sábado, 15 de novembro de 2014

Componiendo

Esa tarde, no teniendo nada que hacer, se pudo a escribir. Esto le traía una sensación de pertenencia, de estar donde debía estar, haciendo lo que debía hacer. Los pájaros cantando. La gente hablando. Y yo escribiendo. Poniendo letras sobre el renglón, formando palabras. Viendo alguna frase surgir. Allá afuera el sol y el verde. El viento. El canto de los pájaros. El sonido de las ramas agitadas. El recuerdo de la caminata de la mañana. Las oraciones. El agua. Las piedras. Los caminos. Las flores. Tanta vida en un día. Una especie de rompecabezas que se arma y se desarma constantemente. 

Nenhum comentário:

Postar um comentário