sexta-feira, 26 de dezembro de 2014

Tiempos menores, menor tiempo

A veces uno no tiene tiempo, o no tiene mucho tiempo, como es mi caso. Uno tiene poco tiempo. Entonces, el tiempo se multiplica. Uno puede ir encontrando modos de huir de las rutinas. Escapar de la reaccion impensada (aun en este teclado que no pone los acentos), o perdonarse por las reacciones impensadas, que muchas veces resultan del poco tiempo que nos damos a nosotros mismos. Educados en la cultura del deber. El debo, debo, debo. 
Debo, si debo, amarme a mi mismo y cuidarme. Darme el tiempo necesario. 

Permitirme un tiempo para mi. Pueden ser tiempos chiquitos. El tiempo de mirar a una hormiga o a una chica en la calle. O apenas el tiempo de sentir que respiro, que estoy aquí, en una terminal de omnibus o en el transito afiebrado de estos dias. O en esta hoja benevola que acoge mis palabras esta mañana, cuando nado en busca de una orilla, en busca de un lugar donde pueda descansar y sentirme yo. Ser yo, solamente. Nada mas ni nada menos que eso.  

Nenhum comentário:

Postar um comentário