sexta-feira, 19 de outubro de 2012

GITA LAZARTE

Nació a las ocho de la mañana en Moldes, provincia de Córdoba, Argentina, el 26 de octubre de 1921. Hija de Feliciano Muñoz y Masa y Oliva Soler y Margarit, españoles llegados al país por mar. Oliva era de origen campestre, nacida y criada en Olesa de Montserrat, Cataluña. Tuvo dos hermanos, Ramón Pascual y Agustina. Vivió en Rosario después de la salida de la familia del pueblito en que moraban, y empezó a estudiar en la capital santafesina, cursando allí los grados secundario y terciario. Conocería en esas salas de aula Alma Lazarte, hija del conocido médico rosarino Juan Lazarte, quien la recibiría en la mítica casa de San Genaro. Allí conoció a Omar, por ese entonces aún embalado en el sueño campestre al que retornaría innúmeras veces, en su migración a Mendoza y en sus andanzas por Alta Gracia y Colonia Segovia, llegando a los alrededores de Mendoza (Gobernador Benegas, Godoy Cruz) en el año 1949. Entre cosmos y pinos nacieron tres críos, que las abuelas vinieron a visitar enseguida: Leonardo, Arturo y el Benjamín. Solcito, colorcito y grillito, bautizados así por René Barbuy, educador popular y creativo de la pionera educación por el arte. Fueron creciendo los niños, migrando hacia el colegio Santa de donde egresaron en 1965. De San Ignacio con sus ruinas bucólicas y el clima de hermandad construído, los egresados disemínanse por sus lugares de origen. Gita los dejara con pena en el corazón, como moisés al lado del río, confiando en que la Madre Santa los protegería en el huerto sagrado de su propio corazón. Mística contemplativa, dejó sus recuerdos vivos en quien la conoció y con ella convivió, bien como en un folleto editado en Mendoza, llamado Caminando hacia el ser. Dom Fragoso, de quien tendría noticias, dijera ser contemplativa la naturaleza del Menoro. Vida Retirada (Fray Luis de León), Que el sabio nunca está fuera de su patria (Anónimo), Diario de un alma, Relatos de un peregrino, Sor Juana Inés de la Cruz, San Juan de la Cruz, Santa Teresita de Lisieux, obras espirituales en ella eran vida. Poesía. Trabajo manual incesante, a todos daba el mismo trato, cual aquél de quien se dijera ser el hijo de Dios, enseñara. No se llenaba la boca con palabras vanas. Simone Weil, entre otras místicas cristianas, le llama la atención. Krishnamurti. Dios es la necesidad, repetía. Es el color. Identidad del alma con lo Divino. Yo soy el que soy, dice Dios a Moisés en el Monte Sinaí. Yo soy el que es, dice Cristo cuando le preguntan quién es. Gita Lazarte es lo que es. Lo que fue. Lo que un alma que se une a Dios en la tierra es. En cuanto a sus trabajos materiales, siendo de profesión arquitecta, Gita trabajó en los planes de vivienda del Banco Hipotecario Nacional (Eva Perón, rebautizado 25 de mayo por el régimen ilegal), enseñó en la Escuela Técnica Pouget, de la provincia de Mendoza, creó el ti-co-ti un juego especialmente para niños. No soportaba que sus hijos jugaran con lo que la industria y el comercio quisieran poner en sus manos. De modo que, de chiquitos, sus tres joyas, como los llamaba en su madurez, en la casa de Leonidas Aguirre jugaban a hacer lo que les venía en gana, mientras papá médico venía del Hospital Central donde trabajaba, a tirar por el aire las propagandas médicas: era la rebatiña. El patio se llenaba de gritos y el Doctor, ya sin guardapolvo, y con el pelo cortado a la Kennedy, llevaba los purretes a cococho y a peteco. Otras veces los llevaba a la colonia, un lugar donde se trabajaba en comunidad, plantando, matando hormigas, cuidando de los perros como el Pinky. Más tarde doña Isolina se hizo cargo del lugar, que fue cedido a la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Mendoza y se llamó Escuelita Merceditas de San Martín. En esa época vino María a trabajar en casa, substituyendo Tica, que nos servía el café hirviendo y le dibujábamos a lápiz figuras en la pared, ahorcada. Venían a casa representantes médicos que traían propagandas como valijitas coloridas, una espada verde propaganda de Español, pececitos de colores. Venía Mamina en tren desde Rosario con caramelos de leche, y Chogo. Gita (Herminia Genoveva Muñoz) murió en Mendoza el 19 de octubre de 2007. Escribió Crecer y Crecer por dentro. La biografía de un escritor o escritora, alguien dijo, son sus escritos. En la lápida de su tumba está escrito: La felicidad es obedecer la ley que está escrita en el cielo y en el corazón del hombre.

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