segunda-feira, 15 de agosto de 2016

Literariamente

¿Qué hacer una noche como esta? Si ya ni el golpe ni las olimpíadas. Y ya tampoco alguna otra cosa que me llame la atención. Entonces los libros de Machado de Assis, que me estaban esperando todo el tiempo, amigos. Volver a esas páginas, del modo como más me gusta: saltando de un libro al otro, de un cuento al otro. Y en el medio, un excelente diccionario de literatura brasileña donde encuentro buenos comentarios sobre el autor. Entonces verme en ese mundo tan delgado, donde cabe lo mínimo, lo apenas perceptible. Admirar la atención del autor, que capta y transmite los mínimos detalles de las emociones y de las personas. Un mundo mas real que el del lado de acá, tantas veces tan lejano, sin embargo aparentemente tan aquí. Ya también otros libros, a los cuales estos me llevan, como en una escalera infinita, un ricochetear de espejos que va reuniendo todas las lecturas leídas y escuchadas, desde el comienzo de mi vida. Dejarme llevar por esas páginas antiguas perennes, donde respiro mejor. Me recupero, tomo aliento. 

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