La recuperación del placer de vivir viene de la mano de la recuperación lisa y llana del placer
El mero placer
Toda forma de placer
Relajar es una de ellas. Me dí cuenta de que tengo mucha tensión. Defensiva. Miedo de ataques que inevitablemente no suceden. Memorias de lo que ya no está. Lo que ya no es.
Para relajar, dejo de juzgar y juzgarme. Pausa. Respiro. Siento y me siento. Siento la respiración. Contacto con la belleza interna y contigua. Cada vez hay más continuidad entre lo interno y externo.
La gente alrededor me alegra. Al menos no me repele ni intimida. A principio la sensación es positiva. No elimina la necesaria evaluación caso a caso. No se trata de una confianza ciega. Pero hay una actitud de bajar la guardia.
Estando bien en mí y conmigo, tengo más juego de cintura con quienes estén cerca. No me obligo a tanta cosa. Ni actos ni actitudes. Estoy mejor en mí mismo y en la calle, donde sea.
La gente me resulta más bien favorable, como era antes. Sucedieron cosas en mi vida que rompieron la confianza inicial. Pero voy restableciendo mi sensación de mundo, en encuentros sucesivos cada vez más frecuentes, que comenzaron en noviembre de 2023, y siguen en ritmo contínuo.
El mundo es otra vez un lugar amigable. Placer. Confianza. Pausa. Encuentros. Silencio interior. Contemplación. Comunidad. Contigüidad. Familia. Amistad.
Ilustración: "Rainbow"
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