domingo, 26 de janeiro de 2014

Caminando

Ayer a la mañana, miré los árboles de la avenida San Martín. Cuando los ví, y esto se extendió por algún tiempo, sentí una sensaciónde estar llegando. Me dí cuenta de que estoy llegando. El cuerpo ya estaba en Mendoza, pero yo mismo seguía llegando. Veía las hojas y las ramas levantándose hacia el cielo. Las siluetas de los árboles hacia ambos lados de la avenida. La gente pasando. María viniendo de una tienda. Hoy anduve por el parque con ella, caminando. En el pecho, una alegría muy especial. Había hablado por teléfono con un muy querido amigo, que vive en João Pessoa. Los árboles del parque se veían dibujados en sus troncos, los eucaliptus con sus ramajes cubriendo el cielo. Los sauces llorones dibujando pasadizos verdes adelante nuestro. El Golf Club Andino. El autódromo. Todo estaba allí. La escuela hogar Eva Perón. Las acequias cantando, el agua haciendo su ruido tan especial. Verde, agua, árboles. Vida.

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