segunda-feira, 29 de julho de 2013

Toda esta vida

Toda esta vida. ¿Quién no soñó con poner en una hoja toda su vida? Todos sus días, todas sus noches. Todos los minutos vividos y soñados. Los caminos recorridos. Los lugares y la gente. Aquellas personas inolvidables que te marcaron. Lo que quisieras que no hubiera ocurrido, y en qué lo transformaste y lo seguís transformando. Los colores, los ríos, las montañas. Las mujeres, los niños, los amigos. Las películas. Los libros. Todo lo vivido en una única página. Todo lo que viste, sentiste, oíste, cantaste. Lo que aprendiste desde que abriste los ojos por primera vez, hasta ahora, hasta mañana, hasta después del instante final. Toda tu vida en una página. En esta página. ¿Qué palabra resumiría toda tu vida? Extraordinario. Fascinante. Maravilloso. Hermoso. Bello. Divino. Humano. Toda tu vida en esta hoja.

sábado, 27 de julho de 2013

Recolhimento

Há alguns dias em que a gente se permite um pouco de recolhimento. Ficar um pouco aquém do que poderia se esperar de um desempenho social. Não que possa haver algo de desagradável no contato ou no convívio com as pessoas. Talvez ao contrário. É que, com o decorrer do tempo, a tua vida foi se integrando com tudo o mais, e, nestas horas, é como se necessitasses um pouco mais de escuta interna. Elaborar um pouco mais o que vida vai te oferecendo. O que tens vivido. O caminhado até aqui. Nós podemos ser observadores de nós mesmos. E esta fugacidade que é o viver, este estar a toda hora como que numa corda bamba, nessa incerteza acerca de tudo ou quase tudo, como que beirando a eternidade, de repente te traz um pouco mais para cá, para uma quietude envolvente, que abrange e compreende tudo que há, dentro e fora de ti.

terça-feira, 9 de julho de 2013

Lições das águas

Essa manhã fora, como tantas outras vezes, ao auditório das Livrarias Paulinas. A cidade sob um céu cinza que, na hora da saída, transformou-se em um chovisco fino quase chuva. Andara no meio dos livros, olhando, refletindo, deixando a mente vagar. Imitação de Cristo, Assim falou Zarathustra, Padre Pio, Dom Helder Câmara. E nós aqui, nesta caminhada de formigas, como dizia Dom Fragoso. Trabalhos miúdos, quase imperceptíveis. A praça com o mandacaru. As palmeiras, a estátua. Os prédios oficiais em volta. As pessoas perambulando. O pedinte na porta da livraria. As lembranças. Tudo tinha um sabor de passado essa manhã. Depois o dia prosseguia. “Libertar a linguagem,” lera no livro de Júlio Cortázar a noite anterior. Libertar a linguagem. Deixar que a palavra se faça verbo. Tornar-se verbo, como dizia o Pe. José Comblin. Essa manhã, a lembrança do velho amigo veio mais forte. Onde andaria, onde vamos quando morremos? Ninguém sabe. Ninguém veio para contar. Lembrara de tantas belas palavras lidas em tantos livros. Formando como um quebra-cabeças infinito. E tú no meio, vais te montando e desmontando, no ritmo da vida. Viver para amar uma mulher. Viver no amor de uma mulher. Pode haver coisa mais bela? Tudo é tão frágil. Te deixas levar, como água que flui pela terra, no entanto, também tens que tentar dar um rumo aqui e ali. Não é só se deixar levar. Está também a tua vontade. Te deixas levar e remas. Remas e te deixas levar. Lições das águas.

