sábado, 14 de março de 2015

Testimoniando

Todo esto es muy loco, pensaba. Loquísimo, sí. La vida como tal. El estar aquí. El estar vivo. Todo esto. Sí, verdaderamente muy loco. Vengo de un asado de despedida en la terraza del edificio nuevo, recién inaugurado: Residencial Diogo Carreiro. Sentí la presencia de este joven muy fuertemente en este edificio, esta mañana. Ahora estuve con parte de mi familia paraibana comiendo un asadito. Cervecita. Vinito. Charlas van, charlas vienen. Permitirme ser acogido. Permitirme ser querido. Sentir el cariño de estas personas con las cuales vengo compartiendo la vida desde hace tantos años. Algunos ya se fueron, pero siguen en el sentimiento. Es muy loco todo esto. Muy loco, verdaderamente. Muy loca la vida. Muy loco el estar aquí. 

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