quinta-feira, 30 de junho de 2016
quarta-feira, 29 de junho de 2016
Refluir en colores
Tarde de dejarme
venir en colores. La valijita de pintura. Las cajas de lápices
acuarelables. El sacapuntas. Los pinceles. Los blocs de papel telado.
Entonces dejarme venir en colores. Ver los lápices. Sentir el rojo,
el amarillo, el violeta, el verde, el marrón, el naranja, el azul,
el blanco. Todos los colores. No solamente usarlos, sino estar con
ellos. Ser ellos ese tiempo inmemorial en el que pierdo la noción
del tiempo y simplemente estoy allí. Refluyendo en colores. Como
llegando a la primera orilla, la más antigua. Todos los recuerdos,
las presencias. Gente que disfrutó de mis dibujos y cuadros. Las
exposiciones. Todo el tiempo pasado presente. La sensación de
familiaridad. Mis padres y hermanos. Mis abuelos y abuelas. Mis tíos
y primos. Mis amigos y amigas. Toda la vida. Todo el tiempo. Una
tarde de refluir en colores.
domingo, 26 de junho de 2016
Confianza
¿Seremos
mayores que el golpe? De golpe se me ocurre que sí. Tenemos que ser
mayores que el golpe. El golpe, todos sabemos, es mezquino,
destructivo. Es un golpe bajo. El país debe mostrar a sí mismo que
es más que esta bajeza que se le intenta imponer. Muchos sectores
populares, movimientos sociales, categorías profesionales,
sindicatos y centrales sindicales, medios de comunicación
alternativos e independientes, vienen oponiéndose a lo que se
intenta imponer sin la legitimidad de las urnas y con la complicidad
de un poder judicial claramente incapaz de cumplir con sus funciones.
La democracia parece estar por un hilo. No sé verdaderamente qué va
a pasar. Solamente espero que seamos capaces de ser mayores que el
golpe.
Raízes
Um pais é feito de
todo tipo de gente. Gente que nem sabe o que seja um país. Gente que
somente sabe tirar proveito das situações. Um pais é feito de todo
tipo de gente. Gente que acorda e nem sabe por que, a que veio, o que
vai ser seu dia, o que é a sua vida. Gente que se desenraizou e nem
percebeu que isto aconteceu. Ganhou talvez um diploma, um apartamento
um pouco melhor, um carro, e já pensa que nasceu nas nuvens. Já se
sente rica e chuta contra o Estado que cuida dos pobres. Um pais é
feito de gente de todo tipo. Gente que sua a camisa e estende a mão,
porque é assim que é bom. É assim que se faz um pais. Você pode
acordar e nem saber muitas vezes o que é isto de estar aqui, estar
vivo. Aos poucos o dia vai indo e você começa a chegar ao lado de
cá. De repente vê que o pais está indo pro brejo, pela mão de
gente com muito dinheiro, que fala nas TVs e nos jornais. Gente que
mente e mente como quem só sabe mentir. Aí você pode começar a
pensar que o pais vai bem porque agora os pobres vão se lascar bem
muito. Os pobres sempre se lascam bem muito. Mas além de sofrer, os
pobres sabem partilhar. Sabem criar esperanças do nada. Sabem
apontar horizontes no meio da escuridão. Quem teve uma origem assim,
como eu tive com meus irmãos, sabe do que estou falando. Raízes
estão nos pés, estão na pele, estão na memória, estão onde você
estiver.
Mi lugar
Hay un lugar donde
estoy aunque no esté.
Estoy aunque no esté en mis libros, en mis
escritos, en el mundo que voy construyendo con mis textos.
Esto puede
sonar paradojal, pero no lo es. Estoy en ese mundo que he ido
construyendo al escribir leyendo, aunque no esté escribiendo
leyendo.
Escribo leo al estar, al ser, al simplemente ser quien soy.
segunda-feira, 20 de junho de 2016
Voy y vengo
El mundo grande de
la política y el golpe fascista. El retroceso institucional y
social. La destrucción de las conquistas ciudadanas que tanto
trabajo costó edificar. Voy y vengo entre este mundo y el mundo
ínfimo, apenas perceptible, verdaderamente mínimo, en el que vivo y
respiro. Mundo éste hecho de cosas pequeñitas que se fueron
juntando en mi memoria. Recuerdos de familia. Viajes. Amistades. El
amor. Pintura. Libros. Colores. Escritos. Películas. Sueños
realizados y destrozados. Entre esos dos mundos voy y vengo, como
tanta gente ha de ir y venir. Voy y vengo y vengo y voy y sigo
viniendo y yendo. Hasta llegar. A veces parece que ya estoy aquí y
que esto es el cielo. Este es el cielo. Voy y vengo y en este ir y
venir mi vida se fue tejiendo y destejiendo, y lo sigue haciendo. A
veces pienso que quisiera quedarme de una vez en mi mundo pequeñito,
sin conflictos. Sólo amor y paz. Pero está ese otro mundo que
golpea, llega cerca y golpea. Y no tengo cómo dejar de atender. Abro
la puerta y veo lo que no quiero. Cierro la puerta y me voy otra vez.
De nuevo me voy y vengo. Voy y vengo.
sexta-feira, 17 de junho de 2016
Sin temer
Noche en que el
sueño parece haberse quedado un poco más allá. La mente va
tejiendo, juntando, uniendo. El rompecabezas se va formando. No hay
palabras que no haya tenido que escuchar. Todas tienen sentido.
