra ética, otros principios y otros valores, ya enunciados y practicados por millares de personas por todo el mundo.

terça-feira, 1 de junho de 2010

domingo, 30 de maio de 2010

O movimento da libertação interior, a revolução interior

Algumas vezes, tenho pensado que poderia ser interessante escrever alguma coisa sobre o movimento da libertação interior, ou sobre a revolução interior, que não são a mesma coisa, mês se parecem, estão inter-relacionados estreita e profundamente. Em ambos os casos, se trata de um movimento que a pessoa empreende em direção a si mesma. Um caminho que ela decide empreender para saber quem ela é. Devo dizer --abrindo aqui um parênteses-- que estas digressões não tem outro objetivo do que o clarear a minha própria trajetória de vida e, em algum sentido, o vasto esforço da humanidade como tal, desde as profundezas das origens da caminhada humana em busca de si mesma.

Aqui não há doutrinas nem organizações, tampouco fronteiras ideológicas ou qualquer outro tipo de afã privatizante ou exclusivista. Podemos dizer, como forma de começar esta conversa, (porque é disto que se trata, de uma conversa e não de um discurso, não há pretensão de exibir conhecimento ou convencer) que entendemos como movimento de libertação interior ou revolução interior –ainda tratando ambos em conjunto, quase como sinônimos, que não são—tudo que a alma faz para se ver livre do que a trava, do que a aliena, do que a confunde e engana.

Neste sentido, podemos dizer que a terapia comunitária é um movimento de libertação interior, que o pensamento de Marx é um movimento de libertação interior, o pensamento de Paulo Freire, as idéias e a prática de Jesus, etc. Tudo que traga a pessoa de volta para ela mesma, tudo que dissolva as ilusões ou mentiras, os enganos ou preconceitos, tudo que afaste da verdade, é movimento de libertação interior. A meditação, a oração, a arte, o estudo das religiões e a sua prática, a partilha, a expansão da consciência a través do trabalho individual e coletivo, das ações solidárias ou solitárias, são também expressões ou formas de realização da libertação interior. Deve estar claro, neste ponto, que não há –como dissemos— receitas ou dogmas.

Da revolução interior podemos dizer que seja o processo de retorno da alma a si mesma, produzido por uma relembrança ou reintegro dela à matriz divina essencial que subjaz a toda manifestação, a tudo que existe. Talvez possamos dizer que esta revolução, que resulta da libertação interior, é o fim do caminho humano, é a conclusão da caminhada.

Alguns, como São Francisco de Assis ou Gandhi e o próprio Jesus, se tornaram exemplos desta possibilidade que está aberta a toda pessoa humana pelo mero fato dela existir. Os Beatles, John Lennon e George Harrison em particular, mas o conjunto como um todo, funcionaram --e funcionam ainda-- como promotores da libertação interior e coletiva pelo amor expansivo, o amor sem fronteiras, a fraternidade universal, a comunhão com tudo que existe.

Não há conclusões para este início de conversa, apenas a expectativa de que possamos nos lembrar, que possamos nos lembrar de nós mesmos.