Preparé un mate con hierbas serranas. El último que me
quedaba. Jugo de acerola. Estuve un tiempo con
las telas y los caballetes. Rondando jazmines. Están aquí. Finalmente,
leí algunas crónicas de Martha Medeiros, Feliz
por nada. Aflojar. Soltar la presión interior. Dejarme ser. El manual de
instrucciones que uno se impone a sí mismo. Gabriel García Márquez: El general en su laberinto. Disfruto la escritura
y la lectura. Leo para gozar y descansar. Me acuerdo de mí. Pero un yo
cambiante, sorprendente. Feliz y nuevo. Puedo leer sin intentar entender, y entonces
entiendo viendo. Veo lo que entiendo. Veo la narrativa, lo narrado.
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