terça-feira, 10 de junho de 2014

Caminando

Muchas veces uno no tiene nada que hacer, y se pone a escribir. Sabiendo que en ese dejarse ir en las letras y renglones, en ese dejarse llevar por las palabras que te van conteniendo y acogiendo, la luz se va haciendo. Esta tarde me dejé llevar por las veredas de Mendoza. Una vuelta corta. Como para ver si me acuerdo de mí mismo.Me dejo llevar por las veredas de Mendoza, como si fuera por un lugar que me reconoce a pesar del tiempo pasado lejos. Me llevan esas veredas que son como renglones antiguos de historias que me acogen. Casas viejas. El viejo bairro. Las veredas cubiertas de hojas de otoño. Las acequias llenas de hojas. Tantos recuerdos, que son como palabras hojas que me envuelven. Y me dejo llevar, hasta volver, hasta estar aquí de nuevo, o por primera vez.

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