segunda-feira, 3 de dezembro de 2012

Paisajes

A veces uno se pone a escribir, como que para pasar el tempo. Y, al mismo tempo, a ver si viene algún buen sentimento. Cuando escribes, convocas unos mundos tan agradables, mundos infinitos contenidos en tu imaginación. Lugares que visitaste o sobre los cuales leíste, en las infinitas jornadas de lectura en las que has venido sumergiéndote a lo largo de tu vida. Entonces son aquellos paisajes cienagosos de El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez. O bien las Crónicas Marcianas, de Ray Bradbuy. O quien sabe En las montañas de la locura, de Howard Philips Lovecraft. O quizás La vuelta al día en 80 mundos, de Julio Cortázar. De pronto evocas esos paisajes sin fin que te contienen, y por un tempo que se te figura eterno, huyes hacia esas regiones crepusculares. Foto: Ray Bradbury

Nenhum comentário:

Postar um comentário