En mi biblioteca se acumulan varios volúmenes de libros que
no he leído, o que sólo he leído parcialmente, por diversos motivos. Es curiosa
la variedad de razones que me han ido llevando a leer solamente en parte muchos
de estos libros, así como muchísimos otros libros, a lo largo de mi vida. Algunos
de ellos, debido a mi pérdidad de interés, o en razón de un interés puntual que
se satisfizo com la lectura de algunas páginas, capítulos o parágrafos. Otros,
porque lo que llegué a leer bastó para entretenerme en alguna oportunidad, y la
posibilidad de proseguir con la lectura, está ahí al acecho, como una especie de
promesa atrayente. En esta categoría están libros como A arte de ficção, de Henry James; Retrato de uma senhora, también de Henry James; Mansfield Park, de Jane Austen, A abadía de Northanger, también de Jane
Austen. Realidades múltiplas, de Lya
Luft; O quarto de Jacó, de Virginia
Woolf; A terra dos meninos pelados,
de Graciliano Ramos, Ojos de perro azul,
de Gabriel García Márquez.
La lista es larga. De ella forman parte varios
volúmenes de obras de Jorge Luis Borges, que tengo certeza de que nunca llegaré
a leer por completo, tales como: El
Aleph, Antología personal, El otro, el mismo. Os Buddenbrook, de Tomas Mann, etc.Hay otros libros que ni siquiera he llegado a empezar a leer,
y que están en mi biblioteca porque los he recebido de regalo de algún amigo o
amiga, o de algún familiar. Forman parte, digamoslo así, de una especie de guarda
de honra.
Nenhum comentário:
Postar um comentário