sábado, 27 de agosto de 2016

Tiempo y realidad

Empieza el día y voy tratando de encontrar una rendija. La puerta estrecha. El enganche. El ajuste. El día ya comenzó y voy sintiendo el estar aquí. Las conversaciones anoche con mis hijos e hijas. Anteanoche. Mi nieto, una figura realmente notable. Tiene apenas un poco más de un año, y me sorprende con su gracia, su estar aquí. Estar en Mendoza otra vez, esta vez. El pasado pasa y vuelve. Ayer a la tarde andaba por el centro, y me pareció que el pasado había pasado. Pero el pasado pasa y vuelve. Hay pasados que parece que pasaron ya de una vez, pero sin embargo vuelven. No del mismo modo. Vuelven como recuerdos. Y cuando el pasado pasa, ¿qué es lo que queda? El presente. Lo que está aquí. Lo que está aquí es la realidad, indescifrable, incomprensible. Sentí alivio al descubrir que lo que está aquí no es lo pensado. Lo que está aquí es la realidad. Lo que pienso, generalmente no tiene nada que ver con la realidad. Pensar es un vuelo. Pero la realidad es otra cosa, no es un pensamiento, ni muchos pensamientos. Todos los tiempos a un tiempo. Todos los tiempos son un único tiempo. No hay paso del tiempo. Hay algo que pasa, que no sé si es uno, si somos nosotros los que pasamos, o si es el tiempo el que pasa y uno se va quedando. Algo pasa y algo permanece. Tengo la impresión de que hay algo que no pasa, que es eterno e inmóvil, y uno se va moviendo en medio de esa quietud y permanencia.  

Nenhum comentário:

Postar um comentário