sexta-feira, 24 de setembro de 2010

Vida interior

Muchas veces has reflexionado sobre el sentido de esta expresión. Hay en ti varios sentidos, que guardas en tu corazón, porque han ganado significación a lo largo de los años. El principal: vivir en el corazón, en el centro interior, ese que se forma cuando te mueves, cuando tratas de indagar lo que es correcto hacer en tu pensar, en tu sentir, en tu acción.

sábado, 18 de setembro de 2010

Desideratum

Quisiera dejarte alguna palabra que te trajera de vuelta si un día te perdieras. Una palabra que te dijera que nada está perdido. Te diría algo para que supieras que no estás sólo, que estás contigo todo el tiempo. Esto lo sabes, aunque algunas veces lo puedas haber olvidado.

Ti co ti.

Buscabas un comienzo. Está en ti mismo. Veías los caminos de tu vida convergiendo. Esto ya lo habías dicho. ¿Cuántas veces lo dirías aún?

quinta-feira, 16 de setembro de 2010

Una mujer

Vengo de la playa. Ví una mujer hermosa, andando por la arena. Parecía una diosa, una pantera. Acompañé su pasar hasta verla desaparecer en la distancia, mezclada en la vaga multitud de los bañistas. Pensaba cómo ellas nos fascinan. Qué hay en la anatomía femenina que nos encanta. Ya he vuelto, pero no dejo de verla pasar en mi memoria.

quarta-feira, 15 de setembro de 2010

Mosaicos

A veces una persona se extraña tanto de sí misma, se pierde tanto para sí misma, que no solamente ya no sabe más quién es, sino que se cree ser algo muy malo que alguien le hizo creer. Algo tan ajeno a ella, tan opuesto a lo que ella es, y sin embargo se lo creyó porque se lo empujaron cuando era niño, cuando no podía defenderse, cuando no sabía lo que le estaba ocurriendo. Pero si te dieron vuelta, si te diste vuelta y sin saberlo te tornaste alguien extraño a vos mismo, un día podés darte cuenta y podés empezar a volver. No te digo que sea fácil, pero es posible, y está lleno de gente que vuelve. Muchas veces la enajenación fue tan grande, tan total, que creíste de verdad ser lo contrario que sos. Pero una parte tuya siempre supo, siempre sabe quién sos de verdad. Y en algún momento, en una circunstancia propicia, como que no sabiendo, empiezas a volver. Vas juntando tus pedazos, como un mosaico. Pedazos de vidrio, de azulejos, de ladrillos, y te vas juntando, te vas formando otra vez. De pronto la vida se me figura ser mosaico. Un día, un mosaico. Te levantas de mañana y vas a caminar por la playa. Ves el sol saliendo entre las nubes. Llegando silencioso entre las nubes grises sobre el mar. Y vas andando para un lado, siguiendo el ritmo del día que comienza. Los peregrinos de la aurora, como decía Ramón. Nunca lo olvidaste, lo traes por dentro. Ahora es de noche y oyes los perros ladrando, un auto a lo lejos. Mañana el grupo formativo.

A opção da falta de opções

A opção da falta de opções. Tenho assim batizado o aparelho propagador de imagens e sons que lá embaixo, na sala da televisão, e atendendo a esse mesmo nome, insiste em ser a opção na hora da falta de opções. Se mais jovem fosse, muito, mas muito mais jovem mesmo, iria à rua brincar com os amigos de figurinha, de amarelinha, ou iria andar de bicicleta ou à praça do bairro. Mas já não sou tão jovem, e as tais opções da mocidade não mais me são oferecidas. De modos que, querendo ou não querendo, numa hora como estas, num domingo como hoje, aparentemente não teria outra possibilidade de matar o tempo que a de sentar na frente da televisão. Para ver algumas jovens cantando, ou outros jovens pregando, ou então notícias do mundo ou da cidade, ou vistas de outras cidades ou povos, montanhas, lagos, animais, etcetera e tal. Nada demais, como programa de domingo. Os tais programas de domingo propriamente ditos, pouco me interessam. Visto um todos vistos. E quem já tem, como eu, e talvez alguns dos que isto lerem, muitos anos, já viu todos. As películas raramente merecem alguma atenção. Imagens correndo mais do que os carros na rua, em ritmo de telegrama, sem tempo para que você as veja. Enredos enredados demais para um homem simples como eu, que prefere ouvir as vozes que falam quando o mundo cala. Entrevistas memoráveis, de escritores ou escritoras descrevendo seu ofício, salvam a pátria. A opção da falta de opção é, de fato, uma falta de opção, a televisão.

