sexta-feira, 30 de dezembro de 2011

La mirada poética

Hoy miraba un árbol de mangos, verde, los frutos colgando, los edifícios atrás, y de pronto me di cuenta de que era una mirada poética. Era como si lo que estaba allí, ese árbol verde, con sus hojas dibujadas como si fuera en un grabado, los frutos iluminados por el sol, fuera una mirada poética. Una mirada resultante de años de mirar al mundo desde lo poético. Entonces me vino una tranquilidad muy grande, como si algo buscado durante mucho tiempo, hubiera sido al fin encontrado. Yo creo que a veces se abren como espacios en el tiempo, unas rendijas por donde se puede ver el mundo así como lo vi esta tarde, hace un ratito, ese árbol de mangos, los edificios atrás, la mirada poética.

segunda-feira, 26 de dezembro de 2011

O Dr. Omar Lazarte apresenta na Biblioteca San Martín, livro sobre a sua trajetória científico-acadêmica e docente


Diante de uma seleta platéia, o Prof. Dr. Omar Lazarte, ex-professor da Facultad de Ciências Médicas da Universidad Nacional de Cuyo, apresentou, no dia 3 de dezembro de 2011, o livro em que a historiadora Fabiana Mastrangelo recompõe a sua história científico-acadêmica e docente.

terça-feira, 20 de dezembro de 2011

Compañía

Esta tarde, salí a caminar, y a poco de andar, me doy cuenta de que no estaba solo. Sentí que podía acompañarme, y de hecho me acompañé, de personas muy queridas de mi vida. Anduve por la beira-mar, ví gente y edificios, mujeres con niños, gente sentada, gente caminando, los coqueros, el mar, el cielo. Y cuando volvía, al pasar por una barraca, sentí de nuevo estas presencias queridas, y una paz muy grande. Verdaderamente uno está acompañado, si quiere.

domingo, 18 de dezembro de 2011

Transformación

Hay cosas que quisieras dejar de recordar de una vez por todas. Cosas que quisieras que nunca hubieran acontecido. Pero, como dice Borges: “Sólo una cosa no hay, es el olvido. Dios, que salva el metal, salva la escoria, y cifra en Su profética memoria las lunas que serán y las que han sido.” Quisieras volver a un tiempo de inocencia, de barquitos en la acequia y caminatas en el parque. Quisieras saber que un país se hace entre todos y todas, que una Argentina que quiso nacer y fue sofocada a tiros y mentiras, no morirá jamás, vive en el corazón de cada uno de los que tuvimos la gracia de sobrevivir. Y si las alegorías de la infamia y la aberración aún te duelen, duelen porque duele la traición, sabes que eso no es lo único que cosechaste de tus años juveniles. Sabes que un nuevo ser nació dentro de ti cuando pasaste la frontera y encontraste este Brasil que aún te acoge, que recibe como recibió, de brazos abiertos, al inmigrante. Es un ejercicio diario, como para tanta gente, el de seguir haciendo flores de las espinas. Lo que aquí recibiste, fue la solidaridad sin límites, de un pueblo hecho a golpes como se hace toda la gente. Gente que aprendió a encontrar lo mejor en los demás, gente que sigue luchando y trabajando para hacer alegrías de sus tristezas. Por eso dices, en este fin de año, gracias, una vez más: Gracias, vida.

sexta-feira, 16 de dezembro de 2011

Beatlemania

A veces me enfermo muchísimo de la cabeza por cosas que no tienen nada que ver. Como ser la normosis, o sea la patología de la normalidad, o ver el mundo sin alternativa y uno como un conejito de indias caminando al matadero sin chistar. Pero estas son cosas que a uno se le pasan si acude, como acudí esta mañana, a un viejo e infalibe expediente, de escuchar una vieja y buena música de Los Beatles. Son cosas simples. Recordar buena gente que conociste en tu vida, o lugares donde la pasaste rebien, o personas a quienes amas, no importa dónde estén. De pronto oír estas canciones, o canciones que llevo dentro de mí, o pensar en la arena esta mañana en la playa, todas esas formas dibujadas en el piso, y yo buscando el control remoto del portón que se me había caído. In my life, está tocando ahora. La reunión con los amigos esta mañana, ese ceremonial de esperarse, de escucharnos unos a los otros, de recopilar tantas charlas, tantos encuentros. O simplemente escuchar esa voz con que la canción concluye y otra vez eres ese joven de otrora, un joven sorprendido de estar aquí, ahora escuchando Norwegian Wood, y no sabes si estás allá y entonces, o aquí y ahora, o si aquél allá y este aquí y este ahora, son un solo y único tiempo. Oyes la canción que habla de una chica que se fue, y los sones vienen a ti y oyes otra vez la misma canción, pero no eres y eres el mismo. Es la magia del tiempo, la magia de esta cosa tan simple que es volver a ti mismo y ver que nada cambió, eres el mismo, no pasó nada, todo está como era entonces.

