sexta-feira, 4 de novembro de 2011

El poeta y la realidad

La literatura repone el orden de la realidad. Esto es una verdad, pues cuando lees, ves el mundo como lo ves, como lo veías cuando eras chico, como puede ser visto cuando no se piensa, cuando simplemente se está en él viviéndolo. Un poeta no interpreta la realidad, la vive. El poeta no está en la realidad, es la realidad, es real. Esto lo descubrí después de haber estado meditando mucho sobre una frase de Julio Cortázar en “La vuelta al día en 80 mundos”, donde dice que la literatura destruye la falsa objetividad creada por el intelectualismo, y después de haber empezado a leer “El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Cuando leía este último libro, me fui dando cuenta de que lo que dice Cortázar es cierto, pero no lo noté como quien piensa en ello, sino simplemente porque al leer el libro de García Márquez, me fui metiendo en la narrativa, en la hoja, al punto de haber perdido la nocíón de que estaba leyendo, estaba allí, era la narrativa, era la hoja.

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