Esta tarde, na sala
de espera do consultório médico, via os quadros nas paredes. Um, do
museu do Vaticano, mostrava o Éden. O Paraíso. Animais e humanos
convivendo em harmonia. Outro, mostrava dois barcos num cais. O
terceiro, era uma avenida, com casas dos dois lados, à nite,
iluminada. Poderia ser Paris, ou San Rafael. Placidez. Tranquilidade.
Sossego. Belos quadros. De manhã, o encontro com as amigas e amigos
do grupo cristão. Agora, quando a luz já vai se indo, lembro da
caminhada ontem com a minha esposa, pela beira mar. O luar. A areia.
A luz da lua dançando sob o círculo luminoso, nas ondas. Os barcos
marolando, suavemente. Um pouco antes de escrever estas anotações,
tentei compor um cartaz para o próximo curso de Terapia Comunitária
Integrativa. Tentativas de pôr o sentimento e o pensamento em coisas
úteis, coisas que gosto e me fazem bem. Um quadro que estou
brincando de pintar. Amarelo, com um sol enorme no meio. Um motivo
que venho pintando desde 1992. Pensava nas limitações com que somos
obrigados a conviver. Limitações de tempo, de todo tipo. A vida vai
se indo de fininho, e a gente começa a ter uma sensação muito
forte, do precioso que é cada segundo. Olho para dentro de mim, e
vejo-sinto a teia de luz que me compõe. Os afetos de que estou
feito. Respiro fundo. A vida vai se indo e eu vou com a vida.
quarta-feira, 23 de março de 2016
quarta-feira, 16 de março de 2016
La fuerza de la experiencia
¿Cuál
ha sido mi experiencia? Estos días pasados, me he hecho esta
pregunta varias veces. ¿Cuál
ha sido mi experiencia? Trato de focalizarme en lo que he aprendido a
través del enfrentamiento de situaciones difíciles. Cuando me hago
esta pregunta, me quedo a la espera. Me quedo en escucha. Se abre un
espacio, una posibilidad. Entonces veo que en el pasado, he ido
aprendiendo a través del enfrentamiento de situaciones difíciles.
No necesito mencionar aquí estas situaciones. No necesito ni
siquiera mentalizarlas con claridad para mí mismo. Basta saber que
pude. Fui capaz. Esto me da fuerzas. Si pude en el pasado, puedo
también hoy, y podré en el futuro. Entonces me fortalezco. Me viene
una tranquilidad. Puedo ver que en esas situaciones difíciles, tuve
el ingenio y la capacidad para salir adelante.
segunda-feira, 14 de março de 2016
Assim não!
É lamentável ter
que começar o dia lamentando o triste, o baixo espetáculo oferecido
ontem por este país afora, de um número de pessoas que se opõem à
democracia. Racistas. Segregacionistas. Lamentável mesmo. Gente que
se move pelo ódio e pelo ressentimento. Menosprezo pelo outro, pelo
mais fraco. Deixo vir a tona estes meus sentimentos, por uma
necessidade interior de me limpar. Deixar com que o nojo vá se indo.
Tentar, deste modo, retomar forças no sentido positivo. O sentido
que move a vida. Espetáculo lamentável, ainda mais que em muitos
casos, esteve financiado pelo dinheiro de todos nós, o dinheiro da
cidadania, que nunca deveria ter sido desviado para estes fins baixos
e mesquinhos. Antidemocráticos. Fascistas. Lamentável mesmo. Não
faria uma “análise política” deste quadro que envergonha o
Brasil. Um país que muito lentamente, vem saindo de uma longa noite
ditatorial que deixou muitos vícios tanto no sistema político e
judiciário, como na cidadania e na imprensa. Pouco mais de trinta
anos de vida democrática, e temos que assistir agora, esta massa
amorfa que exibe o seu ódio à democracia, em plena democracia. Num
regime como o que eles desejam, não poderiam botar o nariz fora de
casa. O fato do PSDB e boa parte da mídia estarem por trás destas
manifestações, é muito penoso. Menosprezam a ordem institucional.
