sábado, 30 de junho de 2012

Mar cincelado

Hay unos dias em que andas como buscándote. Sientes que no tienes um lugar. Estás en el mundo, en medio de la gente que te quiere, pero una parte tuya anda lejos, sumida en una tristeza profunda. Un tiempo pasado que vuelve como si fuera desde el futuro. Recuerdas el día de hoy, como un mosaico que se va juntando. Como piezas de un rompecabezas inmenso, hecho de infinitas partículas diminutas. El paseo por Pitimbú. El amanecer, ese instante mágico, virginal, en que no dejas de sorprenderte, cada día, por estar aún vivo. La caminata por la playa. La ida por el camino verde de bambuzales y cañaverales, plumerillos como los de Mendoza. El mar plateado, como tallado bajo el sol, refulgente. Te admiras de que el agua pueda parecer cincelada, cortada como con un cincel, en piezas exactas que se acomodan bajo el sol, como paradas, proyectando sombras en movimiento. La tarde se ha hecho noche, y al poner las letras en la hoja, todo empieza a ordenarse. Ya vas ocupando tu lugar, un lugar en movimiento, cambiante. Silencio, movimiento, quietud.

quarta-feira, 20 de junho de 2012

Escribiendo

Algunas veces uno quisiera escribir algo, no tanto por tener algo que decir, sino más bien al contrario, por tener la necesidad de escuchar y escucharse. Mágico ritual este de escribir, que te pone en contacto contigo mismo o contigo misma, y con el mundo a tu alrededor. Después de ya muchos años en esta tarea u oficio (que muchas veces es solamente un juego, pero un juego en serio, de jugar de verdad, jugar a encontrarte y a establecer puentes) vas sintiendo que de a poco, has ido construyendo tu propio mundo. Vives en un mundo que vos mismo o vos misma has creado. Esto es muy lindo. No tiene nada que ver con un aislamiento o autismo, más bien al contrario. El mundo es tuyo, pues de él te has ido apropiando de a poco. Cada vez que ponías una frase en un cuaderno o libreta, fuera para escribir un relato do lo ocurrido en el día, una fantasía, un sueño, o bien para escribir un artículo o un poema, fuiste abriendo puertas hacia ti mismo y hacia afuera. Como ya han pasado muchos años en este ejercicio, al mismo tiempo que has ido haciendo el mundo en que vives, pues otros y otras te han leído y te devuelven sus impresiones, también has ido disolviendo las falsas ideas sobre ti mismo y sobre el mundo. Muchas veces uno suelta una frase tajante, y esto provoca algún lector, o al contrario, eres tenue, y alguien te provoca. Es un juego. No tienes por qué entrar en él si no quieres, puedes jugar y basta. Mucha memoria se ha ido juntando con el pasar del tiempo. Recuerdas textos leídos en tu juventud, la revolución, el cambio social y de la conciencia. Han pasado muchos años, y aunque este mundo actual te resulta en buena medida intransparente, tal vez lo sea porque ya no miras tanto desde el prejuicio y las ideas hechas, sino más bien desde una cierta simplificación de la mirada que a veces te muestra que las cosas no han cambiado tanto así. Nos sigue costando convivir con las personas diferentes. No siempre podemos aprender con lo que nos contraría. Pero es un ejercicio de la vida, el intentar en las circunstancias que se presentan a cada momento, fluir. Hoy veo mucha gente que escribe criticando, y creo que hay muchas cosas que criticar: la indiferencia del gobierno en cuanto a las condiciones de trabajo y remuneración de los profesores universitarios, por ejemplo. O bien el descuido de la municipalidad en cuanto al arreglo que haga transitables las veredas de la ciudad, sin riesgo de que uno tropiece y se rompa la cabeza. Pero no basta la crítica. Es necesario cambiar en el sentido de irse haciendo más permeable a lo que hay, a lo que está. Yo creo que muchas veces le damos duro a lo que los demás deberían hacer, y no hacemos lo que está a nuestro alcance. Escribir te va poniendo en el centro del juego. De pronto no te podés esconder, no de los demás, sino de ti mismo. Has ido construyendo como que un lugar para tí, y ese lugar te va llevando. Te has ido liberando en la escritura, en la literatura.

