segunda-feira, 26 de março de 2012

Estado Beat

Esta mañana, tuve un vislumbre de lo que me parece que podría llegar a llamarse de estado Beat. Y ahora que lo leo escrito, veo que no tiene nada que ver, al menos no deliberadamente, con estado beatífico, aunque se le parezca. El estado Beat, si me permiten seguir llamándolo así, es algo que nos fue dado vivir a los que fuimos jóvenes en los años 1960, y tiene que ver con una alegre despreocupación. Un estar bien con la vida, con el mundo, con uno mismo. De pronto Beat y beatífico, sí, tienen mucho que ver.

Esta mañana, cuando me vino esta recordación, fue como un relámpago, algo muy fugaz y rápido. Después uno se fue intelectualizando, ideologizando, aunque no tanto, no mucho, no siempre. Y el movimiento de retorno a ese estado Beat, de alegre despreocupación, tiene que ver con dejar atrás esas capas de ideología e intelectualismo, esa enfermedad de ponerle rótulo a todo y así irse alejando de lo que es el vivir, la mera y simple alegría de vivir.

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