quarta-feira, 26 de fevereiro de 2014

Contenido

Esta tarde fui, de nuevo, a caminar hacia el centro. Cuántas veces habré hecho este trayecto, de diferentes maneras, a lo largo de los años! Ir dejándome bajar por el leve declive de la ciudad, de sus veredas arboladas, hacia el centro. Ir viendo las casas, antiguas y modernas, algunas com marcas características de tiempo. Otras, como escondidas en algún lugar para que no las vean. Construcciones, garajes, negocios de todo tipo: kioscos, bares, restaurantes, librerías, agencias de bancos, plazas. Todo esto mientras bajas, mientras te dejas llevar, mientras vas permitiendo que el leve declive de la ciudad te lleve hasta la librería donde está el libro de Vicki Baum que fuiste a buscar: Amor y muerte en Bali. Y mientras tanto las caras, las miradas que más o menos furtivamente te recuerdan que eres de aquí. Esto te vino muy fuertemente, y con un sentido nuevo, esta tarde. Soy de Mendoza. Mendoza es algo que me tiene, algo que yo soy. Sin culpa de nada, apenas permitiéndote estar, ser, ir, venir, dejarte llevar por las calles y veredas, por el paisaje urbano que se mueve, gente, ómnibus, algunas bicicletas y motos, los trolleys. Todo esto que te contiene, de lo que estás hecho. Te va conteniendo y anidando, llevándote como las olas de un mar silencioso.

segunda-feira, 24 de fevereiro de 2014

Remontagem

Um dia como hoje, em que a chuva toca seu som pelos telhados. O céu nublado te envolve no seu manto. As calçadas hao de estar molhadas lá fora. E nao encontro o til neste teclado argentino de Mendoza, mas mesmo assim lá vao estas palavras, a sair pelo mundo afora. Posso escrever o que me vem nesta tarde chuvosa e nublada, tarde de Mendoza, em que amigas e amigos pela internet, e o aconchego dos meus filhos e filhas, e da minha mulher amada que em Joao Pessoa. Ouço o som das gotas de chuva no pátio. Os dias passados se envolvem como em um pacote que aninha. Vejo a gente e a mim mesmo como luzes, espécie de peças de um quebra-cabeças infinito, em que tudo se vai montando e remontando, desmontando e voltando a se montar. Assim a morte nao assusta, será algo inevitável no final. Mas agora é isto, é este confluir e refluir de cristais luminosos, amarelos, que se juntam e se dispersam, e voltam a se aproximar e a se distanciar.

quinta-feira, 20 de fevereiro de 2014

Sol y luna

Hay días de lluvia y hay días de sol. Hoy me acordaba de una de esas vivencias de Adalberto Barreto, sol y luna, masculino y femenino. La hice una vez en João Pessoa, en el hotel Netuanah, en la playa de Cabo Branco. Hoy me acordaba, andando por el parque San Martín, en Mendoza. Hay mucha sabiduría en esas vivencias, en esa percepción de que no siempre estamos en nuestro máximo, con la mejor disposición, acertando en todo. Hay también los reflujos, los días nublados, como hoy, en que parece uno haber agotado los intentos por agarrar algunos rayos de sol, allá adentro.

domingo, 9 de fevereiro de 2014

Tengo mis escritos

¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que tengo un lugar para mí. Al margen de las fluctuaciones de la gente que me quiere y que muchas veces exige demasiado de mí. Al margen también de mis propias variaciones de ánimo y de disposición. Tengo mis escritos. Ese es mi lugar, hecho de algunas o muchas frases con las cuales he ido tejiendo mi nido, el lugar que habito, mi casa interior. Es un espacio más permanente y sólido, en medio de las vicisitudes de la vida. Más allá de las obligaciones, del desamparo que muchas veces siento, esa sensación de no tener un lugar adonde ir, de no tener un lugar en el mundo, en la vida. Yo soy el lugar donde quiero estar, donde debo estar, donde puedo estar. La gente tiene sus obligaciones, como yo tengo las mías, y nadie puede estar tan a disposición de los demás, que no pueda decir que no. Siempre se puede decir que no. Y muchas veces nos dicen que no, así como decimos que no. Si no le puedo decir que no a un amigo, no sé si es un amigo. Talvez sea alguien que espera demasiado de mí. Pero yo no debo tener tantas obligaciones con nadie, al punto que no pueda ser yo, que no pueda respirar, que no pueda tener mi propio espacio, mi propio lugar. Por eso tengo mis escritos. En ellos me he ido recuperando, me voy teniendo de vuelta. Mucha gente se ha ido viendo en ellos, y se siguen viendo en ellos. Pero no escribo tanto para los demás, como para mí msimo, si bien que hay un ir y venir, hay una reciprocidad. No existo sin los demás, ni nadie existe sin sus prójimos. Es la medida, la difícil y justa medida, lo que tengo que alcanzar.

sexta-feira, 7 de fevereiro de 2014

Escrevo para

Como tudo que fazemos, o escrever também muda substancialmente, de acordo com as motivações e intenções. E, obviamente, de acordo com os interesses a que servimos com a palavra. Posso escrever porque me mandaram fazer isto, e então, a minha escrita não é propriamente minha, e, sim, de quem me mandou escrever isto ou aquilo. Não é o meu caso, não escrevo porque alguém me mandou escrever, e, sim, porque necessito passar a vida a limpo, necessito me ver de verdade, me conhecer e conhecer as pessoas e o mundo à minha volta. Quando escrevo, é como quando falo, vejo claro, começo a enxergar. Ninguém se enxerga sozinho, como disse Peter Berger, o sociólogo. Escrevo desde alguma perspectiva, com algum propósito. Lembro de algo que Graciliano Ramos escreveu, não sei em qual dos seus livros, mas muito a propósito. Dizia ele que a opinião das pessoas mudava de acordo com o que liam, e o que liam, por sua vez, estava de acordo com o que os mandantes dos jornalistas desejavam. Não deixa de ser verdade que a maior parte das opiniões que temos sobre muitos assuntos, é oriunda de um jornalismo pago. Aonde quero chegar com estas observações? Ao fato de que a escrita, para ser libertadora, deve nascer de uma vontade de dissipar as trevas, de esclarecer a si e aos outros, e não de atender a interesses nem sempre explícitos. Na minha escrita, a tentativa é a de ir dissolvendo as afirmações que incorporamos sem crítica, sem saber de verdade a que interesses servem. Os preconceitos, as ideias falsas, a calúnia e a difamação, tudo isto deve ir se dissolvendo e desaparecendo, para que possamos enxergar a realidade, vir para a realidade. Há uma diferença substancial entre a escrita que obscurece a realidade e aquela que nos fornece instrumentos para virmos a conhecer as coisas como são. Tentarei sempre estar nesta última perspectiva.