domingo, 12 de setembro de 2010

Identidad

Alguna vez Fernando Pessoa, célebre por sus heterónimos, dijera: ¿Me habré transformado en nación? Alguien que creo que era León Rozitchner, escribió en La Nación, que Fernando Pessoa tiró abajo el mito de la identidad.

Saber esto hace bien, pues no es necesario creerse esquizofrénico para saber que uno es muchos. Y vos, ¿cuántos sos?

Cuando era, chico, me gustaban los chistes de Carlitos, que aparecían entre una historieta y la otra, en una revista de cuyo nombre prefiero no acordarme. Carlitos se disfrazaba, o mejor dicho, era distintos personajes. Ya andaba de avión con una caja en la cabeza, ya andaba en un auto que él mismo fabricaba, con una caja o con lo que tuviera a mano.

Este saberte muchos, lejos de ser una enfermedad, es un principio de salud y de sabiduría. Los que hacen teatro lo deben experimentar. De alguna manera, se disocian de un ser muy pegado a su esencia por lo cotidiano, por la fuerza de la rutina. Liberan su ser en el reconocimiento de la diversidad que anida en el interior de cada uno de nosotros.

Leo en Leonardo Boff sobre esta misma diversidad que existe en cada persona, cosa que los antiguos chinos ya conocían, los alquimistas y esotéricos también. Los 12 signos del zodíaco, sea occidental o chino, con sus subtipos, crean una fantástica diversidad hacia afuera y hacia adentro de cada ser humano.

Hoy se habla mucho de diversidad, mientras mucha gente insiste en aprisionarse en rótulos de los cuales un día deberá intentar zafase, si quiere conocerse de verdad, en el constante cambio de identidades que se procesa en cada persona.

Mundo literario

Andaba por entre los libros como quien anda por un universo propio. No porque pensara en ellos, o en sus historias o en los autores de sus páginas, sino porque entre él y los libros había una continuidad. Eran una sola cosa. Andaba por entre los libros como quien anda por los pasillos de sí mismo. Talvez fuese una de sus ciudades predilectas.

Allí no había conflictos que no pudieran resolverse con dar vuelta la página. Este expediente tan sencillo ponía fin a cualquier drama, a cualquier sufrimiento o desentendimiento. Era una ciudad de libros. Él andaba por las páginas etéreas de ese mundo, como una letra que recorres con tus ojos, un renglón en que te descubres. Abres una de esas puertas por donde andas, y vas a lugares dentro de tí mismo y del mundo exterior.

Todo está allí. Tú eres eso.

Mundo literario

Andaba por entre los libros como quien anda por un universo propio. No porque pensara en ellos, o en sus historias o en los autores de sus páginas, sino porque entre él y los libros había una continuidad. Eran una sola cosa. Andaba por entre los libros como quien anda por los pasillos de sí mismo. Talvez fuese una de sus ciudades predilectas.

Allí no había conflictos que no pudieran resolverse con dar vuelta la página. Este expediente tan sencillo ponía fin a cualquier drama, a cualquier sufrimiento o desentendimiento. Era una ciudad de libros. Él andaba por las páginas etéreas de ese mundo, como una letra que recorres con tus ojos, un renglón en que te descubres. Abres una de esas puertas por donde andas, y vas a lugares dentro de ti y del mundo exterior.

