Volvía del parque. Una vuelta corta.
Tantos árboles, con distintos tonos de verde. Los portones del
parque. La gente paseando, a pie y en bicicleta. Daban ganas de
pintar esa belleza toda. Y al llegar a casa, esas hojas amarillas y
verdes, esas visiones me acompañan. Aquí, otro camino, otro tiempo,
pero integrado al anterior. Un solo tiempo. El jacarandá y las
banderas españolas. Los rosales. La conversación con mi padre, que
viene desde el origen, y ahora es en otro diapasón, otro ritmo.
Remansado. El papa Francisco, alguien que no se olvidó de ser
humano. Viernes Santo.
Nenhum comentário:
Postar um comentário