sexta-feira, 5 de julho de 2013

Jornada

Essa tarde, estivera no Hospital Santa Izabel. Vira as escadarias de tempo, o prédio manchado pela chuva. As estátuas religiosas no topo dos tetos. As árvores de flores amarelas nos jardins. Lembranças de outras visitas e reuniões. Vira descer do primeiro andar, uma antiga colega da saúde, bela como sempre. Detiveram-se ambos a se cumprimentar. Os belos olhos da moça, agora mãe. Desfrutara da contemplação desse lindo rosto que sorria, feliz, contando da sua maternidade. Vira, mais tarde, uma estátua de Jesus na capela do hospital. As pessoas esperando na sala de espera, que é o que se espera que as pessoas façam na sala de espera. Vira o pessoal da higienização limpando os pisos. Lembrara de outra visita a um outro hospital, essa manhã, dessa vez, no bairro de Valentina. Uma odisseia para chegar lá. Mas chegaram, encontraram a médica. Tranquilidade. Cumprindo missões. Cuidar da saúde. Sara Senhor onde dói, sara Senhor bem aqui, sara Senhor onde eu não posso ir. Lembrara do Conjunto dos Ambulantes, em Mangabeira. As primeiras reuniões da Terapia Comunitária Integrativa em João Pessoa. O florescer, o renascer coletivo na associação de moradores. E um renascer que prossegue, que continua se processando, que a vida é um ir para adiante. Flores, árvores, céu, mulheres, beleza, esperança, vida, paz.

sexta-feira, 31 de maio de 2013

Caminando

Para llegar a lo más lejano, tenía que venir plenamente a lo que está aquí. Esto lo comprendí esta mañana. Esta tarde, me vino de buscar dentro de mí, un rayo de luz. Lo encontré, me alegré. No es necesario que estés en una oscuridad total. Basta un pequeño oscurecimiento, alguna obscuridad pasajera, un desánimo. Dentro tuyo está esa luz que no se apaga nunca. Eso que llamas de Dios. Basta un pequeno esfuerzo de tu parte, y allí está. Ela te alumbra, te ilumina, te muestra lo que es verdad, te acompaña y te consuela. Yo no te estoy hablando de cosas que no conozcas, claro que sabes todo ésto. Siempre lo sabemos, pero también nos olvidamos, y alguien nos lo recuerda. Ahora me toca a mí recordártelo, pues lo recordé esta tarde. Pero otras personas ya me lo han recordado a mí mismo muchas veces antes, a lo largo del camino que me trajo hasta aqui, donde estoy ahora. La vida es muy singular, es un mostarse y esconderse. La sabiduría popular lo dice directamente: No hay mal que por bien no venga. Todos sabemos cuánto hemos aprendido con las dificultades que hemos ido encontrando en las distintas situaciones de la vida. Esta mañana temprano leía en las páginas de un libro muy antiguo, sobre la sabiduría, un don que Dios nos ha dado para que nos guíe. Podemos usarlo, debemos usarlo para permanecer en el camino del bien. Quien sabe no siempre podamos permanecer en el buen camino. Podemos equivocarnos y caer, lastimarnos o lastimar a alguien por ignorancia. Entonces podemos tomar distancia, reflexionar, mirar mejor, poner las cosas en su contexto, para tratar de comprender y actuar rectamente. Yo no te digo estas cosas como quien quere presentarse ante los demás como un sabio o cosa que se le parezca. Apenas trato de dejar que estas cosas salgan a la luz, para que el camino se nos vaya allanando a todos y a todas.

sábado, 25 de maio de 2013

Utilidad de lo inútil

Una de las cosas que más me agrada de la literatura, es su inutilidad. Obviamente, me estoy refiriendo a las novelas, los poemas, cuentos, relatos. Cuando digo esto, sé lo que estoy diciendo y por qué lo estoy diciendo. No estoy de ninguna manera queriendo menospreciar una de las cosas que más amo, sino más bien al contrario, valorizarla por lo que tiene de no-valioso, en el sentido literal de inútil, sin precio, no comercializable. Escribo para mí mismo, y en esto creo que me encuentro en pie de igualdad con todos los escritores y escritoras. Y aquí hay que agregar, para ser justo, a todas las personas que escriben. Uno escribe y lee para sumergirse en un mundo a salvo de lo comercial, de lo que puede venderse, de lo ideológico, de lo político en el sentido de la manipulación, de lo religioso en el sentido de la alienación. Escribir es abrir un espacio al margen de todas las influencias externas, y crear así, al mismo tiempo y por ese mismo acto, un lugar para cualquier persona. Por eso un poema nos acoge, nos recibe sin restricciones. No solamente porque habla de cosas bellas, imperecederas, sino también porque su autora o su autor, se pusieron en cada palabra, en cada imagen, en el sentimiento que los llevó a dejarse enteros o enteras en esas palabras que nos tocan. Y esto vale también para un romance, una novela, un cuento. ¿Quién no guarda con ternura, por ejemplo, el recuerdo vivo de esas primeras lecturas, las que nuestra madre probablemente nos leía? Imágenes y sentimientos que permanecen en lo más íntimo de nuestro ser. En algún momento de nuestra vida, esas imágenes y sentimeintos vuelven, talvez ya sin las palabras, pero queda la emoción, queda el clima. Muchos años han pasado, pero sin embargo nuestro ser continúa volviendo a esos recuerdos primeros, a esa fuente primordial que quedó intacta. Podemos todavía volver a sumergirnos en esos territorios de lo inútil, de lo que existe solamente en función del disfrute y del placer, de la gratuidad. Foto: livro de Consctancio C. Vigil