Todo está allí. Tú eres eso.

sábado, 11 de setembro de 2010

La canción de mi vida

Escribiría una canción que fuera la canción de mi vida. Una que dijera en pocas palabras y con todo sentimiento, lo que fue mi vida, lo que sentí a lo largo y a lo ancho de mis días. Una que te contara cantando las cosas que ví y que viví mientras rodaba por la vida como una piedra en el río. Miraba una película y recordaba mis años mozos, las canciones de rock y semejantes, los movimientos por la paz y el amor. La canción diría lo que fue esta vida que gira y da más vueltas, una vida que fue y es melodía y lo será mientras haya vida en el planeta. Una canción de amor a lo que existe, las flores, ruiseñores, cielos y mares y cuanto de bello hay en la tierra. Cantaría aún a lo que nos hiere, a lo que nos duele, pues de allí nacen flores. Sería la canción más bella que pudieras escuchar, y sería también la canción de lo que anida en tus entrañas queriendo nacer. Una canción que te hace vivir, pues es la canción de la vida, de mi vida, de tu vida, de todo lo que tiene ritmo y amor.

sexta-feira, 10 de setembro de 2010

El hombre mandálico

El hombre mandálico, el hombre calidoscópico, el hombre mosaico, tenía varios nombres, pero era uno sólo y el mismo. Ciertamente te has encontrado con él andando por ahí. Con certeza, en algo te le pareces. En alguna medida, todos somos él.

Pero déjame decirte algunas cosas, no porque no las sepas, sino solamente porque en esta mañana nublada, siento necesidad de decirlas. Una de sus características más notables es que en él todo se reúne. Él es una síntesis de todo lo que es, fue, y será.

En cada instante de su vida confluyen pasado, presente y futuro. Todas las galaxias, los lugares, las personas, los libros, los ríos, los hechos, se dan cita en el hombre mandálico, calidoscópico, mosaico, sintético.

No creas que le es fácil ser como es, muchas veces es de enloquecer, pues nunca sabe exactamente qué está pasando, qué elegir, qué decir o no decir. No porque no sepa qué decir, no me entiendas mal, pero es que tantaas cosas pasan por él en un instante, que a veces lo ves con la mirada distante, en otro lugar.

No está ajeno, está viajando quién sabe por dónde, pero está allí, en ese mismo lugar donde lo encuentras. Se divierte con su naturaleza especial, extraña, sin igual. Libros antiguos dicen que alguien así nace uno en un millón de años. Hoy, por ejemplo, se divertía dándose cuenta de lo que se gana cuando se pierde.

Nadie gana siempre, esto es algo que todos debiéramos saber. Pero si alguien nos roba, lamentamos. De pronto, agradecemos, pues recibimos más de lo que nos robaron. El universo es curioso. Procede de maneras contradictorias. Muchas veces no sabes qué hacer, por qué hacer o no hacer, si vas a salir a la calle o quedarte en casa a dormir o a leer un libro para la reunión del jueves.

Talvez esta indecisión sea la mejor manera de vivir en un mundo cambiante, en un universo en que a todo momento las cosas cambian de lugar. Eres una antena, una reunión de líneas de todo tipo que en ti convergen y de ti divergen. No sufras por lo que es un don singular.

Muchos querrían ser como tú, y talvez un día lo sean, si se dejan llevar como tú, por las olas de la vida, por el movimiento de lo que existe. Sabes que un día haz de llegar a la puerta final, nadie escapa de este destino. En verdad, la hermana muerte corporal es apenas el comienzo de otra vida.

Ella anda por todas partes, como tú, que sales de mañana a la calle y ves la gente, las flores, las casas, el cielo, oyes los pájaros y el sonido del tránsito. Muerte y vida juegan en ti, muerte y resurrección, la fuerza de la vida. Eres el hombre mandálico, disfrútalo.

