terça-feira, 28 de julho de 2009

La casa era infinita II

Era uma casa infinita, se diria.
Sus corredores se extendían
en todas las direcciones,
del naciente al poniente.

Sus ventanas daban al mar y a la montaña,
al bosque y a la ciudad. Y en esta ciudad
de un habitante apenas, los pasos
resonaban, incesantes.

Nenhum comentário:

Postar um comentário