Crucigrama. Mandálicamente, yo. Escribo y leo. Mato una cucaracha
que intenta merodear impunemente. Temer ensucia la pantalla de TV.
Menos mal que están los libros. Allí me puedo refugiar de cualquier
cosa indeseable que pueda llegar a aparecer del lado de acá. Nunca
me canso de repetir que esto se lo debo a mis padres, que desde
pequeños nos introdujeron a mí y a mis hermanos en este mundo
mágico de la lectura, que después se hizo escritura, se sigue
haciendo escritura lectura escritura. Lectura. Las letras unen lo
disperso. Fragmentos se unifican en palabras. Los libros que he ido
escribiendo a veces son una sola palabra, una frase, una sensación.
Un color. Reúnen historias y afectos. He ido rehaciendo mi vida a lo
largo de las hojas escritas y leídas. Me rehago al leer escribir.
Por eso Julio Cortázar y Machado de Assis. Y todos los otros
escritores y las escritoras que fueron formando ese puerto de llegada
y de partida. Ese lugar de estar y de ser que es el leer escribir.
Escribir leyendo. La noche se va haciendo día y entonces las letras
van subiendo esa especie de cuesta del sol que a estas horas de la
madrugada ya ha de estar siendo recorrida. Hasta que la luz aparezca
en las ventanas y sepa que ya es de día. Que hay otro día aquí y
yo en él, en este pedazo de tiempo que va mirando a los recuerdos y
a lo que está aquí. Entonces la jornada en Campina Grande otra vez.
Una y otra vez. Como si fuera la imagen de un libro que uno va
mirando página a página hasta ponerse en movimiento. Han pasado
solamente algunas horas y parece que aún estoy en esa ruta.
Volviendo a casa. La gente escuchando las conferencias en el local
del congreso de salud. Un congreso son todos los congresos. Un día
son todos los días, es un único día. La imagen de la casa de la
calle Julio Leonidas Aguirre vuelve con más nitidez. Infancia. Ya no
es un recuerdo sino un lugar donde estoy. Presencia. Azul. Celeste.
Blanco. Verde. Los malvones en las macetas del patio. Las baldosas de
mosaico ajedrez. Ese tiempo que no pasa. Tiempo feliz de la niñez.
Eterno. Eternamente vuelve uno a ese tiempo detenido, inmóvil,
pleno, feliz. De juegos en la acequia con barquitos. Y autitos en las
rutas de barro que uno mismo hacía con sus manos. El trompo azul. El
auto rojo, que es una Ferrari. Las revistas mexicanas que
intercambiábamos con los chicos del barrio. La higuera de la calle
Juan B. Justo. No tienen fin sus arduos corredores. La frase
de Jorge Luis Borges resuena.
domingo, 12 de junho de 2016
Decisiones y dudas
Decisiones y dudas
son como hermanas gemelas. Donde está una está la otra también.
¿Lo digo o no lo digo?
¿Lo hago o no lo hago?
¿Estará bien o estará mal?
Esta última pregunta ahora trato más bien de substituírla por esta
otra: ¿Es justo o no es justo? Lo justo y lo injusto tienen que ver
con lo que es adecuado. No siempre uno acierta. De ahí las dudas,
las indecisiones. Estos están siendo días un tanto tensos. Se mueve
el tablero y uno no ve bien el horizonte que se avecina. Esto es para
decirles a quienes están por aquí cerca, gente querida que de
pronto lee lo que aquí publico, que por ahí puedo haber hecho algo
que les haya desagradado. Son las aguas que vienen por dentro. Muchas
cosas se mueven. En todo caso, si cabe, disculpas. Si no, todo bien y
seguimos como se va pudiendo. Trato de ganar fuerza de/en la
incerteza, como uno de los tantos recursos que a todos nos toca poner
en juego cuando las cosas no están del todo claras. Cuando el piso
se mueve. Es como si el pasado volviera, y uno está otra vez como
dice la canción: como
un niño frente a Dios.
Toda la fragilidad, las vulnerabilidades, que a esta altura del
camino ya son bastantes, y reclaman atención y cuidado permanente,
son al mismo tiempo fuentes de energía y de fuerza. Parece
paradojal, o lo es. Pero ¿no es así la vida? Por suerte, o por
destino --desatino, no atino con la palabra cierta-- todo tiende a
encajarse, a ajustarse. Todo se mueve y en este movimiento general,
uno va encontrando puntos de fijación, móviles.
segunda-feira, 6 de junho de 2016
Una causa grande
Esta es una gran
causa. Una causa grande, verdaderamente. Ella congrega personas de
todas partes del país, y también de otros países. Gente de
movimientos sociales, profesionales de diversas áreas, jóvenes,
mujeres, obreros, sindicatos, trabajadores de la salud. Participar de
esta causa grande que es la defensa del orden democrático y de los
derechos sociales y de los trabajadores, a uno lo sana por dentro.
Sin duda que algo en uno mejora, y mucho. Pero también están los
límites. Hoy, en particular, después de haber publicado algunos
artículos de la causa que nos congrega, simplemente me di cuenta de
que estoy al borde. Necesito parar. Sé que hay otras manos, otras
voces, que seguirán en esta tarea que nos unifica. Descansaré
sabiendo de esto. Y con la confianza de que al final la victoria va a
ser nuestra. La victoria a largo plazo es siempre de la gente
decente. De lo más humano. Lo más justo. Lo más amoroso.
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