domingo, 19 de maio de 2013

Sobre la crítica

“Siempre fue más fácil criticar”, escribió certa vez Graciliano Ramos, en Linhas tortas. De la reacción automática. Evitar la acción mecánica. Estas cosas se movían en su mente. Decidió tratar de dejar que viniera a flote lo que las unía. Siempre fue más fácil criticar. Evitar la reacción imediata, sin reflexión. Evitar la acción mecánica. ¿Qué es lo que estas cosas tienen en común? Tratar de responder de inmediato, sería como empezar a alejarse de lo que estas cuestiones nos tratan de mostrar. Puedo tratar de ir viendo lo que se presenta, dejándolo venir.

Estos días pasados, varias veces he pensado en lo que la Terapia Comunitaria Integrativa frecuentemente nos presenta como alternativas de comportamento. La TCI no es un sistema de reprogramación de la persona, al menos aparentemente. No se presenta, de imediato, como un sistema de recetas comportamentales que deberían seguirse. Sin embargo, con el pasar de los años y en la sucesión de experiencias con la TCI, lo que he venido experimentando, es que en este contexto, repetidas veces, se presentan alternativas de comportamento que rompen un automatismo, una reacción mecánica.

Un ejemplo vendía bien para que se pueda ver com más claridad. No me gusta una pesona, o pienso que no me gusta. Entonces cada vez que la veo o pienso en ella, me siento mal. Paso a evitarla. Pienso mal de ella. Pero no sé por qué no me gusta, ni por qué la rechazo. Simplemente la rechazo y me siento mal con ella, no la quiero. ¿Pero será que no la quiero? La duda se instala. Esta perona al menos aparentemente, no me ha hecho mal. Al contrario, ha tenido y tiene buenas actitudes a mi respecto.

“Cuando la reacción es desproporcionada al hecho, no estamos reaccionando al hecho, sino a lo que el hecho nos remite”, es una de las frases que frecuentemente escuchamos en la TCI. Rechazo a alguien y no sé por qué. No sé qué hacer con este mi rechazo, que me hace mal. Puedo desenganchar la reacción automática, si miro hacia otro lugar. Si miro las cosas buenas que esta pesona hace a mi respecto. Las actitudes positivas que tiene y tuvo en el pasado. Algo se puede ir soltando dentro de mí. Puedo ir saliendo del automatismo. Un espacio se abre dentro de mí, cuando no sé, cuando no puedo simplemente actuar reactivamente, rechazando, criticando. Puedo respirar mejor, soltarme de la amargura del rencor y del prejuicio, que me separan de una persona sin saber por qué.

Hay una parte nuestra que es el yo niño, la consciencia de niño o de niña que todos tenemos. Esa parte nuestra sabe, sin dudas. Sabe y confía. En la TCI somos llevados a escuchar y obedecer a esa consciencia interior de niños, de niñas. A esa parte nuestra que sabe, que confia. Que sabe lo que es bueno, lo que es verdad. Puedo ser más libre si atiendo y escucho, si obedezco esta parte mía que conoce más allá del prejuicio, más allá de la reacción imediata, mas allá del automatismo.