quarta-feira, 4 de março de 2015

Presencia

Ayer decía que una tela para pintar, que está en mi casa, me está siendo una buena compañía. Está, de hecho. Tanto que esta mañana, al verla, me vino de saber que allí estaba un florerito de cristal que fue de mi abuela Mamina. Este florero dice mucho de mi abuela. Su belleza, su transparencia, su presencia sólida y al mismo tiempo tenue, intangible. Es uno de los pocos objetos materiales que tengo, que pertenecieron a Mamina. 

Nenhum comentário:

Postar um comentário