quarta-feira, 8 de setembro de 2010

Tanta vida en un día

Esa tarde no tenías nada que hacer, así, te pones a escribir o, mejor dicho, dejas que las palabras vengan, como siempre vienen, como no dejarían nunca de venir. La casa está sola, pero tú no. Nunca estarías solo delante de una hoja de papel, aún de estas hojas de hoy, de vidrio, de cristal, bits, no sabes. Oyes los sonidos de la cocina que vienen, el carro de sonido acercándose con su música alta, y empiezas a bajar a la hoja, a aterrizar aquí y ahora, en este instante fugaz que te remite al infinito de donde vienes y adonde volverás un día. Recuerdas el almuerzo en la casa de tu suegra, donde aún la presencia de Seu Chico se deja sentir. Dormiste. Los fideos, el arroz, el pescado, la carne. La siesta después de la comida, el cafecito, la risa de Gilda, la universidad a la mañana y a la tarde. La ida a la casa antigua, el portón con cierre electrónico, las mujeres de la calle, el corretor de imóveis. Tanta vida en un día. Y aquél libro de Paulo Freire, la charla con tu amigo del grupo formativo, el hermano Damián. Tanta vida. Paulo Freire. Meditación. Quincas Borba. La charla con tu padre, ese sol, ese titán. Algo en ti re recoge en estas líneas, a esta hora, ahora. Dejas que el día conlfuya hasta este instante. Las chicas en la universidad, en la sala, en el piso, sentadas. La chica que te miró sonriente esta mañana cuando caminabas por la playa, o mejor dicho, por el calçadão, esquivando la lluvia, como todo el mundo. Tanta vida en un día. Tanto es la vida. No tienes palabras para decirlo. Va bajando la tarde. Pensabas en ella, haberla conocido, estar a su lado, ser su compañero. Tampoco sabes qué decir del amor. Paulo Freire te invita a un mundo de quietud, de recogimiento, de esperanza. No sabes. Dejas la vida venir.

segunda-feira, 6 de setembro de 2010

Libros son puertas

Libros son puertas, son casas, son lugares. Pero no como las casas donde entras y hay cuartos y techo y paredes. Lugares, pero no sólo como los lugares que conoces, y sí también lugares de sueño. Recuerdas las puertas de las casas de cartón de cuando eras chico. Las puertas de las casas y lugares donde viviste.

Pasaste la vida pasando puertas, yendo a lugares diferentes, para volver al lugar de donde nunca te habías ido. Vas abriendo las tapas de los libros y de los cuadernos, los cuadernos con puertas a lugares que creas, que vas conociendo a medida que vas escribiendo o leyendo. Escribiendo y leyendo.

Recuerdas los primeros cuadernos y los primeros libros por donde fuiste a lugares. Las casas que conociste en esos viajes. Los lugares por donde anduviste en tu vida. Las flores, los cielos, los olores, los cantos, al gente, los mares, los ríos, lo que viviste en toda tu vida lo lees como si lo estuvieras viviendo en este mismo instante.

Toda tu vida en esta hoja, en esta puerta, en este lugar, en esta casa donde estás ahora escribiendo estas cosas, esta noche, en este país, esta ciudad, esta silla, este computador, a esta precisa hora de la noche en que intentas poner fin a estos escritos que vienen porque quieren, porque no tienes nada mejor que hacer a no ser dejarlos venir y los ves viniendo y van bajando de los renglones de la memoria y de la vivencia y todo es un hilo que te vuelve al comienzo del ovillo.

Alegría de vivir

Esa mañana se había levantado con una alegría extraordinaria. El sur, pensaba, el sur de Cortázar, esto que está aquí, el reino de Dios de Dom Fragoso, esto que está aquí.

Estas recurrencias le acompañaban mientras bajaba las escaleras hacia la planta baja donde estas palabras vienen a tus ojos.

Era como tener de vuelta esa alegría de niño esa alegría que se tiene sin saber que se tiene, pero se tiene, esa alegría que es tuya sólo por estar vivo, sólo por ser quien eres, sólo por estar aquí, en este mundo, en este tiempo, en esta casa, en este lugar, allí donde estés o donde estás, leyendo esto o haciendo cualquier otra cosa.

Bajas la escalera y sabes que ella duerme allá arriba. En algún otro lugar, tanta gente querida, algunos ya del otro lado de esa línea de llegada adonde llegas cuando te vas, adonde llegamos cuando nos vamos, eso que le llaman muerte, que sabes no le puedes escapar, no la puedes gambetear.