terça-feira, 13 de dezembro de 2011

Realidade literária

Aquela tarde, passara um tempo que não pôde ser medido com relógio, conversando com uma muito querida amiga, acerca de literatura. Lembrava de ter ouvido um comentário sobre um livro de Dostoievski, Noites Brancas, acerca de uma personagem que lhe despertara o interesse. Lembrava de ter conversando com esta pessoa tão querida, e enquanto conversavam, o tempo ia escoando como por uma ampulheta, lenta e continuamente. Lembrava de ter recordado o quanto o mergulho na leitura das obras de Cronin, lhe fora benéfico, em anos de profundas dores internas e externas. Compreendia, então, cada vez mais, outros sentidos mais profundos e completos, daquela frase de Julio Cortázar que tanto meditara desde os últimos dias de novembro, prévio à viagem para São Paulo para comemorar com seus irmãos e família, o aniversário de Arturo. A frase dizia mais ou menos assim: que a literatura destrói a falsa objetividade criada pelo intelectualismo. Não sabia se era uma frase textual, mas não importava. Nas suas meditações, e em conversas como esta daquela tarde de dezembro, com aquela amiga tão querida, em que o temo escoava como criando uma realidade fora da cotidianidade e ao mesmo tempo tão real, percebera que a realidade literária é, de fato, muito mais real do que a falsa objetividade criada pelo intelectualismo. E qué falsa realidade é essa? A de que existe um mundo objetivo, um mundo de coisas, e que você é uma coisa e eu sou uma coisa, e de que tudo são coisas. A verdade é que criamos o mundo em que existimos. O mundo é uma criação nossa. E a doença intelectualista, a alienação intelectualista, é a que rouba a realidade e põe no seu lugar uma cópia, algo estranho e invertido. Você já não é mais você, mas algo que alguém lhe convenceu que você era, e não é nada bom, é o contrário da sua realidade mais profunda. Por isso a frase de Cortázar cada vez mais me vai revelando que a vida é uma criação subjetiva, é feita por cada pessoa. Isto é uma verdade radical. É o que Jesus disse.

Dios

Yo he intentado contactarme con Dios a lo largo de mi vida, de varias formas. Estudiando, orando, actuando, amando. Preguntándole, de varias maneras, cómo podría llegar a Él o a Ella, pues la llamé y aún la llamo, muchas veces, de Divina Madre. Jesús, San Francisco, mi madre que ya se fue, mi tío muy querido, los llamo en oración o los invoco, los evoco. Y hoy muchas veces encuentro que talvez mi forma de creer o de conectarme con Dios, haya cambiado. No he dejado de creer, pero talvez hoy vea más a Dios en lo que me rodea, en el orden y la maravilla de estar vivo, que para mí es lo más sorprendente. Me siento incluído en el orden de la realidad, y eso es como estar en Dios, estar contenido en la Divina Madre.

sábado, 3 de dezembro de 2011

Sentidos

Oigo la lluvia cayendo en el patio, y es inevitable. Como en tantas otras oportunidades, viene a la memoria la canción Beatle respectiva: Rain, en este caso. Un perro ladra a lo lejos. La literatura deshace la falsa objetividad creada por el intelectualismo. El arte, podríamos decir. Pero no cualquer arte. Hay un arte que sí, que deshace la falsa objetividad creada por el intelectualismo. Y es ese arte que al romper con esa apariencia hueca, te muestra lo que está, lo que es. En estos últimos años, me hedicado a leer bastante. Cronin, Cortázar, Borges, Fernando Pessoa, José Saramago. Y entonces piuedo decir, sí que sé de que´está hablando Cortázar al decir que la literatura borra esa fasa objetividad creada por el intelectualismo. La falsa objetividad que te hace no ver a tu hijo que está ahí o a tu hija o a tu padre o a tu amigo o tu cara en el espejo o las hojas de las plantas o la tierra o la lluvia o las nubes o u río o na piedar o lo que sea, sino su copia, una copia guardada en el cerebro y que, como el mismo Cortázar dice en las Historias de Cronopios y de Famas, acepta taimadamente el nombre de piedra, amigo, hijo, nube, lo que esté allí delante tuyo y no ves pues la copia está ahí adelante. Pero a fuerza de literatura y de poesía, puedes haber ido descorriendo esa capa tansparente que recubre, y de pronto empiezas a ver a las cosas. Empiezas a ver la acequia y el verdulero, el melón y las ciruelas. Oyes la voz de tu esposa por teléfono y ahora es la voz de ella, sí, y no na copia, no la falsa objetividad creada por el intelectualismo pero sí la voz en sí, la voz de ella que te entra por el oído y anda por dentro tuyo. Y entonces el perro que ladra ahora a lo lejos, y la lluvia que ya paró, y el ruido de las hojas de la parra en el patio, son ya como que algo vivo aunque se puedan haber ido apagando de a poco, aunque puedan haberse ido yendo de a poco o del todo de tu campo perceptivo, de sus sentidos. Hoy pensaba que somos más vale sentidos. Una percepción amplia y diversa, compleja, en la cual el Universo se reúne. Todo lo que existe está en tí, en mí, en cada cosa que es capaz de percibir. Y esta tarde, como confirmando la cosa, tuve algunas percepciones fuera de lo común, como que unas figuras distintas de las que acostumbro crear con la imaginación. Esto es muy lindo, pues es como si de repente el Universo se fuera mostrando a uno de maneras diferentes de las comunes. Ahora sopla el viento en las hojas de la parra. Estos días atrás, ayer talvez, al leer un relato de García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba, fue como si empezara otra vez a despegarse esa película que encubre todo lo real, todo lo dado, lo que está ahí. Y entonces comprendí verdaderamente el significado de la frase de Cortázar. Es muy lindo, pues la vida se renueva de una manera tan simple y tan sencilla, tan buena, si podemos decirlo así, pues está al alcance de todo el mundo, o al menos, deberia estar al alcance de toda persona humana, pues todas las personas deberian ser capaces de leer. No sólo leer libros, sino al mundo y a sí mismas en el mundo, ¿no te parece? Y al terminar estas notas, si es que estas notas pueden ser terminadas o contnúan mientras se sigue escribiendo y leyendo la vida, si estás de hecho leyendo y escribiendo tu vida en el tejido del Cosmos, todas estas cosas pueden llegar a tener sentido para vos. ¿No cierto?