sexta-feira, 8 de janeiro de 2010

Cosmos

Cuando se dio cuenta de que todo está relacionado, su vida cambió por completo. Es decir, todo empezó a encajarse, o, más bien, se dio cuenta de que todo estaba en su lugar, todo era y siempre había sido, siempre sería, como debía ser.

Ya no había más arbitrariedad, y hasta la duda que acompañara en otros tiempos casi todos sus pasos, como una sombra, había ocupado su lugar. Era parte del todo. El canto rítmico del pájaro y el sonido del ómnibus que se acerca.

El cielo de color naranja que vieras esta mañana y los pensamientos y sueños de la noche, todo estaba en su lugar, todo era como debería ser. Entonces hasta los conflictos, hago esto o no o hago, voy o no voy, digo o no digo, todo estaba como debía ser, todo era del modo cierto.

Ahora el canto de los pájaros y la reunión de ayer, la noche con tu amada, el aire que respiras, el camino de vuelta a casa por la ciudad desierta, eran del modo exacto como siempre debieron ser, eran y son de la manera como siempre debieron ser.

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