domingo, 10 de junho de 2012

Perspectivas

Esta mañana llegaste hasta el mar, hasta sus cercanías. Y como siempre, como tantas otras veces, es otro mar, el mismo y otro, siempre cambiante. El reflejo de las olas bajo el sol, como luces brillando, en movimiento. Y el sol, por todas partes el sol. La gente en la arena, los chicos jugando, las sombrillas, los vendedores de agua de coco, de anteojos ahumados. Los barcos flotando, como esperando, plácidos. A lo lejos, como una ráfaga de pintura rápida en el escenario de la realidad, el barranco de Cabo Branco, perdiéndose a lo lejos. Y esta mañana, pensabas, al levantarte: si esto no te dice nada, si estar vivo no te dice nada, nada te dirá alguna cosa. Puedes pensar en lo que falta, en lo que no está, en lo que no es como debría ser, y entonces te pondrás triste. O puedes ver lo que hay, lo que tienes. Estás vivo, bajo un techo, con afectos, entonces te alegras. Uno puede elegir, siempre puede elegir. Aún en las circunstancias más extremas, siempre puedes elegir. Siempre eliges. De hecho, elegimos todo el tiempo. Esto sí, esto no, esto sí, esto no. Ahora sí, ahora no. Más tarde, después, nunca. Estamos siempre eligiendo. Después de tantos años de vivir, ya se ha formado un acúmluo de memoria alrededor y dentro tuyo. Todo pasó tan rápido. Aún aquello que parecía que nunca acabaría, acabó. Ya no es más. Y esto que te duele porque te remite a memorias antiguas de abandono, no será más un día. Hoy eres el padre de tu hijo interno, ese que venció todas las batallas. Puedes ponerlo e tus brazos y abrazarlo y decirle: no estás solo. La vida es un procesamiento contínuo, y las recetas de ayer no sirven para hoy. Hoy estás un poco más allá, un poco más cerca de la línea de llegada. Pero la línea de llegada es aquí, es esto, sos vos, ahora, aquí. Y este momento no fue antes, vos misma o vos mismo, no fuiste antes el que sos ahora, o la que sos ahora. Ahora es otra hora, esta es una hora sin precedentes, una hora que se apoya en el vasto ayer: es la punta de una pirámide, la cúspide de una montaña, y tú eres esa punta que se acerca al infinito, que se hunde en el infinito, que desparece y se confunde con el infinito, pues es el propio infinito.

quarta-feira, 6 de junho de 2012

Livro contínuo

Hoje de manhã vira o mar, a superfície desenhada de ondas que se movimentavam lentamente. Pareceu-lhe uma linguagem, como se as ondas e as suas cristas e sombras, fossem letras ou palavras, frases, algo que estava sendo dito, algo que era dito dessa forma. Nunca antes tivera essa impressão. Cada dia traz alguma novidade, ou muitas, mas esta foi digna de lembrança agora, quando a chuva, quando a noite, quando a soma de atos e de fatos do dia, forma como que uma mandala, uma escada girando, uma escada giratória que sobe e desce. Todos os rostos, os lugares. O livro em andamento, os professores votando na universidade, as ruas molhadas, as lojas de móveis. A conversa com o amigo de manhã. A noitada de ontem, na igreja de Santo Antônio de Lisboa. E as ruas, os atos, os fatos, os rostos, o sentido, o vivido, o pensado, o imaginado, como uma mandala que gira, que gira e dá mais voltas, como diz a canção. Um livro contínuo que vens escrevendo, que vem sendo escrito, que é escrito continuamente.

sábado, 2 de junho de 2012

Inmortalidad

Esa mañana, o, mejor dicho, en los últimos tiempos, pues esto venía procesándose desde hacía ya algunos días, o tal vez ya meses, mientras estaba en una tienda de muebles buscando un sofá con su esposa, se le hizo claro. Lo había conversado con las hermanas y hermanos del grupo ecuménico la semana pasada: uno puede inmortalizarse si se diluye con la totalidad, mediante la unión a todas las cosas a través de lo poético-literario. Pero esta mañana se le hizo del todo claro que es así, que es posible. Uno puede unirse a la totalidad en vida, no es necesario esperar la muerte para diluirse con la eternidad, o en la eternidad. Uno puede irse diluyendo desde ya, a través de la contemplación, de la fusión amorosa con todo lo que existe. Y para esto, la literatura y la poesía, la mirada poético-literaria, el sentirse unido a todo mediante la contemplación de los detalles de cada día, de cada instante, de cada momento, uno va como si dijéramos así, diluyéndose en la totalidad. La literatura y la poesía disuelven la ilusión de que las cosas se repiten. Nada se repite, y si vives en eso, en esa sintonía, en esa sincronía con la vida, con la total vida del universo, eres inmortal. No que tu cuerpo no vaya a terminar de funcionar un dia. Esto probablemente ocurra, pero lo que puedes evitar, y es tu deber evitar, como ser humano, es la muerte previa, la muerte por cansancio interior, la muerte por abandono de la inocencia, abandono de la pureza, abandono del amor, que es la fuerza que mantiene unido y funcionando el universo. Hoy supiste que sí, que en un instante final, volverás a la página de donde saliste, al libro de donde fuiste leído, o donde te leíste. Ahora no te interesa una precisión. Sabes que la vida viene del libro, de la hoja, y vuelve al libro, a la hoja. Cuando vuelvas a la hoja en el minuto final, será tu retorno al todo. Y ese retorno puede ir ocurriendo ahora, ya, en este mismo instante. De la vida a la hoja, y esto es cuando escribes, cuando traes la vivencia, al experiencia, tu testimoniar este viaje por el laberinto, y de la hoja a la vida, y esto ocurre cuando te lees en el existir, en el fluir de la existencia, en la lectura de los libros y de las señales de la vida, mediante las cuales vas procesando tu inclusión única y definitiva en el tejido total del universo.