Mostram a cara de um Brasil iníquo, partidário da exploração
selvagem, que menospreza a cidadania e os trabalhadores. Não sei
mais o que dizer. Apenas espero que este país consiga se endireitar
pelo caminho correto, democrático, e não por onde estes tristes
episódios parecem estar apontando.
sexta-feira, 11 de março de 2016
Identidad
Esta mañana, morado y rojo. Amarillo. Una paz profunda. Mi madre. Empezó así el día. Después, ir a la universidad, a hacer diligencias. El rectorado. La fotocopiadora. La posgraduación en enfermería. Una antigua colega, incansablemente joven. Los árboles de mangos. Las arenas por todas partes. Volver a casa por el bajadón que atraviesa el riacho. Llegar a Miramar. De allí, seguir hasta la avenida por donde se dobla hacia Tambaú. En casa. Y ahora de tarde, venir a la hoja. En medio del calor de este viernes. No tantos papeles, más yo. Más libertad. Más respeto a mí mismo. Leía un libro de Machado de Assis: Memórias póstumas de Brás Cubas. Los libros, lo que leo, lo que escribo, lo que vivo, lo que ocurre, está en el preciso lugar donde debe estar. Todo es como debe ser. Las culpas no son mías. La culpa es algo introyectado para hacerme sufrir por no cumplir con un papel que me hace mal, que viola mi libertad e independencia. Por eso, la culpa no es mía. Las culpas son ajenas. Lo mío es esto, es este venir en palabras y colores, sentimientos y memorias. Esto requiere más tranqilidad, menos obligaciones. Me acepto como soy, de la manera exacta como soy. No necesito falsearme para ser aceptado, para tener un lugar entre los demás. Hay algunas concesiones inevitabales, en la convivencia. De ellas también aprendo a coexistir sin traicionarme. Pero la concesión no puede ser constante. Ya no sería yo, sería algo desdibujado en nombre de la sobrevivencia. Hay ocasiones en las que uno no tiene más remedio que someterse, ya que la fuerza de un oponente es mayor. Pero aún en esas situaciones, queda el recurso de la libertad interior, la oración. Uno puede y debe permitirse estar en el mundo, en la condición de mayor libertad posible. Por respeto a uno mismo, a su trayectoria de vida. Es necesario, para nuestra salud mental.
quinta-feira, 3 de março de 2016
Enraizamiento
Esta tarde estuve
mirando algunas fotos de los cursos de formación en Terapia
Comunitaria Integrativa, de los cuales he participado. No pude
contener la emoción, al ver los rostros de varios de los
participantes, que han dejado marcas imborrables en mi memoria y
sentimiento. Es en estos espacios de construcción de vínculos
solidarios, donde se ha venido procesando la recuperación de mi
identidad. Ahora, muchas veces, cuando necesito encontrar fuerzas
para proseguir, estos recuerdos me acompañan. Mi historia es una
historia que se parece a muchas historias que he ido conociendo.
Personas que han pasado por experiencias parecidas a las que me tocó
y toca vivir. Aquí repongo mi humanidad. Aquí reencuentro mi
sentido más fuerte para seguir. Aquí sigo encontrando el sentido de
haber pasado por lo que pasé, y estar aún de pie. Aún entero. Aún
soñando, aún construyendo. Aún sumando con quienes, como yo, no
desistieron. No desisten. Insisten. Insistimos.
sábado, 27 de fevereiro de 2016
Playamar
Esta mañana, fui a
caminar por la playa. Ver el mar brillando bajo el sol, al final de
la calle. El sol en lo alto, el mar extendido en medio de las
barracas y palmeras, infinito. Llegar al borde del mar en medio de la
gente que ya estaba allí. Empezar a caminar en una dirección,
viendo al agua que sube sobre la arena, las olas a lo lejos. Los
niños jugando o mirando el agua. La ciudad a tu derecha, como un
dibujo fijo, inmóvil. Una postal. Algunas mujeres que merecieron una
mirada más atenta. Entrar en el agua, sentir el frescor que te
envuelve. Los barcos a lo lejos. El barranco del faro, y las plantas.
Un cuadro, y uno adentro del cuadro. Volver a casa por la calle del
hotel recién inaugurado. La gente en la parada del ómnibus. Los
ipés amarillos a la entrada del edificio. El portero, cordial. La
flor del sertão, recién florecida, con un tono rosado que parecía
más pálido que ayer.
terça-feira, 2 de fevereiro de 2016
Caminar
Uno puede creer que es más que alguien, porque es, o no es. O bien uno puede creer que es menos que alguien, porque es, o no es. Yo no creo que sea más que alguien porque yo sea o no sea. Ni creo que yo sea menos que nadie porque yo sea o no sea. No siempre fué así. Ya me creí mejor o peor que otras personas, por lo que yo creía ser o no ser. Para mí, ser o no ser, no es la cuestión. La cuestión sería: ¿qué creo que soy, o qué creo que no soy? Lo que yo creo ser, no soy. Lo que soy, lo voy sabiendo de a poco, o de pronto. La experiencia me va guiando. Las creencias, a veces me guían, pero otras veces me confunden. Por eso, muchas veces me pregunto: ¿cuál ha sido mi experiencia? La experiencia en general es positiva. Uno es capaz, uno fue capaz. Elegir, dudar, decidir. Esto es permanente e inevitable.
Assinar:
Postagens (Atom)