sexta-feira, 21 de setembro de 2012

Construyendo

Cuando escribo, hago mío el mundo alrededor, y el mundo interno y externo se unifican de manera creativa y cambiante. Vivo en un mundo que en buena medida he ido creando a lo largo de los años, a medida que me fue siendo dado ir construyendo mi propio lugar en el mundo. Entonces ya no es el mundo dado, el mundo que alguien dice que está ahí, y del modo como otros dicen que está ahí, o del modo como alguien dice que debería ser. Es, o mejor dicho, está siendo, va siendo, de formas mías que son también formas compartidas, formas que he ido aprendiendo con mis padres y con mi esposa, con algunos amigos, con la cultura y la historia, con la literatura y la poesía. Sobre todo la literatura y poesía, esos terrenos comunes, donde todo está unido y se comparte. Lo que voy viviendo, en parte es creado, lo voy haciendo o ya lo hice y en él me incluyo, entro en lo que está aquí ahora. El mundo ya no me es tan ajeno, o no me es en absoluto ajeno. Esto no es fijo, constante. Cambia, como todo. Hay días de una extrañeza total, donde todo es raro y yo más que todo, y días en que todo es tan unido, todo es tan una sola cosa hermosa que contiene a todos y a todas las cosas. Jorge Luis Borges decía que los libros son extensiones de la memoria y de la imaginación. Julio Cortázar decía que la literatura deshace la falsa objetividad creada por la intelectualidad raciocinante y por la cosificación cotidiana. Esto está al alcance de todo el mundo.

Nenhum comentário:

Postar um comentário