terça-feira, 20 de dezembro de 2011

Compañía

Esta tarde, salí a caminar, y a poco de andar, me doy cuenta de que no estaba solo. Sentí que podía acompañarme, y de hecho me acompañé, de personas muy queridas de mi vida. Anduve por la beira-mar, ví gente y edificios, mujeres con niños, gente sentada, gente caminando, los coqueros, el mar, el cielo. Y cuando volvía, al pasar por una barraca, sentí de nuevo estas presencias queridas, y una paz muy grande. Verdaderamente uno está acompañado, si quiere.

Nenhum comentário:

Postar um comentário