quarta-feira, 3 de setembro de 2014

Ubicación

A veces no tenemos algo en particular para compartir. Parece no haber algún propósito determinado que nos traiga a la máquina de escribir. Y sin embargo, al llegar frente al papel, alguna cosa empieza a querer venir. Como ser el paseo a la tarde por Chacras de Coria, en compañía de mi amigo Marcelo. O la misma conversación, en la que las cosas que nos duelen se van amenizando. Viene alguna luz, algo se afloja, algo comienza a fluir, a ocupar su lugar.

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