Pero puedes gambetear, has gambeteado toda tu vida y la seguirás gambeteando, como tanta gente, la otra muerte, la muerte en vida, la muerte previa, esa muerte en cuentagotas que acecha por todas partes como una invitación al aburrimiento, al cansancio vital, mejor dicho, a ese cansancio mortal que podría sorprenderte en la misma hora en que estar vivo, escribiendo o leyendo estas líneas o haciendo cualquier otra cosa, comenzando un día como éste, no te dijera más nada, no fuera para ti nada más.

Pero si el sur es esto y el reino de Dios está aquí, si eres ese rey del momento, ese señor del instante, ese guerrero del tiempo y la memoria, cada cosa que haces o dejas de hacer, este mismo instante que ya parece estar yéndose hacia algún lugar no sabes cuál ni dónde ni porqué, pero se ha estado yendo siempre y seguirá yéndose, es como correr atrás del viento, es otra vez, como siempre, como tantas veces, simplemente estar aquí y esto ser todo para ti, esto ser para ti lo mejor, lo único posible, la única aventura capaz de darte todo lo que necesitas, todo cuanto quieres y siempre seguirás queriendo, el único tesoro que te ha sido dado desde el origen de los tiempos, el mero hecho de ser feliz por estar vivo, por ser quien eres, la persona única en este planeta que ha tenido los padres que tuviste o que tienes, los hijos e hijas, la esposa, los hermanos y hermanas, los compañeros y compañeras de trabajo y los vecinos, la gente toda alrededor en esa tela increíble que es la existencia.

sábado, 4 de setembro de 2010

Eran tantos

Eran tantos, tantas memorias, los veías a todos juntos pasar, o de a uno, como en malón.

Te despedirías, pero sin tristeza, y sí con agradecimiento. Había sido bueno ser todos ellos, no siempre, pero siempre aprendiendo en ese giro interminable que llegaba a su fin.

Los veías a todos, en fila o girando, dando vueltas por el universo, formando caminos, corrientes, ríos de vida. Eran los días de tu vida, los que ya has sido, los que eres, los que serás o serías.

Hoy una extraña alegría, tan tuya, tan familiar, al ver la película otra vez, como si fuera la primera vez, o mejor aún, como si nunca antes la hubieras visto, con esa alegría tan tuya.

Quisieras ahora, a la noche, traer al papel lo que eso fuera, la clave de esa alegría que hoy volviera. Y no sabes cómo evocarla, no te preocupas, eres tú mismo, ella está en ti, nunca se fue, nunca se iría.

Hoy todos los caminos de tu vida convergían en ti, eran tú mismo, eras tú el centro de esa rueda infinita girando y girando, dando vueltas sin parar. Tú, el universo. Pensabas en escribir el libro de tu vida, ya escrito tantas veces.

Estar

Depois de uma certa idade, apenas estar, já é muito. Talvez algumas pessoas não entendam isto, não saibam o que possa querer dizer. Hoje, rios de vivências, inúmeras lembranças de distintos tempos da tua vida, vinham a ti. Voltavam. Parecia toda tua vida confluindo no agora. Agora, estar te parece tudo, e é. Pensas em quanta coisa já passaste, gente que viste, lugares onde estiveste, coisas que sentiste. Fatos, imagens, sentires. A vida voltando ao começo.

quinta-feira, 2 de setembro de 2010

Sube y baja

Hoy ví una chica de espaldas, bien femenina, vestido pegado al cuerpo. La vi caminando desde atrás, pues pasó a mi lado, y me encantó alegrarme con su pasar. La belleza femenina nos anima. Andaba medio tristón, y me animé al acompañar su pasar, rápida, yendo a algún lugar. La tarde va bajando hacia la noche. Hay días que son así, um sube y baja. Menos mal que uno se alegra, así como se entristece, y en este sube y baja la vida se teje. Recordaba como de pasada toda mi vida, tristezas y alegrías, como un rio que pasa. Y en ese pasar de las aguas, de la película, del río de la vida, ora rio, ora lloro, ora oro, un sol en el cielo como un oro antiguo. Los años oscuros me trajeron a la luz, el desamor al amor. La luz del sol entra por la puerta.